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Proyecto Cary Grant Nro. 15: Wings in the Dark (Alas en la noche) - James Flood, 1935.-

 


En Wings in the Dark Cary Grant vuelve a asumir el rol de aviador que ya había intentado en The Eagle and the Hawk, esta vez en el sector civil. Ken Gordon (Grant) es un célebre y heroico piloto que está a punto de realizar una nueva hazaña cuando queda ciego como resultado de un accidente doméstico. Con la ayuda de una aviadora de exhibiciones llamada Sheila (Myrna Loy) y de su mecánico Mac (Hobart Cavanaugh), Ken se pondrá a trabajar en un nuevo proyecto: diseñar un sistema que le permita pilotar un avión literalmente a “ciegas”.-

Esta película tiene bastante interés pero esencialmente es una película modesta en cuanto a intenciones dramáticas o artísticas y dista mucho de ser redonda. En particular creo que se hubiera beneficiado con unos minutos más de duración aquí y allá, sobre todo en el final y en el desarrollo de la historia de amor entre Sheila y Ken. Así como nos llega, tiene buenas escenas de aviación (nada demasiado espectacular pero lucen bien) y una estética acorde con la realidad de los personajes cuya historia se cuenta, nada de joyas y grandes galas, todo aquí es moderado.-

Uno de los aspectos más interesantes de la película, y que a su vez está bastante desarrollado, es el del rol de la mujer en el mundo de la aviación. De hecho, Cary Grant cede aquí el primer puesto en el elenco ante Myrna Loy, y Wings in the Dark es tanto la película de ella como de él. Sheila es probablemente tan buena piloto como Ken, pero mientras él está en actividad, ella no recibe más que encargos menores, vuelos publicitarios o de exhibición. Sólo tras la pérdida de visión de Ken, Sheila puede acceder a comisiones importantes y pese a su capacidad, todavía se pone en duda si puede o no asumir riesgos.-

Por otro lado, no faltan en la película dos de esos secundarios de lujo que completan la labor de los protagonistas. En este caso son Hobart Cavanaugh en el rol del compañero inseparable de Ken y Roscoe Karns como el agente de Sheila. Cavanaugh me recordó un poco a Walter Brennan en Meet John Doe, tiene ese mismo nivel de fidelidad a toda prueba. Y Karns para mí será siempre el viajero indiscreto de It Happened One Night o el reportero de policiales de His Girl Friday. Aquí aparece un poco menos simpático y su ambición no siempre operará en favor de su cliente.-

En cuanto a Cary Grant, Wings in the Dark es una muestra más de este proceso de experimentación que atravesó en sus primeros años en Hollywood y del que ya venimos hablando en este Proyecto. Aquí se olvida (al menos en parte de la película) de su aspecto impecable y de los cócteles elegantes para ponerse en los zapatos de un héroe intrépido aunque no específicamente de aventuras (ya llegaremos a Gunga Din). Su Ken Gordon prefigura uno de sus roles más inusuales, el de Only Angels Have Wings. Y creo que interpreta muy bien el papel de hombre ciego, excepto tal vez en una escena de caminata en el bosque en la que roza el premio a la mejor imitación del Monstruo de Frankenstein (un poco de sutileza hubiera ayudado). ¿Y ya les hablé alguna vez de lo que pienso sobre los galanes de cabellos revueltos?




¿Qué le falta, entonces, a esta película? Pues, lo que decía, un poco más de tiempo para desarrollar algunas situaciones. La historia de amor, por ejemplo, aparece como un detalle al margen en la historia cuando se supone que es lo que inspira a Ken a salir adelante y aquello que lo condiciona por sus limitaciones. El arco que describe Ken tras perder la visión es otro aspecto tratado de modo superficial. El dolor ante la pérdida de sus sueños, la adaptación a una nueva realidad, la reconfiguración de su labor, todo es abordado en forma apresurada y hubiera sido más satisfactorio que se le dedicara un poco más de tiempo, que se nos permitiera conocer un poco mejor al protagonista. En el mismo sentido, el final aparece como un asunto improvisado. De un momento a otro todo pasa de estar horrible a tomar un cariz promisorio sin transición. Estas falencias golpean una película que está bien pero podría estar mejor. Sin embargo, Wings in the Dark vale la pena para descubrir a Cary Grant en un rol diferente.-


Comentarios

  1. Hola Bet
    Comencé pensando que Cary como piloto me crea dudas hasta que aterricé en "Atrápame si puedes" y ese DiCaprio tan Grantesco -tampoco era piloto-.
    Hay dos cosas increíbles en tu relato: que Ken y Barbie -perdón Sheila- tengan un romance y que Bet se confiese débil ante los pelospaghetti. Antes se decía que las personas calladas aprovechan el peor momento para meter la pata; nuevo axioma: desconfía de los repeinados, en cuanto se despeinan se llevan a la chica (o se la han llevada ya).
    Me voy volando (que se hace de día), Manuel.

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    Respuestas
    1. Jajaja, usted sabe Manuel que uno puede tener unas inclinaciones en la vida real y otras en la vida cinéfila. Mi debilidad por los pelospaghetti (me ha encantado el término) surgió recientemente y en forma casual tras ver Knight without armor. Se empezó a tejer un hilo conductor entre Robert Donat en aquella película, Ronald Colman en The White Sister, John Gilbert en The Phantom of Paris, Fredric March en Les Miserables (aquí me estoy alejando en el tiempo, que no he vuelto a ver esas películas en años, pero las debilidades admiten retroactividad) y ahora Grant en Wings in the Dark. Pero hete aquí que es una debilidad puramente cinéfila. En la vida real mandaría a cualquiera de estos galanes a acicalarse un poco antes de salir a la calle. Cosas que pasan, una tiene derecho a sus contradicciones...
      Hasta ahí llego, ya he hablado demasiado, jaja. Volviendo al tema, aquí Grant y Loy no tienen una pizca de química, son más colegas que se apoyan en las malas que un par de enamorados. Pero sí tengo un buen recuerdo de ellos en The Bachelor and the Bobby-Soxer y en Mr. Blandings Builds His Dream House. El tiempo dirá si mi recuerdo era preciso o si estaba distorsionado, hace mucho tiempo que no revisito esas películas.
      Gracias por aterrizar por aquí, aunque más no sea que para leer mis tonterías.
      Que tenga un lindo día (aquí apenas comienza), Bet.

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  2. Jajaja, cómo me he reído leyéndolos. ¡Por cierto, que a Ken y a Barbie pronto los tendremos en pantalla grande!
    Volviendo a Cary Grant, tú con esta serie de artículos me estás haciendo consciente del trabajo y la cantidad de películas que hubo para que naciera el Cary Grant que llevaba dentro Archibald Alexander Leach.
    Me ha llamado la atención que se subió y pilotó más de una vez a un avión en sus películas... Nunca hubiese destacado ese aspecto y aquí descubres otra faceta interesante para mirar su carrera.
    ¡Ay, esos pelos alborotados en la pantalla de cineeee!
    Beso
    Hildy

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    1. Jajaja, sé que tengo en vos a otra partidaria de los cabellos revueltos, mi queridísima Hildy.-
      Si no se me escapa ninguna, creo que se puso tres veces el traje de aviador. Mi favorita de las tres es Sólo los ángeles tienen alas, que además tiene a Thomas Mitchell en otro rol entrañable, ya que veníamos hablando de él en tu blog, y además es de 1939 que fue el gran año de Mitchell. La faceta de héroe de acción y aventuras de Grant tiene su jugo para sacar, yo no puedo esperar para descubrir The Last Outpost, una película que aún no vi, con Claude Rains y que creo que va por el lado de la aventura. Anticipo más cabellos al viento y además... ¡bigotes! Queda tanto por descubrir, por suerte nuestro querido filmó mucho y muy bueno.-
      ¿Van a hacer una película de Barbie y Ken? Yo hice una vez una fotonovela con ellos, para el colegio. Era una historia de violencia de género, las sonrisas perennes no encajaban para nada pero creo que saqué buena calificación, jaja.-
      Te mando un abrazo enorme, Bet.-

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  3. ¡Sssssííí! Se titula Barbie. La dirige Greta Gerwig, la que hizo la última revisión sobre Mujercitas, con Margot Robbie y Ryan Gosling de Barbie y Ken. ¡Siento cierta curiosidad, la verdad!
    ¡Me parece superinteresante el planteamiento de tu fotonovela con ambos, no me extraña que te pusieran buena nota!
    Thomas Mitchell nos ha dejado una cantidad enorme de buenos personajes. Yo, claro, le descubrí de muy pequeña como el padre de Scarlett O'Hara.
    Beso
    Hildy

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    1. Ah... no vi Mujercitas (le tengo tanto cariño a la de 1994 que me da no se qué mirar esta), pero con esos datos, Barbie promete.-
      Yo descubrí a Mitchell y a Lew Ayres todo por el mismo precio con Dark Mirror, que me encanta.-
      Más abrazos, Bet.-

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