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Sesiones de cine de Navidad (primera entrega).-


Este año comencé temprano la temporada de cine festivo. Aquí les traigo mini reseñas de las películas que ví hasta ahora.-


Christmas in July (Navidades en julio) - Preston Sturges, 1940.-



Me senté a ver esta película convencida de que el argumento era uno y resultó ser otro completamente diferente. Christmas in July no es una película de Navidad en apariencia pero sí en espíritu; es una historia de esperanza, de generosidad y de amor al prójimo que tiene por protagonistas a una joven pareja de enamorados. Jimmy MacDonald (Dick Powell) y Betty Casey (Ellen Drew) trabajan juntos en la misma empresa, viven en edificios cercanos en una vecindad de inmigrantes y gente trabajadora y están comprometidos pero no pueden casarse porque no tienen suficiente dinero. Todas las esperanzas de Jimmy están puestas en ganar un concurso auspiciado por el Café Maxford, gracias a un nuevo slogan creado por él. Cuando tres compañeros de oficina deciden jugarle una broma haciéndole creer que ha ganado el premio las vidas de Jimmy y Betty cambian rotundamente en 24 horas.-

El recurso narrativo de los compañeros de oficina que hacen creer a un incauto que ha ganado un premio es conocido, pero aquí cobra un giro original porque el engaño no trae más que cosas buenas para Jimmy: su jefe (él trabaja para una empresa competidora de Maxford) decide ascenderlo a creativo publicitario, el Sr. Maxford (Raymond Walburn) le entrega el cheque debido a una confusión en su propia empresa (el jurado que debe elegir al ganador se tomó muy en serio su función y está deliberando hace días sin emitir un veredicto) y Jimmy utiliza el dinero (que en realidad no ganó) para “hacer el bien”. Hasta el último momento uno se queda en vilo porque a cada momento existe la posibilidad de que la ilusión se rompa de la peor manera (el Sr. Maxford amenaza con denunciar a Jimmy, los vendedores a los que compró artículos de lujo lo quieren linchar y el jefe de Jimmy sólo cree en él si resultó ganador del concurso) y en esto la interpretación de Powell, a quien sólo conozco de sus musicales pre-code, resulta fundamental. Jimmy es sincero y se esfuerza cotidianamente para salir adelante con una confianza en sí mismo que es arrolladora. Logra que los demás crean en él porque él cree en sí mismo y para los momentos de duda, la tiene a Betty.-


In the Good Old Summertime (En aquel viejo verano) - Robert Z. Leonard, 1949.-



Esta película apareció en este blog hace muchísimo tiempo en compañía de las otras versiones de la misma historia The Shop Around the Corner y You’ve Got Mail (dejo aquí el enlace) y aún le debo una reseña completa. La historia de los amigos por correspondencia que se enamoran sin saber que en la vida real son enemigos aquí se traslada al Chicago de principios del Siglo XX. Los enamorados tienen los rostros de Judy Garland y Van Johnson y en este caso trabajan como vendedores para una tienda de instrumentos musicales propiedad del Sr. Oberkugen (S. K. Sakall). Esta es la versión más “amable” de la historia, muchos de los elementos dramáticos de la versión original y de la  remake no aparecen, no hay antagonistas y a cambio hay muchas canciones maravillosas cantadas por Garland.-

Lo que funciona de maravillas aquí es la química entre Garland y Johnson. Él no está entre mis favoritos pero siempre cumple. En In the Good Old Summertime hace más que eso: es dulce y brinda una interpretación dinámica, enamorándose poco a poco y a su pesar de esta jovencita que lo molesta en el trabajo y aunque ya está enamorado de la mujer con la que intercambia cartas (es una suerte que se trate de la misma persona, detalle que en esta versión conocemos de entrada, a diferencia de la versión anterior). Garland por su parte tiene algunos estallidos de ese nerviosismo tan propio de ella y que hace daño ver, pero por la mayor parte brilla en esta película manejada en tono de comedia.-


The Shop Around the Corner (El bazar de las sorpresas) - Ernst Lubitsch, 1940.-



Lubitsch mío de mi corazón, nunca dejás de enamorarme. Esta película formaba parte obviamente del mismo artículo al que me referí en el apartado anterior y la ví tantas otras veces, por lo que me senté frente a la pantalla pensando que ya no me aguardaban sorpresas. En un principio me concentré, entonces, en los detalles técnicos y reparé en las tomas largas y la cámara que acompaña el movimiento de las que se vale el director para contar su historia con fluidez, aprovechando que tiene un elenco de lujo encabezado por James Stewart, Margaret Sullavan y Frank Morgan. Pero a poco de avanzada la película, dejé de preocuparme por la forma en la que la historia es contada para caerme una vez más en la historia. Los avatares de Alfred (Stewart) y Klara (Sullavan) como miembros de esta suerte de familia que forman los empleados del Sr. Matuschek (Frank Morgan) son aún más cautivantes que el dominio de Lubitsch como director. O tal vez ello sea así porque los actores que los interpretan están bajo ese dominio.-

Esta película sin dudas necesita su propio texto (lo pide al ritmo de Ochi Tchornya) pero no podía dejar de mencionarla en este repaso porque luego de ver In the Good Old Summertime necesité volver a las calles de Budapest para darme una vuelta por Matuschek y Compañía.-


Holiday Affair - Don Hartman, 1949.-



En esta película la Navidad no es más que un pretexto para meter a Robert Mitchum en la casa de Janet Leigh, pero igual me gusta bastante. Connie Ennis (Leigh) es una joven viuda madre de un niño de seis o siete años, Timmy (Gordon Gebert, esforzándose bastante por parecer tierno), que se gana la vida comprando productos en tiendas competidoras para reportar a su empleador sobre los distintos precios (una práctica comercial considerada desleal). Una de sus “víctimas” resulta ser Steve Mason (Robert Mitchum), el empleado de una juguetería que termina siendo despedido por no exponer la farsa. Steve termina involucrado con la familia de Connie a partir de una serie de eventos fortuitos y desencadena una crisis entre Connie y su prometido Carl Davis (sí, igual que mi compositor favorito de cine mudo) interpretado por Wendell Corey.-

En realidad la relación entre Connie y Carl no venía muy bien desde el principio. Connie vive dedicada a mantener la memoria de su esposo viva en la mente de su hijo y en cierto modo el niño ha pasado a ocupar el lugar de su padre en la familia, como le hacen notar tanto Carl como Steve. Y ciertamente, una vez que Mitchum aparece en escena el pobre Wendell Corey no tiene muchas posibilidades. Steve es espontáneo y soñador y generoso allí donde Carl sólo ofrece seguridad. Lo cual no es poco para una madre a cargo de un niño pequeño, pero Connie no solamente madre como descubrirá tras conocer a Steve. Leigh está jovencísima en esta película y parece más cercana a su papel en Mujercitas que al de Psicosis, pero sus escenas con Mitchum son bastante sexy para una película navideña. En especial la escena en la que Connie visita a Steve en su dormitorio y recibe la advertencia de la casera sobre mantener la puerta abierta. “Preocupémosla” dice Steve cerrando la puerta “pero no vamos a preocuparte a tí” agrega ocultando su cama rebatible. Es una tontería, pero este breve momento me encanta por todo lo que se desprende de él. Primero, la burla al Código Hays al sugerir la posibilidad de relaciones sexuales; segundo, la atracción entre Connie y Steve y la idea de lo que podría pasar (durante esta escena Carl está esperando abajo en su auto, pero sólo por cinco minutos como le dijo a Connie, si ella no sale en ese tiempo, él entenderá que todo quedó arreglado entre los enamorados y se irá); tercero, los reparos de Connie y el respeto de Steve (anoche volví a ver la maravillosa Heaven knows, Mr. Allison y una situación similar se da entre Mitchum y Kerr, cuando él le afirma con toda sinceridad que no debe temerle, él no es un depredador). ¡Aaaggg! me he ido un poco por las ramas, pero cada vez que veo una película en la que aparece Mitchum no puedo evitar entregarle todo mi corazón… hasta que vea la siguiente película con otro de mis favoritos, cuando el corazón es grande se comparte.-

Holiday Affair es una película “adulta” que lidia con el dolor de la pérdida y con la posibilidad de un nuevo amor y en donde Mitchum viene a aportar la cuota de verdades duras dichas en la cara.-


Remember the Night (Recuerdo de una noche) - Mitchell Leisen, 1940.-



Antes de Double Indemnity, Barbara Stanwyck y Fred MacMurray protagonizaron esta encantadora película de Navidad. Lee Leander (Stanwyck) es una ladrona y John Sargent (MacMurray) el fiscal que debe acusarla. John logra que el juicio se posponga hasta después de la Navidad pero su conciencia no le permite dejar que Lee pase las fiestas en la cárcel, por lo que envía el dinero para su fianza. Por un malentendido Lee termina en el apartamento de John quien, ya que hizo tanto en pos del espíritu festivo, se ofrece a llevar a la joven a ver a su familia de paso a su propio viaje a casa. El rechazo de la madre de Lee hace que ambos terminen donde la madre de John (Beulah Bondi) en donde Lee experimentará por primera vez una Navidad en familia.-

Este es el tipo de historias que hemos visto una y mil veces y sin embargo, siempre nos atrapan cuando los actores que aparecen en ellas desbordan carisma. Nadie mejor que Stanwyck para encarnar a la “chica dura” con el corazón de oro y nadie mejor que MacMurray para el rol de un hombre que es astuto en su trabajo pero no por ello ha perdido la confianza en la bondad de las personas.-

Hay dos cosas que encontré fascinantes en esta película. La primera es la escena en la que John lleva a Lee a casa de su madre. La escena está filmada de una forma bellísima: la casa materna de Lee está en penumbras cuando la pareja llega, por lo que la madre de Lee (Georgia Caine, quien había interpretado a la madre de Dick Powell en Christmas in July) aparece primero en silueta prolongando la duda sobre cómo recibirá a su problemática hija. La amargura de esta mujer es palpable y la forma en la que la escena está fotografiada acentúa la ruptura insalvable de esta relación entre madre e hija. El otro detalle que me encanta de esta escena es que John decodifica enseguida lo que está ocurriendo y ofrece una solución rápida y compasiva hacia Lee, sin discursos moralistas.-

El segundo aspecto fascinante es la forma en la que la película me dejó pensando. Hay dos momentos de la historia que no me gustaron pero sobre los que no pude dejar de pensar, encontrándoles sentido más tarde. El primero es la representación del valet negro de John, Rufus (Fred Toones), la cual no tiene nada de inusual en el contexto del Hollywood de los años ‘40 y en la que normalmente no hubiera reparado con detenimiento porque no me gusta juzgar estéticas de otros tiempos con parámetros contemporáneos, pero aquí llegó a molestarme. Sin embargo, pasados un par de días desde el visionado y todavía dándole vueltas al asunto, descubrí un detalle que Preston Sturges (guionista de la película) introduce y que de alguna manera viene a subvertir el estándar de la época. Rufus no es brillante en lo que dice ni en su forma de decirlo, pero tiene por iniciativa propia un gesto considerado hacia su empleador y que resultará de vital importancia más adelante; prepara un par de sandwiches y un termo de café para el viaje en auto que John y Lee van a emprender. Este pequeño gesto, que es mostrado en imágenes más de lo que se habla de él, reivindica a Rufus y muestra - en contradicción con lo que los parámetros culturales de la época admitían - que el valet es mucho más inteligente de lo que se presenta. El segundo momento que me pareció superfluo y no particularmente cómico tiene lugar cuando John y Lee se pierden durante la travesía en auto (de aquí que los preparativos de Rufus hayan sido vitales) y deben pasar la noche en el vehículo. A la mañana siguiente son conducidos por el propietario de la granja en la que han irrumpido sin saberlo, ante el Juez local. Para salir del paso y librarse de una segura condena, Lee inicia un pequeño incendio y entonces la pareja logra escapar. Toda esta secuencia me pareció innecesaria hasta que advertí que cumple una función importantísima en el desarrollo del personaje de John. Su cerebro de fiscal lo lleva a censurar la maniobra, pero más tarde su corazón lo llevará a intentar una estrategia aún más grave que la travesura de Lee.-


Comentarios

  1. Pero que ciclo más maravilloso de películas con Navidad de fondo.
    Está mi favorita: El bazar de las sorpresas. Y otra que adoro y no me canso de verla: Recuerdo de una noche. Pero me volvería ver todas de nuevo. Solo hay una que no he visto y está por supuesto en mi lista de pendientes: In the Good Old Summertime.
    ¡Espero la siguiente espera!

    Beso
    Hildy

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    Respuestas
    1. ¡Sí, sé que compartimos el amor por Matuschek y Compañía! In the Good Old Summertime es adorable, yo no la veía hacía años y había olvidado lo encantadora que es. Garland tiene a su cargo casi todos los números musicales y está fantástica aquí.-
      De Remember the Night me mata la pareja principal y la escena en la que van a ver a la madre de Stanwyck. Ahora quisiera ver Christmas in Connecticut también con Stanwyck, película que no he visto y siempre confundo con esta. Vendrá en la siguiente entrega, tal vez.-
      Un beso enorme, Bet.-

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