Ir al contenido principal

Un mes con… Alfred Hitchcock (segunda parte).-

Champagne (1928).-


Esta película intenta de alguna manera ser una versión de Downhill en tono de comedia, pero desde ya anticipo que se queda a mitad de camino sin llegar nunca a tocar ningún puerto seguro.-
Una heredera alocada (Betty Balfour, llamada simplemente “la chica” en los títulos) se ve envuelta en diferentes situaciones cuando viaja a París para encontrarse con su prometido (Jean Bradin, “el chico”) y al descubrir que su padre (Gordon Harker) ha quebrado, debe trabajar para vivir.-
El comienzo de Champagne es prometedor: la chica ameriza en medio del océano para abordar el trasatlántico en el que viaja su amado, relación que su padre desaprueba (muy al estilo de Claudette Colbert en It happened one night). Entre discusiones y el malestar marítimo de su prometido, la chica es cortejada por un hombre misterioso y algo siniestro (Ferdinand von Alten). Ahora bien, luego de este comienzo lo que sigue es una película imperfecta en donde el todo es menos que la suma de las partes; es decir que Champagne está llena de buenos momentos cuando los tomamos como viñetas aisladas pero que en el conjunto no terminan de encajar del todo bien.-


Lo curioso es ver al maestro del suspense en estos primeros años de carrera intentando construir su estilo en distintos géneros e introduciendo en una película mayormente cómica que funciona como una proto-screwball comedy, los elementos de peligro que siempre acechan a los héroes que se salen de lo cotidiano para buscar alguna aventura.-
Más interesante aún es seguir la trayectoria de la chica, independientemente de los hombres que la rodean. “Betty”, como es llamada por su padre, es una verdadera flapper que aplica la fortuna paterna en fiestas alocadas y vestidos extravagantes pero cuando recibe la noticia de la bancarrota de la familia, no duda a la hora de ponerse al frente de las tareas del hogar y de buscar un trabajo. Es cierto que sus dotes culinarias son más que dudosas y no es muy habilidosa en su trabajo (debe vender flores para el ojal de los caballeros en un salón de baile como el que ella misma solía frecuentar), pero no rehuye el desafío y mantiene siempre la frente en alto. En este sentido, Hitchcock nos presenta una heroína tremendamente moderna que anticipa a las “tipas duras” del período pre-code americano. Es fácil imaginarse, por ejemplo, a una Barbara Stanwyck trazando el mismo arco. El problema es que el director no parece del todo entusiasmado por contar la historia de Betty (el personaje) ni por contar a través de Betty (la actriz). Más enamorado de la forma que del contenido, Hitchcock nos ofrece momentos de puro cine como a él le gustaba llamarlos, como una escena en la cual “la chica” es llevada a un reservado por “el hombre” y atacada sexualmente, mostrando en el final que no es más que su imaginación; pero en general el director no se demora demasiado en redondear a su protagonista. Y así, cuando hacia el final Betty descubre que todo fue un engaño de su padre para intentar poner a prueba a los jóvenes amantes, uno casi que espera que la heroína mande a todo el mundo al demonio y se marche a vivir su vida entre personas más dignas de su valía, pero nada de eso sucede.-

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Tres momentos de tango en el cine.-

Mi visionado de The Four Horsemen of the Apocalypse , con su célebre escena de tango, me llevó a pensar en otros momentos de cine en los que el tango cumpla una función esencial. Estos son los tres momentos que recopilé. ¿Se les ocurren otros? Anchors Aweigh (Levando anclas) - George Sidney, 1945.- Algún día dedicaré a esta película una reseña completa, pero el segmento que aquí nos convoca corresponde a una escena de fantasía en la cual Joe Brady (Gene Kelly), un marinero con permiso por tres días, intenta decirle a Susan (Kathryn Grayson) lo que siente por ella. Joe siente que para expresar sentimientos sinceros necesita un contexto épico y grandioso, como los que aparecen en las grandes obras de la literatura. Su imaginación lo transporta a un mundo imposible en donde él es un bandido enamorado de una princesa que arriesga su vida para verla una vez más. El número musical que tiene lugar es un delirio maravilloso en el cual se combinan La Cumparsita, la cultura española y la capa, a...

Radio Days (Días de radio) - Woody Allen, 1987.-

Estaba trabajando en otra entrada que había pensado traerles esta semana, pero ayer llovió a cántaros y al regresar a casa del trabajo tuve ganas de ver algo reconfortante y para eso qué mejor que una película favorita ¿no? Radio Days cuenta en líneas paralelas la historia familiar de Joe (Seth Green), un niño del barrio neoyorquino de Rockaway en Queens - alter ego del propio Allen - y de varias personalidades radiales ficticias de comienzos de los años ‘40, entre ellos la cantante y presentadora Sally White (Mia Farrow).- La trama está construida sobre la base de una serie de viñetas que vinculan piezas clásicas del cancionero americano o anécdotas de la vida real reversionados, con la historia de los personajes. No faltan la memorable emisión de Orson Welles de “La guerra de los mundos”, las tragedias relatadas por radio, los programas sobre personalidades del deporte, los concursos, los radioteatros, las orquestas transmitidas en vivo desde los clubes nocturnos a los que iban los...

Proyecto Cary Grant Nro. 38: The Bachelor and the Bobby-Soxer (El solterón y la menor) - Irving Reis, 1947.-

The Bachelor and the Bobby-Soxer nos presenta a Cary Grant en el rol de Richard Nugent, un artista que se ve involucrado en una serie de situaciones absurdas cuando la adolescente Susan Turner (Shirley Temple), la “bobby-soxer” del título original, se enamora perdidamente de él.- Esta película tiene una cualidad casi operística en la forma en la que la trama se va complicando con la aparición de personajes secundarios, cada uno con su propia agenda, y con la intervención de un maestro de ceremonias que diseña el plan que resolverá la trama, restableciendo el orden tras un período de muy necesario caos causado por él mismo (en este caso es el Dr. Beemish, el tío de Susan interpretado por Ray Collins en el rol más simpático que le he visto). En el centro de la intriga están Richard y la hermana mayor de Susan, la Juez Margaret Turner (Myrna Loy), quien a su vez tiene como pretendiente a un aburrido asistente de fiscal de distrito, Tommy Chamberlain (Rudy Vallee, quien aquí no canta). Ac...