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Proyecto Cary Grant Nro. 6: She Done Him Wrong (Lady Lou) - Lowell Sherman, 1933.-


¡Feliz cumpleaños celestial, mi querido Cary! Y qué más oportuno que celebrarlo con la película que lo colocó definitivamente en la vía al estrellato de la mano de Mae West (no puedo evitar escuchar la voz del hombre que gritaba “¿Cuántos años tiene Mae West?” en 39 Steps cada vez que pienso en su nombre, jaja).-

She Done Him Wrong tiene por protagonista a Lou (West), la “chica” del propietario del bar en el cual es la principal atracción, Gus Jordan (Noah Beery). El bar de Gus sirve como punto de encuentro para varios personajes de reputación diversa que rodean a Lou: el rival de Gus en los negocios y en el amor, Dan Flynn (David Landau); los socios de Gus en una red de trata de mujeres, Rita (Rafaela Ottiano) y Serge (Gilbert Roland); y el director de la Misión vecina, el Capitán Cummings (nuestro homenajeado de hoy). La tensión aumenta a medida que se siente la presión de un investigador encubierto a quien apodan “el Halcón” y que Lou se mete ella misma en problemas con un ex novio celoso que está preso hace un año, Chick Clark (Owen Moore) y con Rita, quien está celosa a su vez a causa de la atracción que Lou genera en Serge.-

Pasan tantas cosas en esta película que fue un poco difícil para mí resumir la trama. Y sin embargo, She Done Him Wrong dura tan solo 64 minutos y aún así encuentra tiempo para pintar una postal del Bowery neoyorquino de comienzos del Siglo XX y para presentar varias canciones (y cambios de vestuario de West). La economía del guión es admirable y si bien no hay un gran desarrollo de los personajes, nada se siente apresurado, dejando de lado que al final queda un homicidio sin resolver. La presentación de West, por ejemplo, es digna de una estrella (recordemos que esta fue su primera película importante, aunque su reputación la precedía). Primero escuchamos los comentarios de los clientes del bar, enamorados de Lou y espectadores de la pintura que la muestra desnuda y que cuelga sobre el bufet. Luego, aprendemos de boca de Gus que la carrera de Lou está en alza y que le han ofrecido un contrato teatral un poco más al norte de la ciudad (esto es, más cerca de los treatros importantes). En pocos minutos se nos dijo que Lou es la mujer más hermosa y más talentosa de los alrededores y para cuando la vemos por primera vez regresando de compras en un carruaje, lo creemos. Así de simple es el mecanismo bajo el cual funciona esta película: se nos dice qué esperar de cada personaje y en función de eso, operamos. En el mismo sentido más adelante Lou dice que Cummings nunca se interesaría por ella, porque es “diferente”, lo cual nos convence de que si llega a ganar su corazón, es porque verdaderamente lo merece… y porque ella se ha esforzado por ello, después de todo también Cummings puede ser “conseguido” como le dice Lou.-

No es evidente que un recurso semejante fuera a funcionar, de hecho, siempre decimos que en cine se nos deben “mostrar”, no “explicar” las cosas. Y sin embargo funciona. Porque además existe una fuerte apoyatura en lo que vemos. Lou no deja de hacer malabares con diferentes pretendientes y está cubierta en diamantes y plumas de pies a cabeza (cuando no está en ropa interior o cambiando un atuendo por otro), pero no es superficial ni cruel. Por el contrario, es amable con los que trabajan para ella (un poco menos con su doncella negra, interpretada por Louise Beavers, pero el guión la trata bien, cumple una función importante en la trama; y la dinámica de su relación con el "pesado" Spider, interpretado por Dewey Robinson, es entrañable), no castiga a las otras mujeres que la censuran, es justa y sabe caminar en la cuerda floja: sus escenas con Chick nos permiten entrever que la vida de Lou no está exenta de riesgos y que tiene, como todos, un costado vulnerable.-

Otro aspecto fascinante del guión es la subtrama policial que tiene que ver con la organización liderada por Gus. A espaldas de Lou, Gus y sus asociados engañan a mujeres en problemas para explotarlas sexualmente. Una de estas víctimas es Sally (Rochelle Hudson), una joven que llega al bar de Gus para quitarse la vida y es salvada a último momento por los empleados del local. Lou consuela a la joven e intenta ayudarla aunque, sin saber las consecuencias, la pone en manos de Rita. Esto sucede en los primeros minutos de la película, de lo cual resulta (vuelvo a la cuestión de la economía) que en tan solo quince minutos tenemos un entramado de crimen, sensualidad, celos, intentos de suicidio, alcoholismo (el consumo en el bar no siempre es moderado), censura social. ¿Qué más podemos pedir a una película?

Por cierto, no quiero dejar de destacar que la propia West escribió la historia original. Tal consolidación de poder en manos de una estrella (fuera mujer u hombre, en este punto no había tantas diferencias en Hollywood) es bastante inusual y hace ver con benevolencia la cantidad de elogios que se tiran hacia Lou (casi hasta podría valorarse como una broma interna, como si West se riera ella misma de su reputación de símbolo sexual) al mismo tiempo que permite apreciar su enorme generosidad hacia Grant.- 

Cary Grant no está demasiado tiempo en pantalla (con 64 minutos de duración, nadie está demasiado tiempo en pantalla) pero su personaje está muy presente (ya sea en persona o en las referencias de los otros personajes) y tiene un verdadero peso específico en la historia. West tiene además la habilidad de transmitirle parte de su sex appeal (una cualidad que desbordará en su siguiente película juntos, I’m no Angel). Recordé mucho durante estos días de revisionado de esta película aquel lugar común sobre Astaire y Rogers, que no creo en verdad, según el cual él aportaba la clase y ella, el sexo. Aquí no hay mucha clase pero sí mucho sexo presentado en la forma que constituye el estilo único de Mae West.-

Comentarios

  1. ¡¡¡Qué interesante dúo el formado por Mae West y Cary Grant en sus inicios, ¿verdad?!!!
    Cómo me ha llamado siempre la atención la West como fenómeno cultural. Efectivamente ella era la guionista de sus historias. Una heroína precode que supo crearse durante toda su vida un personaje: Mae West, la extravagante mujer explosiva y la reina de las frases con doble sentido.
    De su corta filmografía solo he visto sus dos películas junto a Grant. Y ambas son una delicia para el análisis, como has demostrado ya en tu texto.

    Beso
    Hildy

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    Respuestas
    1. Son una pareja tan impensada que terminan funcionando, sobre todo porque West le permite a Grant explorar su costado picaresco. Aquí está tan serio y sincero que derrite.-
      Y West como figura es interesantísima. Si no recuerdo mal, tiene una película posterior al Código con Warren William, que aún no he visto.-
      Este recorrido me está permitiendo mirar aunque sea de reojo a varias figuras que cruzaron camino con Cary Grant, lo cual es uno de los aspectos más fascinantes de meterse por estos laberintos de cine.-
      Un abrazo enorme, Bet.-

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