Con el comienzo del nuevo año me puse a pensar en una de mis colecciones favoritas: la de primeras películas; debuts cinematográficos de actores que luego alcanzarían mayor o menor gloria según el caso. Para empezar, elegí a uno de mis amores de 2018: John Garfield y su debut en Four Daughters, dirigida por Michael Curtiz en 1938.-
Four Daughters es una película extraña: comienza como una suerte de Mujercitas en tono de comedia intrascendente de los años ‘30 o ‘40. Las cuatro hermanas Thea, Kay, Ann y Emma Lemp (Lola, Rosemary y Priscilla Lane y Gale Page respectivamente) viven con su padre viudo (Claude Rains) y una tía solterona (¡maravillosa May Robson!) en una típica casa americana con verja blanca, llena de música, en la que parecen no existir los problemas. Thea y Emma tienen sus pretendientes aburridos en Frank McHugh y Dick Foran pero pierden la cabeza al igual que sus otras hermanas cuando el compositor Felix Deitz (Jeffrey Lynn) irrumpe en sus vidas. Felix está enamorado de Ann pero no escatima atenciones hacia todas las mujeres de la familia, incluída la tía Etta. Todo transcurre plácidamente hasta que entra en escena Mickey Borden (John Garfield), cambiando el tono de la película y robándose todas las escenas, dicho sea de paso.-
Mickey ingresa en la película como un murciélago negro entre tantos cisnes: desarreglado, cínico, con un cigarrillo siempre colgando entre los dientes y echando humo como una chimenea; pero también irresistible y conmovedor en su secreto anhelo de ser amado, de pertenecer. Y cuyo sacrificio ayuda a restablecer el orden. Es que la sola presencia de Mickey en la película representa un riesgo para la burbuja dorada en la que viven los demás personajes: Mickey tiene más talento que el resto, pero no ha sido favorecido por el destino, como él mismo dice. Ello demuestra implícitamente que no hay nada que los Lemp y sus amigos estén haciendo para tener mejor fortuna que él, simplemente han nacido del lado correcto de las vías.-
Mickey parece haberse colado por error en la casa de los Lemp y Garfield casi parece haber hecho lo mismo en la película. O acaso los Lemp parecen haberse escapado de MGM y aterrizado por error en Warner Bros. Alguien parece haber cometido un error, pero sea como fuere Mickey Borden en esta pequeña película planta aquí la semilla de lo que sería la persona de John Garfield en el cine: el outsider, el eterno perdedor imperfecto, querible, con muchísimo talento pero poquísima suerte que se atreve a rasguñar el sueño americano esperando - la mayoría de las veces en vano - hacerse de una partecita de él. Nada muy alejado de lo que fuera Garfield en la vida real...
¡Dios mío, mi querida Bet, qué bonita serie empiezas! Me encanta. Y esta película de John Garfield (jejejeje, un consentido que compartimos...) ¡no la he visto! Me parece buenísima esta frase de tu texto para introducir a su personaje: "Mickey ingresa en la película como un murciélago negro entre tantos cisnes".
ResponderBorrarMe vas a hacer feliz con la lectura de esta serie de artículos.
Beso
Hildy
Hildy querda, esta película ha sido un hermoso descubrimiento para mí y sé que también la disfrutarías mucho. Aún me queda bastante por ver de nuestro querido pero con lo poco que he visto, fue una delicia rastrear esta primera aparición y descubrir esos elementos de su estilo que ya estaban presentes desde el comienzo y aquellas asperezas que se limarían luego.-
BorrarHay toda una seguidilla de películas de esta familia en las que no trabaja Garfield, aún no he podido verlas y confieso que no me genera mucho interés saber que él no estará en ellas; sí me intriga una especie de variación con el mismo elenco que se filmó para aprovechar el éxito de esta película...
¡Qué lindo que es repasar estos comienzos! ¿verdad? Ya seguiré con otros durante este mes.-
Te mando un beso grande, Bet.-