Aviso: tomaré unos días de licencia mientras me preparo para un proyecto algo grande que ideé para el mes próximo. Si todo sale como lo planeo, el 1ero. de septiembre estaré de regreso y muy bien acompañada. ¡Hasta entonces!
✻✻✻✻
Hoy he llevado mi máquina del tiempo al taller mecánico y mientras espero que la reparen, decidí darme una vuelta por esta década. O más precisamente, por este último año. Así desembarqué en esta película que ya voy viendo en Internet, genera opiniones encontradas entre quienes la aman y quienes la detestan.-
Life Itself es una de esas películas que te desarma para volverte a armar. La historia se desarrolla en una serie de “capítulos”, de historias que ya veremos están íntimamente conectadas aunque por momentos no lo parezca. La primera de ellas es la que sirve de hilo conductor y nos presenta a una joven pareja, Will (Oscar Isaac) y Abby (Olivia Wilde) a la que conocemos a través del relato que Will hace a su terapista (Annnette Bening) seis meses después de la ruptura del vínculo. Este relato está lleno de detalles que resonarán más adelante en los siguientes capítulos que nos llevan ida y vuelta entre Nueva York y Andalucía.-
La trama en definitiva gira en torno a la relevancia insospechada que tienen todos nuestros actos, inclusive los más insignificantes, en las personas que nos rodean. Es una oda a la trascendencia de cada ser humano en el resto de la Humanidad. Es también una apuesta de esperanza a la capacidad que tenemos de enderezar destinos que se han torcido generaciones atrás, a la forma en la que nada está predestinado si nos proponemos enmendarnos.-
Y tiene también un punto muy interesante, explotado particularmente en el primer capítulo, en la cuestión del “narrador no confiable” en la que Abby basa su tesis doctoral en Literatura. Según esta teoría (no muy alejada de la filosofía kantiana respecto de la cosa en sí), dada la distancia que existe entre todo narrador y su objeto, existe una distorsión en la narración que nos impide conocer realmente quién es protagonista y quién secundario, quién es el héroe y quién el antagonista de cada historia. Así, en principio, el único narrador absolutamente confiable sería la vida misma. Pero la vida también nos desorienta y nos lleva por caminos equivocados, de modo tal que se convierte en la menos confiable de todos los narradores. Esta teoría es explicada por Abby en el primer capítulo y luego aplicada en los restantes con mayor o menor intensidad, pero lo más interesante a mí modo de ver es que nos lleva a poner en duda todo lo que observamos en esta y en otras películas. Nos lleva a cuestionar toda narración y la cinematográfica en particular, puesto que en todos los casos estamos expuestos a un punto de vista, aún cuando la historia nos coloque en el lugar de espectadores omniscientes. Después de todo, en un Universo paralelo en el que los personajes tienen vida propia, quién podría decir que Rick es el protagonista de Casablanca y no Sam. O que Lina Lamont es la villana de Singin in the Rain y no Kathy Seldon.-
En cuanto a los puntos problemáticos de la película, en primer lugar debo decir que durante las primera media hora más o menos, tuve un pie afuera. Me costó aceptar la propuesta pero una vez que lo hice, ya no miré atrás. Por otro lado, es verdad que el capítulo final depende de una coincidencia superlativa y de que suspendamos la incredulidad en dimensiones astronómicas, pero para esa altura nos hemos encariñado tanto con los personajes que lo dejamos pasar. Y bien mirado, tampoco es tan extraño que dos personajes tiendan a volver al lugar del evento más dramático de sus vidas ante un nuevo drama que se proyecta sobre ellos…
El tercer punto problemático es que esta teoría del “narrador no confiable”, trasladada a la vida real, puede llevarnos a relativizar todo, inclusive los períodos más oscuros de la Historia bajo el pretexto de que siempre serán conocidos y transmitidos a través de la perspectiva de un narrador-espectador y por lo tanto podría argüirse que todo depende del cristal con que se mire. Pero atención: Life Itself nos invita a considerar que existen distintos puntos de vista, que dependiendo de los zapatos que nos pongamos alguien puede ser el villano o el héroe de una historia, pero no nos pide (sino al contrario) que dejemos nuestro juicio crítico de lado, no propugna el relativismo moral. Por el contrario, nos incita a reflexionar sobre el impacto insospechado que nuestras acciones egoístas o impulsivas pueden tener y sobre la forma en que cada detalle cuenta.-
Adorada Bettttt, qué misterioso proyecto, ¡cuántas ganas de que llegue el 1 de septiembre! Ya iré descubriendo. Y mira lo que te digo, que me has despertado curiosidad con Life Itself. Además está Oscar Isaac, que es uno de mis actuales consentidos... jajajajaja.
ResponderBorrarBeso
Hildy
Jaja, por ahora solo voy a decir que es mucho y pensé que iba a poder cumplir al mismo tiempo con las entradas que restarían en agosto, pero no. Así que resolví parar un poco para no hacer aguas.-
BorrarAy, yo no conocía a Isaac y fijate que fue un viraje que tiene su personaje el que me metió de lleno en la película. Hay un momento de extrema emoción a su cargo, más o menos a los 30 minutos de empezada la peli, que me hicieron parar las antenas. Me ha gustado mucho esta película.-
Un beso grandote, ya nos reencontraremos por aquí en diez días nada más, Bet.-