Ir al contenido principal

Proyecto Cary Grant Nro. 5: Hot Saturday (Sábado de juerga) - William A. Seiter, 1932.-


Hot Saturday marcó el primer protagónico de Cary Grant, de modo que hoy estamos de festejo por aquí. Es además una película interesantísima acerca de la dicotomía entre el ser y el parecer en un pequeño pueblo.-

Ruth Brock (Nancy Carroll) trabaja en el banco del pueblo y recibe permanentemente los avances de parte de sus compañeros de trabajo y de uno de los clientes más prominentes, el playboy Romer Sheffield (Cary Grant). Un sábado de verano acepta salir con Connie (Edward Woods), uno de sus compañeros de oficina, pero la cita termina abruptamente cuando el joven intenta abusar de ella. Ruth se refugia en la casa de Romer, quien le proporciona los medios para regresar a casa. Cuando todo el pueblo comienza a rumorear que Ruth estuvo a solas con Romer y que además volvió a casa nada menos que en el coche del millonario, la reputación de Ruth queda arruinada frustrando sus chances de matrimonio con su enamorado de la infancia, Bill Fadden (Randolph Scott).-

Esta es una de esas películas típicas de este período en las que cada fotograma está lleno de elementos que gritan pre-code: lencería (y un comentario sobre cómo ya nadie usa ropa interior), consumo de alcohol en plena Prohibición, jóvenes besándose en todos los rincones, promiscuidad, dobles estándares morales. La película gira particularmente sobre este último punto a partir de la rivalidad entre Ruth y Eva (Lilian Bond), la hija del gerente del banco. Eva es más promiscua que Ruth (quien en rigor de verdad, no hace nada “censurable” hasta bien avanzada la historia), pero tiene dos ventajas a su favor: dinero y refinamiento, entonces nadie la juzga porque sus pecados quedan ocultos. Algo similar ocurre entre Romer y Connie: Romer expone su intimidad porque no siente que deba avergonzarse (después de todo, nadie está siendo herido en lo que es un intercambio amoroso consentido entre adultos) mientras que Connie aparenta ser un buen chico pero a la menor distracción se avalanza sobre Ruth sin miramientos. Romer y Ruth tienen, además, una interesante conversación respecto de las opciones de una joven como Ruth en un pueblo como ese (básicamente, el matrimonio) y sobre la pérdida de autonomía que ello implica para una mujer en la Sociedad de los años ‘30.-

Otro aspecto interesante de la película es la dinámica familiar de los Brock. Ruth vive con sus padres (William Collier Sr. y Jane Darwell) y con su hermana menor Annie (Rose Coghlan). La casa en la que viven es bastante confortable pero la familia tiene deudas y la única que trabaja fuera del hogar es Ruth. Su padre es llamado “Senador” por el cartero y se da aires de importancia regalando cigarros a todo el mundo (cigarros que paga Ruth, por cierto). La Sra. Brock, por su parte, controla cada centavo que Ruth gana pero al mismo tiempo la critica severamente y no ve la hora de casarla para pasarle “el problema” a otro. En este contexto, la llegada de Bill se presenta como la salvación. No sabemos exactamente qué relación tiene Bill con la familia, se conocen desde hace muchos años y el joven fue al colegio en ese pueblo pero no parece tener familia allí (a su regreso se queda con los Brock). Y la impresión que da es que Bill es el que “lo logró”, se fue del pueblo, estudió geología en la Universidad y ahora regresa para conducir sus investigaciones; mientras que el resto se quedó y trabaja de lo que el pueblo tenga para ofrecer. De alguna manera parecería que los otros jóvenes no se lo perdonan porque en cuanto pueden, arruinan su felicidad, no como objetivo principal claro está, Bill no es más que una víctima colateral del daño que quieren causarle a Ruth pero esto no frena a Connie y compañía.-

En cuanto a Grant, si bien aparece primero en el reparto no es la estrella de la historia. La protagonista es Nancy Carroll, pero Grant tiene bastante tiempo en pantalla y cumple un rol fundamental primero como elemento de desestabilización en la comunidad y luego como caballero que salva a la damisela en apuros. Su Romer es un personaje bastante interesante (sin dudas el hombre más interesante en la trama, el resto es un puñado de idiotas), en especial en lo que respecta a su teoría sobre el matrimonio. Romer no quiere casarse no porque no quiera perder su libertad sino porque no quiere que su pareja pierda la suya. No quiere convertirse en “propietario” de nadie, que es lo que ocurría en aquella época a qué negarlo. Lo único disonante en este sentido es el final, que en una interpretación literal daría a entender que Ruth no pudo escapar a su destino; aunque en una segunda lectura, también podríamos pensar que se lleva lo mejor de los dos mundos: tuvo su aventura y ahora tendrá respetabilidad.- 

Seiter nos deja la puerta abierta con un final abrupto coherente con el estilo de una película que arranca “empezada” (no sabemos de dónde vienen los personajes ni qué pasa con ellos después de este fin de semana) y en donde las escenas terminan en general con un fundido a negro que se superpone con el diálogo. Todo en Hot Saturday es dinámico como un fin de semana de juerga.-

Comentarios

  1. Mi querida, querida, querida Bet, qué ganas de seguir leyéndote y continuar compartiendo lazos y películas a través de nuestro blog-hogares.
    Felices fiestas y te deseo un nuevo año lleno de buenas sorpresas y proyectos hermosos.
    ¡¡¡ Cuántas películas descubriremos este año!!!
    Ya sabes que me encanta siempre saber de ti.
    ¡Nos seguimos escribiendo y leyendo!

    Beso
    Hildy

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. ¡Querida Hildy! Nuestra amistad de cine es una de las más importantes para mí (esta chica del parasol blanco no conoce muuucha gente con la cual intercambiar nombres y títulos y emociones de tanto tiempo atrás sin que la miren con cara rara).-
      El mes próximo se cumplirán nueve años desde que descubrí tu blog (aunque me tomó varios meses atreverme a escribirte) y siempre que llega un nuevo aniversario me pongo emotiva, jaja. Por supuesto que seguiremos leyéndonos. En lo personal, tendré un año muy cargado desde lo laboral de modo que el cine y las charlas sobre cine serán un refugio más que necesario.-
      Te mando un abrazo inmenso, Bet.-
      PD: ¿Has visto Hot Saturday?

      Borrar
  2. Queridaaa Betttt, no, no he visto Hot Saturday. Me descubres maravillas precode.
    Miro a su director y busco su filmografía. Me doy cuenta la cantidad de títulos que tiene e indago lo que he visto, que no es mucho la verdad. Y me sorprendo.
    Otra peli precode que me resultó la mar de interesante: Una oportunidad en el cielo (Chance at Heaven, 1933) con el bello Joe McCrea y Ginger Rogers. Películas musicales con Fred Astaire como Roberta o Bailando nace el amor... ¡Una de los hermanos Marx, El hotel de los líos! ¡Y uno de los primeros papeles protagonistas de Ava... en una pequeña película mágica: Venus era mujer!
    ¡¡¡Nueve años ya de amistad cibernética!!! ¡Cuántas películas nos quedan por compartir! Qué bonitooooo.

    Beso
    Hildy

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Hot Saturday vale mucho la pena. De las películas que mencionás, Roberta tiene mi número favorito de Astaire y Rogers, Smoke gets in your eyes y Room Service fue mi primera película de los hermanos Marx, no la recuerdo muy bien pero fue mi puerta de entrada a ellos, así que se ve que me gustó, jaja. Bailando nace el amor sé que la vi pero no me entusiasmó mucho, nunca volví a ella.
      ¡Qué ganas de ver más películas de Joel McCrea! Era guapísimo en su juventud y siempre me gustó en Corresponsal extranjero de Hitchcock.-
      ¡Sí, ya serán nueve años! Parece mentira...
      Te mando un abrazo inmenso, Bet.-

      Borrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

Nuevo abecedario de cine (Edición musicales): P- Q.-

The Pajama Game (Juego de Pijamas) - George Abbott y Stanley Donen, 1957.- Sid Sorokin (John Raitt) acaba de conseguir trabajo como superintendente de la fábrica de pijamas propiedad del Sr. Hasler (Ralph Dunn) cuando un conflicto con uno de los operarios lo pone delante del “comité de agravios” presidido por Babe Williams (Doris Day). El romance nace casi a primera vista, pero hay un problema: por su función, Sid está del lado de la patronal mientras que Babe vive para el sindicato de trabajadores cuando éstos están en plena negociación por un incremento salarial de siete centavos y medio la hora.- Vi por primera vez esta película hace casi diez años y si bien en su momento me gustó mucho, por algún motivo no había vuelto a verla. Redescubrirla fue una delicia absoluta. Empezando por el principio (literalmente), había olvidado que la coreografía es de Bob Fosse y aquí ciertamente se luce creando números multitudinarios que transforman los movimientos típicos de un taller de confección

Variaciones sobre un mismo tema: Love Affair (1939) - An Affair to Remember (1957).-

En este caso comentaré ambas películas a la vez porque el diálogo entre ambas es tan intenso que siento que no puedo separarlas.- Love Affair y An Affair to Remember forman parte de una miniserie dentro de esta serie de variaciones que encuentro fascinante y es la de directores que se pusieron al frente de remakes de sus propias películas, en este caso Leo McCarey. Me intriga mucho la idea de un director lo suficientemente comprometido con una determinada historia como para retomarla años después con otro elenco, otra tecnología, otra forma de contar.- Hacía mucho tiempo que no me reencontraba con estas películas (particularmente con Love Affair , que creo que sólo ví una vez antes) y de pronto descubrí aristas que nunca había advertido. Ahora creo descubrir que lo que resulta tan atrayente de esta historia no es tanto el aspecto del deber y la tragedia interponiéndose en una pareja (hay muchas historias con los mismos elementos) sino principalmente esta idea de dos seres

El hijo de la novia - Juan José Campanella, 2001.-

Confieso desde el comienzo que me encanta la obra cinematográfica de Campanella, de modo que no soy muy objetiva al decir que esta película está llena de “momentos”, casi todas las escenas son oro en polvo y con mucho esfuerzo seleccioné estas cinco. Aquí van... Momento N° 1: el sueño de Rafael.- Para el comienzo del segundo acto, Rafael (Ricardo Darín) está internado en un sanatorio luego de haber sufrido un infarto. A su lado, inclinada sobre un ejemplar de la revista “Cosas” (un guiño a la primera película del director, cuyos protagonistas trabajaban para una publicación del mismo nombre), duerme su novia Natalia (Natalia Verbeke). De pronto Rafael se despierta, llama a Natalia y comienza a contarle el sueño de su vida: lisa y llanamente, quiere irse a la mierda. Mientras Rafael se explaya sobre la idea hablando casi para sí mismo, Campanella se concentra en Natalia, quien rápidamente advierte que en el sueño de Rafael no hay ningún lugar para ella. En toda esta escena Verb