The Children’s Hour (La mentira infame) - 1961.-
Como ya he mencionado alguna vez, me fascina la idea de un director volviendo sobre sus pasos y haciendo una nueva versión de una película propia. En este caso se trata de nuestro homenajeado del mes, William Wyler, con la remake de These Three. La comparación entre ambas películas es muy interesante y encontré que en determinados aspectos la primera es superior a la segunda y viceversa.-
Comenzando por un punto fundamental: el cambio de época permitió que Wyler y Hellman (se repite la dupla director - guionista) pudieran finalmente contar la historia de homosexualidad como disparador de los rumores que arruinan las vidas de los protagonistas que no habían podido contar en 1936. En este caso Martha (Shirley MacLaine) no está enamorada de Joe Cardin (James Garner) sino de Karen (Audrey Hepburn). El resto de los elementos de la historia se mantiene, con la entrometida tía de Martha incentivando inadvertidamente el conflicto (en un giro encantador, en este caso la tía es interpretada por Miriam Hopkins, que en la versión anterior había representado el rol de la sobrina) y la malvada Mary (Karen Balkin) arruinando las vidas de los protagonistas y manipulando a su compañera de estudios (interpretada aquí por Veronica Cartwright) y a su abuela (Fay Bainter), quien aquí es además tía de Joe.-
La película adopta una estructura diferente a la versión anterior, comenzando directamente con Karen y Martha como directoras de una escuela para niñas que ya está consolidándose y con el romance entre Karen y Joe como algo que viene desarrollándose desde hace tiempo. Asimismo, una vez que estalla el escándalo y Karen y Martha demandan a la abuela de Mary por difamación, The Children’s Hour omite mostrar el juicio. No conozco la obra de teatro de la cual deriva esta historia, pero sospecho que esta estructura se corresponde más con la original y que These Three abunda en la historia previa y luego en la escena del juicio para clarificar y “airear” la trama, sacándola del espacio en el que se desarrolla el grueso de la historia: la escuela. Este cambio no perjudica la historia en absoluto (aunque por un momento creí que las protagonistas no habían hecho demanda alguna) y de hecho durante dos terceras partes de la película pensé que la adaptación era realmente buena, en el sentido en que - sin moverse mucho de la escuela - en ningún momento se siente como una obra de teatro filmada. Sólo en el tercer acto sentí que la puesta en escena se volvía demasiado teatral a medida que aumenta la tensión entre las protagonistas, pero hacia el final la película recupera toda su potencia cinematográfica.-
Siguiendo con la comparación entre ambas películas (y es que es inevitable hacerlo) debo decir que a mi entender The Children’s Hour trastabilla allí donde These Three triunfa, es decir, en las actuaciones de las dos niñas en el ojo de la tormenta. Veronica Cartwright podría llegar a ser un digno sustituto para Marcia Mae Jones pero Karen Balkin de ninguna forma alcanza el nivel de perversidad de Bonita Granville. De hecho, la Mary de Balkin en algún punto me dio la impresión de estar difundiendo rumores cuyo verdadero alcance realmente no comprende. Para contrarrestar, el trío de protagonistas adultos supera (ayudado tal vez por el mayor peso del conflicto que los une) al original.-
Y hablando del peso del conflicto, encontré que tal como está planteado en el tercer acto tiene muchas más aristas de lo que imaginaba. Quiero decir que The Children’s Hour propone dos tipos de conflictos: el primero en los actos uno y dos, es un conflicto hacia el afuera (los rumores, la debacle de la escuela, la malicia de Mary); el segundo, que llena el tercer acto, es un conflicto puertas adentro que afecta la dinámica de la relación en el triángulo protagonista y plantea en especial conflictos internos en Martha y en Karen. Una vez que los conflictos con el afuera quedan agotados, las dos mujeres no tienen más remedio que mirarse la una a la otra y cada una a sí misma y enfrentar todas las cosas no dichas que han venido arrastrando durante años. En particular encontré tremendamente interesante el arco que recorre Martha y que termina (recordando las palabras de Juan José Campanella sobre los finales de las películas) en una forma imprevisible pero inevitable.-
Mi queridaaa Bet, nos has traído LA CALUMNIA o LA MENTIRA INFAME con un texto exquisito comparándola con su antecedente (Esos tres), pero también ahondando en esta nueva mirada de Wyler sobre la historia.
ResponderBorrar¡Qué maravillosa está Shirley MacLaine, ¿verdad?! Qué personaje más maravilloso, presentado con una fuerza arrolladora, para desvelarnos poco a poco su acusada fragilidad. En este caso la calumnia es más dolorosa o tiene consecuencias, desgraciadamente, irreversibles para sus personajes, ¿verdad?
Una anécdota curiosa es que un tema que sí hubiese impacto en los treinta en el cine (de hecho como bien contaste, se modificó bastante el argumento de la obra para pasarla por la pantalla), no causó apenas revuelo alguno en los sesenta. Las mentalidades estaban cambiando...
Ayyyyy, ¿cuál será tu proximo Wyler? ¡Qué nervios!
Besos
Hildy
¡Jaja, me encanta leerte querida Hildy! Confieso que la peli me parecía media-media (mató gran parte de mi interés la elección de reparto para el papel de Mary) hasta ese último acto en el cual MacLaine estalla en su gran escena dramática. Me conmovió mucho el conflicto interno de este personaje, esta falta de adaptación al mundo que la rodea que siente y que la lleva inevitablemente a tomar la decisión que toma. Y esa forma de contar de Wyler, que se queda con Hepburn en su paseo por el jardín y muestra cómo ésta empieza a sentir que hay algo que no anda bien. Y mientras escribo me doy cuenta que no hablo de cuánto me conmovió la interpretación de MacLaine sino el conflicto de Martha, porque en ese momento no vi a la actriz sino al personaje. ¿Qué más se puede pedir?
BorrarNo he leído acerca de la recepción de la peli en los años '60... ¿No causó impacto? Es una lástima que la primera versión no se haya filmado durante el período pre-code, ¿verdad? Pero al menos tenemos esta versión que todavía toca bastantes fibras en nuestros días, al menos despierta compasión si no ya (afortunadamente) escándalo.-
Ah, me sigo guardando ases bajo la manga, jajaja. Estoy disfrutando mucho esta serie que me permite ponerme al día con algunos de mis pendientes.-
Muchos besos, Bet.-