En tan solo sesenta minutos el director John G. Adolfi redondea esta pequeña historia acerca de una familia que intenta salir adelante en una feria de diversiones en plena Depresión. Ma Delano (Lucille La Verne) administra el puesto de máquinas tragamonedas junto a sus hijos Joe (Ray Gallagher) y Jennie (Evalyn Knapp) y el novio de Jennie, Angel (Grant Withers). El tercer hijo de Ma, Harry (nuestro Jimmy Cagney), en cambio se gana la vida trabajando para el contrabandista de bebidas alcohólicas (estamos en plena era de la Prohibición) Mitch McKane (Warren Hymer). Cuando McKane termina muerto en un forcejeo con armas de fuego, la policía sospecha de Angel pero Jennie vio el incidente desde su ventana y sabe la verdad: Harry es el verdadero culpable. La novia de Harry, Myrtle (Joan Blondell también debutando aquí) amenaza con arruinar su coartada, lo cual lleva a Ma a descubrir la verdad. Finalmente Jennie revela lo que sabe para evitar que su novio pague por un crimen que no cometió y la familia reanuda sus actividades habituales mientras Harry es llevado a prisión.-
Sinners’ Holiday no recibe mayores menciones en las memorias de Cagney (Cagney by Cagney, Editorial Doubleday) y sin embargo a mí me ha parecido una película muy interesante. En primer lugar, para ser una película sonora tan antigua (1930) logra un ritmo significativo, con movimientos de cámara fluidos y variados y mucho “aire” en los primeros minutos, en los que se nos muestran los distintos puestos de la feria de diversiones al aire libre. Los diálogos también son rápidos y naturales, muy a tono con las películas de gangsters que cimentarán el éxito de Warner Bros. al año siguiente.-
La forma de contar también está a tono: Harry y Mitch se trenzan en un forcejeo con armas pero el verdadera villano aquí parece ser el Detective Sikes (Purnell Pratt). Después de todo, Mitch confronta a Harry porque cree que fue traicionado por él pero Sikes utiliza todo tipo de manipulaciones para resolver el crimen, presiona a Jennie aprovechando su inocencia y hostiga a toda la familia Delano. En este sentido Sinners’ Holiday se inserta en las temáticas pre-code con elementos que forman parte del guión tanto como de la intención dada por los actores en colaboración con el director.-
¿Y qué nos revela esta película sobre James Cagney? La semana pasada les contaba que MGM no supo qué hacer con Fred Astaire en su primera aparición en la pantalla. Pues aquí (al igual que con John Garfield en Four Daughters) Warner Bros. da en el clavo con este joven Cagney a quien se le permite mostrar en su breve tiempo en pantalla (gran parte de la película discurre en el romance entre Evalyn Knapp y Grant Withers) su dinamismo, su frescura y sus estallidos en una escena emocional con Lucille La Verne. Sinners’ Holiday se convierte así en una pequeña cápsula de talento que estallará apenas un año más tarde cuando Cagney se convierta en El Enemigo Público.-
¡Voy a ser plasta otra vez! Qué serie más interesante. Y toca el bueno de Cagney. Qué bien cuentas su debut como actor y como personaje. Qué película más curiosa.
ResponderBorrarYo hoy he disfrutado mucho, vamos que me lo he pasado de miedo, con la que dice Robert que va a ser su última película. Me refiero a Robert Redford. The old man and the gun. Momentos de puro cine clásico donde Redford cuida y despide a su personaje cinematográfico. Un encanto de peli. Y una química preciosa con Sissi Spacek. Redford, por muchas operaciones que se haya hecho, no pierde el encanto de su sonrisa.
Beso
Hildy
Jaja, tuve que buscar el significado de "plasta", qué buena palabra... Sinners Holiday me sorprendió. Cuando vi que duraba una hora solamente al principio pensé que faltaría algún rollo, pero no, está completa y qué bien contada. No le falta nada. Y Cagney se luce y - esto olvidé mencionarlo - explota desde su debut la compleja relación madre - hijo que desarrollará en muchas de sus películas (cómo olvidar a la madre de White Heat).-
Borrar¿Redford está muy operado? Hace mucho que no lo veo, pero no lo hubiera sospechado. En Algo muy Personal todavía endulzaba el ojo y ya tenía sus añitos, imaginate, jaja. Veré si puedo dar con esta peli, ahora que he puesto un pie en la conejera de Netflix, seguro que la suben allí.-
Yo también tuve un gran día de cine, vi Sin Remisión. Acabo de dejarte un mensaje al respecto...
Un beso grandote, Bet.-