Hay películas que dialogan entre sí, que sin ser secuelas, precuelas o remakes establecen una relación a través de algunos de sus elementos y nos muestran distintas aristas de un mismo tema. En este caso, ambas películas son muy diferentes en cuanto a tono, estética y calidad de producción en general, y sin embargo The Dark Horse me llevó directo a Mr. Smith.-
The Dark Horse - Alfred E. Green, 1932.-
En inglés, la expresión “dark horse” se utiliza para designar al candidato o competidor poco conocido que inesperadamente gana la contienda. Eso es precisamente Zachary Hicks (Guy Kibbee), quien resulta elegido como candidato a gobernador por el partido Progresista como parte de la estratagema fallida de una de las facciones para ganar la candidatura. El problema es que Hicks no sólo es desconocido para los votantes sino que además es un completo imbécil. Cuando los líderes del partido se reúnen para deliberar, la secretaria Kay Russell (una jovencísima Bette Davis) ve la oportunidad perfecta para presentarles la solución: contratar al genio de las campañas electorales (y su amante) Hal Samson Blake (Warren William), quien resulta estar preso por no pagar la asistencia alimentaria a su ex-esposa Maybelle (Vivienne Osborne). Nuevamente en carrera, con sus deudas saldadas, Blake emprende la campaña con ayuda de Kay y de su asistente Joe (Frank McHugh).-
The Dark Horse es una deliciosa comedia pre-code sobre políticos inescrupulosos y campañas deshonestas. A nadie parece importarle en lo más mínimo que los ciudadanos tengan un candidato capacitado por el cual votar. Y lo único que disculpa a Blake es que el partido opositor está liderado por hombres aún peores que los Progresistas. Incluso su ex-esposa es peor que Blake y si bien podemos adivinar por qué estos dos se atrajeron mutuamente, en un punto sentimos pena por este ex-marido aunque no cumpla con su cuota alimentaria. En esto The Dark Horse se encuadra dentro del esquema planteado por Warren William, un actor que tal vez sea mejor recordado hoy como el hermano snob de Dick Powell en Gold Diggers of 1933 pero que tiene una filmografía fascinante, llena de personajes despreciables que sólo ganan nuestra preferencia por el carisma de quien los interpreta y porque las fuerzas a las que se oponen son aún más oscuras que él.-
Mr. Smith Goes to Washington (El Caballero sin espada) - Frank Capra, 1939.-
Mr. Smith es una de las obras maestras de Capra; la historia de Jefferson Smith, un joven ingenuo e idealista (James Stewart) que es elegido como senador de los Estados Unidos por el Sr. Taylor (Edward Arnold), el hombre detrás del poder en su estado, para cubrir una vacante mientras se vota una Ley de Presupuesto que encubre un negocio turbio. Jeff encuentra la inspiración para exponer la corrupción en Washington, encarnada en su héroe Joseph Paine (Claude Rains), en su asistente Saunders (Jean Arthur), quien a su vez recuperará - junto con su amigo inseparable, el periodista Diz Moore (Thomas Mitchell) - la fe en el sistema democrático de la mano de este verdadero Caballero sin espada.-
Esta película es inmensa, tiene tantas aristas para analizar que no pretendo cubrir aquí más que aquellas que la vinculan con The Dark Horse. Brevemente diré que cada vez que la veo quedo cautivada por la calidad de su reparto. Desde los roles principales hasta el más pequeño de los papeles (pienso en los senadores o en los muchos hijos del Gobernador Hopper - Guy Kibee) son interpretados con mucho cuidado y resulta un placer encontrar muchas “caras conocidas” de otras películas de Capra. Pongo en un recuadro especial la deliciosa escena de borrachera de Jean Arthur filmada en una larga toma, con una cámara que apenas se mueve un poco para una suerte de broma visual pero que por lo demás es oro en polvo gracias a la interpretación de dos comediantes brillantes, Arthur y Mitchell.-
Me resultó interesante encontrar en esta película (más allá del estilo fuerte y personal de Capra) las huellas del Código Hays. Mientras que en The Dark Horse, este “caballo oscuro” llega al poder feliz e ignorante de su propia estupidez, en Mr. Smith encontramos dos personajes inicialmente inmersos en su burbuja que lograrán, cada uno en su medida, oponerse a los titiriteros que intentan controlarlos: el Gobernador Hopper (Kibee de alguna manera retoma donde lo dejó en The Dark Horse) designando a Jeff contra los deseos del Sr. Taylor y el propio Jeff con su oposición valiente en el Senado.-
Otro detalle interesante está dado por la exposición del “caballo oscuro” y sus motivos: en The Dark Horse los dirigentes del Partido Conservador utilizan a la ex-esposa de Blake para tenderle una trampa a Hicks y exponerlo como un libertino (la trampa incluye la referencia más antigua que conozco al strip pocker), fabricando una situación para su solo beneficio; en Mr. Smith, Saunders se vale de sus amigos periodistas para poner en ridículo a Jeff y más tarde lo dirige a exponer inadvertidamente la corrupción en el Senado (mencionando el lugar en el que propone instalar un campamento para niños) como una forma de despabilarlo por su propio bien.-
Hacia el final, es el caso de The Dark Horse, todo sigue su curso, sin que exista un verdadero castigo para los villanos (es cierto que los Conservadores no ganan la elección, pero ya tendrán su oportunidad). En Mr. Smith, hay un cierto sentido de restablecimiento del orden (a un alto costo, claro, con muchos niños heridos por orden de Taylor en su afán de detener a Jeff) y sin embargo tal vez en esto ambas películas sean similares: al igual que en otras películas de Capra, el final feliz no debe hacernos perder de vista que la puja entre el bien y el mal no queda concluida con el fundido a negro.-
¡Me has descubierto un película, The Dark Horse - Alfred E. Green, 1932! y además haces que dialogue con una que amo con locura, Caballero sin espada. Qué interesante, querida Bet, cómo he disfrutado. Y noto The Dark Horse bastante, bastante cínica..., real. Respecto Caballero sin espada, vuelve a ser notorio, como dejas constatar en tu buen texto, que Capra es mucho más complejo y oscuro (menos inocente) de lo que parece... Pero quiere seguir creyendo, necesita seguir creyendo.
ResponderBorrarBeso
Hildy
Ay, Hildy querida, yo descubrí en Warren William a un nuevo favorito, el primero de 2018. Me estoy dando un atracón tanto de pre-codes como de posteriores, y ya lo adoro. Y además resulta que era una figura bastante interesante fuera de la pantalla también, se le daba por inventar artefactos de uso cotidiano.-
BorrarDebo confesar que en un principio no me dí cuenta de ese lado oscuro de Capra, pero ahora me doy cuenta de que nadie paga (al menos en las pelis que vi hasta ahora) por el daño que causa. Daño que generalmente incluye algún suicidio o muerte dramática... más ganas tengo de ver las dos películas que filmó con Gary Cooper para ver si se confirma la regla...
Un beso enorme, Bet.-