Ir al contenido principal

The Kiss (El beso) - Jacques Feyder, 1929.-

 


Hace un mes atrás comenté Knight Without Armor protagonizada por mi querido Robert Donat y allí mencioné que me interesaba mucho descubrir The Kiss, del mismo director. Pues, aquí estamos con esta película que me deja con aún más ganas de ahondar en la obra de Feyder.-

La historia gira en torno de las relaciones de Irene Guarry (Greta Garbo) con tres hombres: su marido (Anders Randolf), su amante André (Conrad Nagel) y Pierre Lassalle (Lew Ayres en su primer rol importante), un joven amigo de la familia que está enamorado de ella. Los celos de Guarry terminan en tragedia cuando malinterpreta una escena entre Irene y Pierre, dando lugar a una investigación policial que tiene a Irene por principal sospechosa.-

The Kiss es una película ágil que mantiene un excelente ritmo a medida que la trama avanza. Sólo en el último acto trastabilla un poco y creo que la historia se hubiera beneficiado con algunos minutos más de duración que permitieran redondear el desenlace (dura solamente 62 minutos). Me impresionó sobre todo el uso que Feyder hace de su cámara para contar esta historia que, siendo silente, no tiene más que imágenes a las que echar mano. Aquí la cámara tiene vida, se desplaza acompañando a los personajes en sus idas y vueltas o para mostrarnos lo que miran con disimulo. Sabe también quedarse rezagada para ocultarnos parte de la historia y adoptar distintos puntos de vista para anticiparnos aquello que Irene (a quien seguimos en líneas generales) no sabe.-

Hay dos momentos en particular que me gustaron muchísimo: en el primero, después de que Guarry sorprende a Irene en los brazos de Pierre, los tres terminan en el despacho de aquél en donde sabemos de antemano que se oculta un arma. Un movimiento de Irene hace que la puerta del despacho se cierre, dejándonos fuera. Luego la cámara se retira lentamente y nada ocurre por unos segundos, hasta que escuchamos un golpe seco y la campanilla de un teléfono (la película es muda, pero tiene sonido sincronizado para esta escena). Tensión pura.

El segundo momento que me fascinó tiene lugar en la escena siguiente: el padre de Pierre (Holmes Herbert) se ha quedado dormido esperando a que Guarry acuda a una cita de negocios cuando de pronto la cámara repara en la sombra vacilante de alguien que está por entrar. Se trata de un Pierre malherido que anuncia que Guarry ha muerto. Este plano es exquisito y adoro que Feyder haya escogido, entre las mil maneras diferentes de contar, precisamente esta.-

Otro detalle que me gustó muchísimo desde lo narrativo tiene que ver con la recreación que Feyder hace del relato de Irene a los investigadores. En esto The Kiss me trajo inmediatamente a la memoria el llamado “falso flashback” de Stage Fright de Alfred Hitchcock en cuanto Feyder elige mostrarnos que Irene miente antes que recostarse enteramente en los intertítulos (hay algunos, pero la mayor parte de la escena es contada en imágenes). Las mentiras de Irene no surgen solamente del contraste entre este relato y lo que ya conocemos por haber visto la escena completa con anterioridad, sino fundamentalmente del juego visual que el director propone en donde las agujas del reloj vacilan, la mano de Irene se detiene a mitad de camino hacia el interruptor de luces, las hojas de las ventanas se cierran por arte de magia, todo ello mientras la protagonista decide en su mente cuándo y bajo qué circunstancias escénicas ambientar su historia.-

Luego de esta sección de la historia, sobreviene el inevitable juicio y es aquí donde la película decae un poco principalmente porque empieza a reposar sobre los hombros de Conrad Nagel (lo siento mucho, pero cada vez que lo veo no puedo evitar imaginarme a mi amado John Gilbert en el mismo papel; lo hubiera hecho diez veces mejor). Pero antes del comienzo del tercer acto hay un breve intermedio que nos muestra el impacto que el escándalo está teniendo en la población… es decir poco y nada. Los verduleros envuelven sus mercaderías con la foto de Irene, los barrenderos recogen los periódicos descartados, la noticia es leída sin mucho interés en los bares. Y, en una escena preciosa, las empleadas de limpieza de la Corte comentan el caso avalando la actitud de Irene mientras una de ellas se sienta a sus anchas en la butaca del Juez y las demás se apoyan relajadamente sobre la vitrina que exhibe las fotos del marido muerto. Esta breve secuencia es una verdadera joya que es sucedida por una escena de corte imperfecta, con cabos sueltos, y una confesión final que deja la película casi sin resolución.-

Para terminar quisiera dedicar unas palabras al trabajo de Garbo. Ya he mencionado alguna vez que me gusta mucho más en su versión silente que en la sonora (con la maravillosa excepción de Ninotchka y es que, curiosamente, me gusta mucho Garbo haciendo comedia) y esta película me confirma una vez más esta preferencia. Aquí está genial en especial en el primer acto de la historia, en donde maniobra con destreza entre su marido, su amante y su enamorado. Me gustó mucho en particular la dinámica que establece entre Irene y Guarry. Éste es presentado como un hombre terrible que hace temblar a los sirvientes y que no duda en ir en busca de un arma para calmar sus celos pero Irene, más allá de no estar enamorada de él y de saberlo un pesado, ni le teme ni pierde los estribos con él. Casi hasta podría decirse que se divierte con sus tonterías de hombre todopoderoso. Con Nagel, Garbo es más ella misma en su versión más convencional: sacrificio amoroso y dolor están a la orden del día. Pero sus mejores escenas son las que tiene con Ayres, y Ayres (dentro de su juventud e inexperiencia ante las cámaras) brilla. Leí alguna vez que en esta película Lew Ayres recibió su primer beso en la pantalla y Garbo le planta verdaderamente un besazo de película. Pero volviendo al tema, Irene consiente a Pierre al mismo tiempo que lo mantiene a raya sabiendo que lo suyo no es más que un flechazo de adolescencia. Garbo, en similar control frente a un compañero de escena inexperto, lleva adelante las escenas con aplomo.-

Como decía, esta película podría hacer una buena sesión doble con Stage Fright pero también me hizo venir a la mente otra película muda de Garbo, The Single Standard, la cual ví sólo una vez y si bien no aborda el mismo tema creo que va bien en cuanto al estilo en el que está filmada (al menos por lo que recuerdo).-


Comentarios

  1. Hola Bea (soy Manuel, el otro, el que no tiene blog)
    En sesenta minutos, y sin mediar palabra, Greta presume de admirador -más joven que ella-, amante -de su edad- y marido -mayor-. Yo aquí veo un claro simbolismo del desarrollo de un romance: los torpes inicios, el esplendor y los malos rollos cuando el asunto se acaba. Para apoyar mi teoría sólo hay que fijarse en la "sutil" frase de promoción: "Una mujer hecha para el amor... sacrificada en el altar de una pasión desesperada..." Creo que sólo las estatuas y las personas incapaces de pillar una buena metáfora se quedaron sin ver hasta dónde llegaba ese "sacrificio".
    Un saludo, Manuel.
    PD. Muy buenos tus "cincuenta puntos de Bea"

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. ¡Bienvenido Manuel! Gracias, gracias por pasar por aquí.-
      Me encantó la interpretación sobre "las tres edades del amor" representadas en The Kiss. Es que nada en estas películas está puesto al azar y por eso dan para repetir visionados.-
      Te mando un abrazo grande, Bet.-

      Borrar
  2. Queridísima Bet: me encanta el fotograma que has puesto de El Beso y me confirmas que tengo que descubrir más películas de Jacques Feyder.
    No solo El beso para completar además mi filmografía alrededor de Greta Garbo, sino toparme con obras de este director que llaman poderosamente mi atención.
    Tú me hiciste disfrutar de lo lindo con La Condesa Alexandra.
    Pronto me pondré con una de las más reconocidas de su filmografía y de la que tengo fácil acceso: La kermesse heroica.
    Por cierto también descubro lo mucho que me queda por ver de Lew Ayres, entre otras cosas su debut en esta película de Greta Garbo. Miro su filmografía y veo un montón de títulos que me llaman. De sus primeras películas no olvido momentos de Sin novedad en el frente de Lewis Milestone.

    Beso
    Hildy

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. ¡Querida Hildy! El beso del título es efectivamente un beso de película (esta es una foto de promoción, el momento en la película es aún más íntimo porque la cámara está como montada en la oreja de Ayres, así que parece que uno estuviera incluido en el abrazo).-
      A mí me gusta mucho la etapa silente de Garbo pero la sorpresa de esta película me la llevé precisamente con Ayres. Aquí insinúa un rango que va a explotar en Sin novedad en el frente. ¿Alguna vez leíste la novela? pregunto yo yéndome por las ramas. Yo estoy tras sus pasos pero no he dado con una traducción, está difícil de encontrar por estos lados.-
      Además, volviendo a Ayres, a mí siempre me da gusto verlo de joven porque mi primer encuentro con él fue en Dark Mirror, película que he visto mucho (pero nunca reseñado) y que me dejó grabada la imagen de Ayres ya un poco más maduro.-
      Espero ansiosa poder descubrir más Feyder a través de tus palabras. Esta vez no encontré enlace para compartir la peli...
      Un abrazo grandote, grandote, Bet.-

      Borrar
    2. Querida Betttt, no he leído la novela de Sin novedad en el frente. Aquí veo que está en una buena editorial que cuida sus libros y traducciones, Edhasa, por si te sirve el dato. De hecho llevo tiempo detrás de leerme novelas de Erich Maria Remarque.
      ¡Nos iremos chivando nuestros descubrimientos de Feyder!
      Y redescubriendo de nuevo a Ayres, ¿te puedes creer que he visto películas donde está él cuando era más mayor, pero no recuerdo ahora sus personajes como Belinda o Tempestad sobre Washington?

      Beso
      Hildy

      Borrar
    3. ¡Gracias! Tomo nota de la editorial porque, al comprar todo por Internet, nunca tengo oportunidad de hojear y comparar de antemano. Es todo a suerte y verdad, jaja.-
      Yo me enamoré de Ayres en Belinda, peli que descubrí no hace tanto tiempo. Pero no he visto ni conocía Tempestad sobre Washington. ¡Qué elenco tiene! Ya me puse en campaña para dar con ella.-
      Qué lujo intercambiar de esta manera. Más abrazos, Bet.-

      Borrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

Nuevo abecedario de cine (Edición musicales): N.-

Neptune’s Daughter (La hija de Neptuno) - Edward Bussell, 1949.- No podían faltar las fantasías acuáticas de Esther Williams en este abecedario de cine. En este caso la sirena de Hollywood es Eve Barrett, una nadadora amateur que es captada por el empresario de trajes de baño Joe Backett (Keenan Wynn) para que diseñe piezas para él. Tiempo después, Eve se ve involucrada en una intriga amorosa con el polista sudamericano José O’Rourke (Ricardo Montalbán) a quien cree separar de su hermana menor Betty (Betty Garrett), aunque ésta está enamorada de un masajista llamado Jack Spratt (Red Skelton) que usurpó inocentemente la identidad del polista.- Por complicada que parezca la trama de la película (y se complica aún más con la intervención de un mafioso que secuestra a ambos José, al falso y al verdadero, para asegurar una apuesta deportiva, y con un improvisado poliedro amoroso cuando Joe se revela enamorado de Eve), no hay mucho allí. Neptune’s Daughter es una pequeña película que recue

Variaciones sobre un mismo tema: Love Affair (1939) - An Affair to Remember (1957).-

En este caso comentaré ambas películas a la vez porque el diálogo entre ambas es tan intenso que siento que no puedo separarlas.- Love Affair y An Affair to Remember forman parte de una miniserie dentro de esta serie de variaciones que encuentro fascinante y es la de directores que se pusieron al frente de remakes de sus propias películas, en este caso Leo McCarey. Me intriga mucho la idea de un director lo suficientemente comprometido con una determinada historia como para retomarla años después con otro elenco, otra tecnología, otra forma de contar.- Hacía mucho tiempo que no me reencontraba con estas películas (particularmente con Love Affair , que creo que sólo ví una vez antes) y de pronto descubrí aristas que nunca había advertido. Ahora creo descubrir que lo que resulta tan atrayente de esta historia no es tanto el aspecto del deber y la tragedia interponiéndose en una pareja (hay muchas historias con los mismos elementos) sino principalmente esta idea de dos seres

The Band Wagon (Melodías de Broadway) - Vincente Minnelli, 1953.-

Volví a reencontrarme con este magnífico musical luego de mucho tiempo y quedé fascinada por la potencia de sus números de baile, por supuesto, pero sobre todo por la enorme capacidad del trío principal (Fred Astaire, Cyd Charisse y el director Vincente Minnelli) de reírse de sí mismos y de reinventar el presente, dejando a la vez una mirada melancólica sobre el pasado.- Astaire inaugura su tercera década en la pantalla en el rol de Tony Hunter, una antigua gloria del cine que ya no logra interesar al público y que, buscando una nueva veta en su carrera, regresa a Nueva York para protagonizar una comedia musical escrita por sus amigos Lily y Lester Marton (Nanette Fabray y Oscar Levant). Los Marton cuentan con la estrella del teatro dramático Jeff Cordova (cómo me gusta Jack Buchanan) para dirigir su obra y Jeff convoca, en su proyecto de transformar el show en una pieza de sustancia y trascendencia, a la bailarina clásica Gabrielle Gerard (Cyd Charisse) y a su novio coreógrafo