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American Film Institute, 100 años… 100 películas (#74 y #73).-

Puesto Nº 74: The Gold Rush (1925).-


Tercera película de Charles Chaplin casi al hilo y con cada una, lo amo más. Nuevamente, nunca había visto esta peli y quedé fascinada con su inventiva en términos estéticos y técnicos, con su capacidad para introducir de manera pretendidamente inocua una serie de temas complejos y con su enorme capacidad para resolver la historia de la manera más genial posible.-
The Gold Rush coloca al Vagabundo en medio de la fiebre del oro en Alaska a finales del siglo XIX (la imagen del hombrecito de sombrero y bastón en medio de la montaña nevada me partió de risa), en donde traba amistad con el afortunado explorador Big Jim (Mack Swain) y se enamora de una prostituta llamada Georgia (Georgia Hale).-
Como decía anteriormente, la película tiene unos méritos técnicos asombrosos en cuanto a su descripción de la vida en la zona de montañas. Por un lado, las primeras imágenes muestran cientos y cientos de exploradores que se aventuran en una región hostil en una forma casi documental. Por el otro en distintos momentos de la historia Chaplin recurre al gag de la tormenta de viento, con resultados siempre asombrosos. Y cuando, en una secuencia bastante conocida la cabaña de los exploradores es arrastrada por el viento hasta quedar suspendida en un risco, el efecto parece artificial hasta que la imagen se completa con figuras animadas que salen de la cabaña y que nos deja preguntándonos cómo se habra filmado esa escena (quiero decir, obviamente se trata de una miniatura pero la incorporación de personajes en la acción se ve bastante real).-
Además, me resultó tremendamente interesante que Chaplin optara por crear una heroína compleja e imperfecta, que se aleja de los arquetipos del cine mudo (la vamp y la ingenua) para crear un estilo propio que cabalga entre ambos modelos. En efecto, Georgia se comporta de manera reprochable con el Vagabundo pero en ningún momento es demonizada por el director, es simplemente una joven que vaya uno a saber qué penurias ha pasado y que simplemente se comporta de acuerdo a las reglas imperantes en su universo. Y que en el final será redimida de la forma más hermosa y sincera (y reitero aquí, qué magia despliega siempre Chaplin para cerrar sus historias… es emocionante).-
Finalmente, me derritió la inclusión de pequeños detalles aquí y allá que describen la vida en medio de la fiebre del oro: la tristeza de los que reciben el año lejos de sus familias, la desesperación por encontrar el oro, la crueldad de quienes aprovecharon la volada para escapar de la justicia pero no para redimirse, la violencia y la camaradería, la lealtad y la traición. Todo se mezcla y aflora, como suele suceder en condiciones extremas.-
¡Ay! ya no sé qué pensar sobre la composición de esta lista. Adoré esta película y no puedo negar que contiene dos de las imágenes más icónicas del cine (el zapato como única cena y el baile de los panecillos), pero vuelvo a plantearme la pregunta de las entradas anteriores: ¿tres películas de Chaplin en la lista, y justamente estas tres y no otras? Creo que la existencia de un genio de tal magnitud nos hace pensar que todas sus películas deberían estar en la lista (lo mismo podría decirse de otros directores y muchos tienen varias pelis en la lista) y entonces es difícil elegir. Pero vuelvo a pensar que en la lista hay grandes omisiones (¡Lubitsch, por favor! y otros también) y entonces pienso que tal vez haya un exceso de Chaplin… ¡qué difícil elegir! O tal vez mi cerebro está empezando a fallar luego de tres semanas de confinamiento... 

Puesto Nº 73: Wuthering Heights (1939).-


… y sin embargo frente a esta película se me aclararon las ideas. Nunca había visto esta película ni ninguna otra adaptación de esta historia, y tampoco he leído la novela. Es decir que me acerqué a la historia completamente ignorante y no tengo espejo con el cual contrastar sus méritos narrativos. Dicho esto, encontré que la historia de la niña rica y algo salvaje Cathy (Sarita Wooton en su infancia y Merle Oberon en la edad adulta) enamorada del muchachito huérfano que su padre rescata de las calles de Liverpool, Heathcliff (Rex Downing - Lawrence Olivier) pero al mismo tiempo deseosa de gozar de las comodidades que le ofrece alguien más rico que ella (David Niven) no me cuajó en lo más mínimo. Leí que la película sólo recoge alrededor de la mitad de los capítulos de la novela, de modo que es inevitable que algunas cosas hayan quedado afuera, pero lo que quedó adentro me pareció una seguidilla de caprichos y rencores espantosos que lastiman a terceros a diestra y siniestra. Y en ese contexto, Cathy es la peor de todas…
Por encima de todo eso, el director William Wyler lleva adelante junto con el cinematógrafo Gregg Toland una película estéticamente impecable, con varias escenas de tormentas y el contraste innegable entre la pulcritud y el lujo de la mansión de Cathy y la ruina y abandono de Wuthering Heights. Y dominando la primera parte de la película, un Lawrence Olivier jovencísimo y bello como Christopher Reeves en los años ‘70. Para la segunda parte, cuando Heathcliff regresa de su exilio americano, Olivier adopta un estilo parco y acartonado que le quita toda vitalidad ya no como personaje (Heathcliff está, de hecho, bastante desarmado) sino como actor.-
En suma, creo que el año dorado del cine clásico (1939) está más que bien representado en la lista y que esta película no aporta en lo más mínimo en ninguna de las categorías que podría representar (es decir, cine romántico, cine gótico, adaptaciones de novelas, cine de Wyler, etc). La película desapareció de la lista en la edición de 2007, mientras que The Gold Rush subió dieciséis posiciones.-

Comentarios

  1. ¡Es verdad, qué momentos más icónicos tiene La quimera de oro!
    Para mí tiene también una de las secuencias más tristes de Charlot. Cuando observa desde una ventana, en la calle, y en soledad la felicidad de otros, esa fiesta donde no ha sido invitado... Es una película llena de detalles, como ese momento en el barco, millonario perdido, y recogiendo la colilla del suelo.
    Cumbres borrascosas fue una de mis lecturas favoritas durante la adolescencia, y una novela que adoro. De vez en cuando me gusta volver a leerla.
    William Wyler, escribí en su momento, "se centra en esta historia de amor fou y de pasión más allá de la muerte en un ambiente salvaje y libre con gotas de terror gótico. Una historia donde los contradictorios, bipolares e irracionales Cathy y Heathcliff dan rienda suelta a un amor sin ataduras, pero que ellos mismos se empeñan con cada encuentro en romperse el corazón y ponerse mil y un obstáculos para no estar nunca juntos… en vida". Más lejos en el amor fou fue Luis Buñuel y sus Abismos de pasión.
    La versión más moderna que he visto hasta ahora es una de una directora, Andrea Arnold, donde explota la naturaleza salvaje donde transcurre ese amor. ¡Y luego los Cathy y Heathcliff más bellos son sin duda los que hicieron los hermosos Ralph Fiennes y Juliette Binoche... antes de juntarse de nuevo en El paciente inglés! Jajajajaja, aunque hay una versión en televisión que no he visto donde Heathcliff es ¡Tom Hardy!
    Me ha hecho gracia la frase con la que remataba el texto sobre la película de Wyler: "Para visionar Cumbres borrascosas y dejarse todavía arrastrar por esta tenebrosa historia del siglo XIX hay que entornar los ojos y no dejar paso alguno a la razón…, si se puede ver con el corazón desbocado, mejor".
    Ahora sí te reconozco una cosa, que no es la película de William Wyler que más me gusta. No sé si en la lista hay más pelis de dicho director. Pero de Wyler me fascinan más Desengaño, La Loba, La heredera o Carrie... Por solo nombrar algunas.

    Beso
    Hildy

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    Respuestas
    1. ¡Ay que me olvidé por completo de mencionar esa imagen del Vagabundo mirando desde afuera cómo todos se divierten! Lo tenía en el tintero para mencionarlo porque me rompió el corazón, pero luego me olvidé. Y esa imagen de él impecablemente vestido pero aún así recogiendo una colilla también describe a la perfección al personaje y es la contracara del hombrecito todo rotoso que prepara con esmero la mesa de Año Nuevo. Y es que Chaplin es todo un caballero cuando va vestido de vagabundo pero no deja de ser un vagabundo cuando va de caballero.-
      Humm... Cumbres Borrascosas... no sé cómo nunca cayó en mis manos la novela, con lo que amo Jane Eyre, de otra de las hermanas Bronte. Sí, tal vez deba entornar bastante los ojos para verla, que para tener el corazón desbocado creo que ya estoy vieja, jaja. Me conquistó sí Olivier y fijate que me volvió a pasar lo que comentábamos el otro día respecto de Priscilla Lane, Ann Todd, etc. En manos de Hitchcock, Olivier resulta intragable pero aquí (un año más joven) está muy bien. ¿Lo has visto como el señor Darcy de Orgullo y Prejuicio? Yo no, pero me encantaría. No sé quién será su Elizabeth Bennett. Ah, Greer Garson.-
      Y pasan los años y yo sigo sin ver Desengaño... pero ¡¡¡no olvides Los mejores años de nuestras vidas!!!
      Un besote enorme, Bet.-

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