Ir al contenido principal

En busca de la inspiración perdida…

 


¡Hola! Paso rapidito por aquí porque siento que tengo este espacio un poco abandonado. Pero aquí estoy. No me he ido a ninguna parte. Abril no fue un buen mes para mí, todas mis rutinas se fueron al tacho y casi no tuve voluntad para sentarme frente a la pantalla para ver cine. Lo único que se mantuvo firme fue la lectura, por suerte, pero no mucho más que eso.-

Ahora estoy decidida a recuperar mi inspiración y la buena noticia es que este fin de semana miré dos películas, lo cual no hacía desde hace mucho tiempo. Con un poco de suerte, estaré pronto de regreso con nuevas reseñas para compartir. ¡Hasta entonces!

Comentarios

  1. Mi queridísima Bet: ya te echaba mucho de menos. Siento que el mes de abril no haya sido bueno, pero me alegra que mayo asome de otra manera. Qué importante son en estos momentos los libros y las películas.

    ¡Espero tus reseñas con ansia, aunque sé que lo sabes!

    Beso
    Hildy

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Queridísima mía, no sabés cuánto agradezco tu apoyo de siempre. Abril fue efectivamente un lío y mayo... bueno, ya estamos a 10, pero al menos me siento optimista, jaja. Muchas, muchas gracias por todo. Un beso enorme,
      Bet.-

      Borrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

Nuevo abecedario de cine (Edición musicales): R - S (más un bonus track).-

Rhapsody in Blue (Rapsodia en azul) - Irving Rapper, 1945.- Esta película se inscribe en la tradición comenzada por Yankee Doodle Dandy en 1942, la de relatar de manera muy libre la vida y obra de algún compositor o artista ligado al ámbito musical. Este tipo de película suele arrojar un resultado desparejo, no siempre exitoso en términos artísticos y nunca, en tiempos del cine clásico, fiel a la realidad.- En este caso, se trata de la vida de George Gershwin (Robert Alda) desde su infancia hasta su muerte, su relación con su hermano Ira (Herbert Rudley), con sus padres (Rosemary DeCamp y Morris Carnovsky) y con sus amigos, mentores y difusores (muchos de ellos interpretándose a sí mismos en la película), además de su vinculación romántica con dos mujeres creadas para la ficción: la cantante Julie Adams (Joan Leslie) y la pintora Christine Gilbert (Alexis Smith).- Inevitablemente aparece la comparación con otras películas de este estilo y debo decir que entre aquellas que he visto ( T

Brief encounter (Breve encuentro) - David Lean, 1945.-

Momento N° 1: una despedida fragmentada.- Brief encounter está contada en un largo flashback durante el cual Laura Jesson (Celia Johnson) recuerda su fallido romance clandestino con Alec Harvey (Trevor Howard). En el comienzo de la película presenciamos una escena de despedida contada desde un punto de vista objetivo: en una mesa apartada de la cafetería de la estación de trenes, la pareja es interrumpida por una indiscreta conocida de Laura que domina la escena en esta primera presentación. Hacia el final de la película, la misma situación es presentada desde el punto de vista de Laura, en una forma intimista a lo cual se suma que ahora sí conocemos a los personajes y sufrimos por ellos. En esta segunda ocasión Lean vuelve a utilizar un recurso del cual ya se había valido antes en la película y que consiste en manipular el tiempo a través de la puesta de luces y de un uso magnífico de la voz en off (¡maravillosa Celia Johnson, que mantiene esos largos primeros planos sin dec

The Roaring Twenties (Los violentos años veinte) - Raoul Walsh, 1939.-

Esta película bien podría formar una interesante sesión doble con The Public Enemy . Ambas son protagonizadas por James Cagney (con ocho años de distancia entre una y la otra) pero además ambas presentan dos modelos diferentes de películas de gangsters : el anterior y el posterior a la aplicación del Código Hays.- Durante el período pre - code , en el cual el género floreció, los realizadores pudieron colocar en el rol del héroe a criminales atractivos pero muchas veces despiadados, mientras que el lugar del villano quedaba reservado para otros delincuentes (con una fuerza de policía ausente), cuando no para la propia policía y otras figuras de autoridad. Esta inversión en los roles tradicionales, característica de este período, debió ajustarse con la aplicación del Código, surgiendo así una nueva figura: el gangster con el “corazón de oro”, es decir el delincuente simpático, que pese a sus acciones criminales de mayor o menor violencia, se sacrifica hacia el final por un ideal