Había tomado una pequeña licencia, pero no puedo dejar pasar el cumpleaños de mi queridísimo Gene Kelly sin dedicarle unas palabras.- Hace un par de años atrás leí la biografía que Clive Hirschhorn escribió sobre Kelly cuando éste aún vivía y si acaso me faltaba un empujoncito para enamorarme, fue ese. Uno no puede menos que sentir una profunda admiración por este muchacho de Pittsburgh, hijo de inmigrantes irlandeses que creció en la pobreza, con un padre alcohólico al cual se esforzaba por no condenar, que descubrió que el baile era (como él mismo dijo) una buena excusa para acercarse a una muchacha y que luego de mucho esfuerzo y algunos retrocesos conquistó el mundo, un paso de baile a la vez.- Creo que la clave para acercarse a su obra está en no perder de vista que Kelly comenzó su carrera no como bailarín sino como coreógrafo y profesor de baile en la Academia que fundó junto con su familia. De allí se entiende mejor su inventiva, su empeño didáctico, su interés en nuev...
(Pequeños momentos de cine)