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Mostrando las entradas de mayo, 2018

Singin’ in the rain (Cantando bajo la lluvia) - Gene Kelly y Stanley Donen, 1952.-

Cada vez que veo “Cantando bajo la lluvia” me conmueve su precisión, la perfección de mecanismo de relojería de la que hace gala. Y siempre vuelvo a pensar que esta película es la respuesta ideal para todos aquellos que cuestionan los musicales, porque demuestra que cada una de las objeciones que suelen expresarse son - al menos por esta vez - absolutamente incorrectas. Lo sé porque fue la película que hizo que yo cayera por la madriguera de los musicales, género que había despreciado hasta ese momento.- “Los argumentos son triviales y están destinados a olvidarse en cuanto se apaga la pantalla” Sin lugar a dudas, la industria cinematográfica dominó el mundo cultural y del entretenimiento durante todo un siglo. Adorado, discutido, despreciado y amenazado por el advenimiento de nuevas formas de entretenimiento, el cine no deja indiferente a nadie. Una de las páginas más interesantes de su historia comenzó a escribirse con el estreno de las primeras formas de cine sonoro, los

Chicago - Rob Marshall, 2002.-

Nota: demoré una eternidad en escribir este artículo porque estuve de mudanza. Ahora que mis películas y yo estamos instaladas en nuestra nueva casa, podemos reencontrarnos... --------------------------------------------------------------------------------------------------- Algunas películas transmiten una corriente de electricidad y luego quedan resonando en la cabeza, te persiguen durante días y las recuerdas durante años. Vi Chicago por primera vez hace catorce años y cuando, mucho tiempo después, me reencontré con ella sentí el mismo entusiasmo, el mismo asombro ante esta película que no descansa nunca, que de principio a fin mantiene el ritmo y el interés del espectador. Lo más conmovedor acerca de Chicago es que vino a decir - ya empezado el siglo XXI - que este tipo de películas todavía es posible (pese a que el género musical lleva varias décadas con el certificado de defunción firmado) y lo hace con una ferocidad y una convicción que contagian. Además, no sólo es