Hablaba en la entrada anterior sobre los avances y retrocesos que pueden verse en esta etapa de la carrera de Cary Grant y aquí ciertamente tenemos un avance. En Kiss and Make-Up, Grant es definitivamente el protagonista en el rol del Dr. Maurice Lamar, un especialista en estética que ha montado un imperio sobre la base de transformar los cuerpos de sus pacientes. Lamar tiene oportunidad de sufrir en carne propia las consecuencias de los tratamientos que prescribe cuando su “obra maestra”, Eve (Genevieve Tobin) se divorcia de su marido Marcel (el queridísimo Edward Everett Horton) y se casa con Lamar. El cuadrilátero amoroso se completa con la secretaria de Lamar, Annie (Helen Mack), una jovencita con los pies sobre la tierra que está eternamente enamorada de su jefe.-
Esta película gana con los sucesivos visionados, al menos en mi experiencia, porque al comienzo cuesta un poco adaptarse al tono farsesco de la historia. Si uno se toma la película en serio, pierde, porque nadie (ni los realizadores ni los actores) se lo toma en serio. Hablo de la historia, claro está, porque por lo demás la película está bellamente filmada y actuada con precisión de relojería, no existe descuido en su realización.-
Estéticamente, recuerda un poco a las comedias pre-code de Lubitsch y es tentador imaginar lo que hubiera hecho este querido director con esta historia, en especial con el protagónico de un Maurice Chevallier. La evocación viene de esa cámara que bailotea al ritmo de una música inaudible y de la elegancia de los decorados, del vestuario y de la forma de contar. Pero también hay algo de las comedias de Astaire y Rogers, en especial de The Gay Divorcee que (contra mis pronósticos, creí que había sido a la inversa) se estrenó unos meses después, por la presencia de Edward Everett Horton, por un sucedáneo de Erik Rhodes en la persona de Rafael Alcayde en el rol de Rolando, un latin lover que le hace la corte a Eve y por una persecución final al estilo de Los Autos Locos.-
Hay además algunas bellas escenas por derecho propio, en particular una escena que tiene por protagonista exclusivo a Cary Grant en plan marido enamorado que espera a su novia en el balcón, en una noche de luna llena. Sé que no soy imparcial pero la combinación de Grant en un robe de chambre estilo oriental, cantándole (sí ¡cantando!) a la luna llena con el movimiento de cámara que lo acompaña hacia el dormitorio, me derritió (digamos que el movimiento de cámara tuvo algo que ver, queda mejor, jaja). Consecuentemente con el tono de la película, la escena termina en farsa.-
Y resulta que esta canción que canta Cary Grant aquí no es la única en la película. Kiss and Make-Up no llega a ser un musical pero tiene dos canciones (más una repetición con un prólogo precisamente en el clip que compartí), una romántica y otra deliciosamente cómica interpretada por Helen Mack y Edward Everett Horton. Estas canciones, curiosamente, están arrojadas allí en la trama sin demasiado sentido, pero no molestan y resultan encantadoras. En especial porque la forma en la que están cantadas es muy natural, cada actor canta sus propios versos en el estilo en el que uno podría ponerse a canturrear en la vida cotidiana.-
Ahora bien, dentro del tono farsesco mechado con canciones de esta película, no falta algo de compasión en la mirada de las pacientes de Lamar que acuden desesperadas por alcanzar un ideal de belleza imposible de sostener si además se pretende vivir la vida. En ese sentido, el personaje con mayor sentido común es Marcel, que quiere una esposa con la que compartir la vida, no una estatua a la que admirar desde lejos.-
Mencioné anteriormente la precisión de las actuaciones y es que los cuatro principales están al tope de sus capacidades, con dinámicas de comedia ajustadisimas en especial entre Cary Grant y Edward Everett Horton. Cada uno de sus intercambios (tienen al menos tres en la película) es oro en polvo y gana a medida que avanza porque están filmados en planos únicos que les permiten a los actores explayarse a sus anchas.-
Lo único que desmerece un poco a mis ojos es esa persecución en auto del final. En general no me gustan las persecuciones, que suelen prolongarse más allá de lo que me da la paciencia, pero en este caso en particular no tiene demasiado sentido y para colmo coincide con la reaparición del único personaje que no termina de cerrarme, Max Pascal (Lucien Littlefield), un antiguo profesor de Lamar que intenta sacarlo del “mal camino” de la industria de la estética. No creo que este personaje fuera necesario en lo absoluto porque Lamar la tiene a Annie como cable a tierra y Littlefield es, además, el único actor que no parece ensamblarse en el conjunto (Helen Mack, dicho sea de paso, volverá a aparecer brevemente con Cary Grant en mi favorita His Girl Friday).-
Como estoy haciendo siempre que puedo con estas películas más desconocidas en la filmografía de Grant, aquí les comparto la película completa con subtítulos en español.-
Mi Betttt del alma, qué bien.
ResponderBorrarNuevo texto, intesantísimo.
Me encanta las referencias que vas introduciendo, ese balcón a la luz de la luna, las dos canciones...
Y la posibilidad además de ver la película.
En cuanto pueda echarle un vistazo, me vuelvo a pasar, claro
Beso
Hildy
¡Queridísima Hildy! Me está costando horrores sentarme a escribir porque me está costando sentarme a mirar, básicamente. Pero por un buen motivo y es que estoy en medio de una novela de esas tipo ladrillo que me tiene atrapada. Como siempre, creo que la mejor forma de exorcisar las obsesiones es buscando adaptaciones de cine y comentando sobre ellas, jeje.-
BorrarEspero ansiosa tus reflexiones, un besote enorme, Bet.-
Hola Bet
ResponderBorrarTuve suerte y pude ver esta peli picoteando en el canal de tu anterior entrada (desgraciadamente se ha evaporado en la nube).
Lo que más llamó mi atención fue constatar que un problema "de hoy" ya lleva cien años moviendo el bisturí. La cirugía estética y su aplicación en personas que, tal vez, no la necesitan -Hola, Genevive-.
Constatar que la peli era un intento de blockbuster en toda regla: en su primera parte mujeres, muchas mujeres y de estrambote una persecución que como cuentas no viene ni a cuento. Seguro aparecían en abundancia ambos argumentos en todos los trailers.
Cary está bien, yo tampoco le pondría más nota, claro que sus rivales eran un Edward -que, claramente, juega en otra división- y un amante que era como para salir corriendo en dirección contraría. Curiosamente "hacía de español" (creo recordar).
Un saludo, Manuel.
Ay, es que yo tengo una debilidad enorme por Grant y siempre intento ponerle la nota más alta, jaja.-
BorrarEscuché por ahí que YT se ha puesto firme con la cuestión de los derechos, lo cual está genial pero nos deja a los cinéfilos sin demasiadas opciones al momento de bucear en las profundidades de la filmografía de tal o cual figura.-
Lo que me causó mucha gracia es esa escena en la que Lamar le quita las vendas a Eve a lo Dr. Frankenstein (plano de la mano temblorosa incluido) y luego aparece ella toda maquillada y sin una cicatriz o hinchazón. Te da a pensar qué tanto le hizo Lamar, pero en todo caso es una burla enorme a la expectativa de quienes acuden al bisturí para solucionar problemas que nunca tuvieron.-
De trailer también está la escena en la playa, con la copa de champagne arrojada sobre la cámara y la fila de bañistas que corre hacia el mar.-
Sí, recordás bien... el amante era español.-
Muchas gracias por tu comentario, un abrazo
Bet.-