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Love (Ana Karenina) - Edmund Goulding, 1927.-


Nota: esta entrada llega bastante demorada, debí haberla publicado en el mes de enero, pero el regreso al trabajo luego de las vacaciones de verano me dejó KO. Espero recuperar el ritmo a partir de ahora.-





Otro libro que me juré que no pasaba de este año sin al menos comenzarlo, es Ana Karenina de Tolstoi. Compré mi copia en 2011 y desde ese entonces ha estado acumulando polvo en mis estantes. Para tomar impulso de una vez me he propuesto leer un capítulo por día a partir del primero de marzo para ir avanzando lenta pero certeramente. Sólo el tiempo dirá si logro leerlo de una buena vez.-

En este caso no tengo ninguna duda de que esta adaptación toma su propio camino en relación al material original porque si bien no he leído la novela, hay detalles y subtramas esenciales que son bien conocidos, como aquella de Stiva (el hermano de Ana) que da comienzo a la novela y la de Levin y Kitty, la otra pareja de la historia. Love omite esas partes, así como modifica tantas otras, y se queda solamente con el esqueleto del romance prohibido entre Ana Karenina (Greta Garbo) y Alexei Vronsky (John Gilbert), romance que separará a Ana de su hijo Serezha (Philippe De Lacy) por injerencia de su marido, Karenin (Brandon Hurst).-

Lo primero que me llamó la atención en esta versión es que cambia la forma archiconocida en la que Ana conoce a su enamorado. Aquí no tenemos trenes sino un camino cortado por el cual los carruajes no pueden circular, percance que obliga a los protagonistas a refugiarse en una posada para pasar la noche. En un punto me dio la impresión de que la adaptadora Lorna Moon estaba buscando algo diferente a lo que ya se había hecho (y con muy buen efecto, si me preguntan a mí) en Flesh and the Devil, lo cual está muy bien a nivel creativo pero es más que dudoso en términos de efectividad de la adaptación. Primero porque los amantes de la historia original estarán esperando el encuentro en la estación de trenes y no lo conseguirán (ya sufrirán decepciones peores) y segundo porque el encuentro en la estación tiene un sentido en la trama de la novela. Más aún, el encuentro en la posada produce el efecto de acelerar la historia dejando a Vronsky prácticamente en posición de ataque frente a una Ana más que reticente. Con ello nuestro galán arranca con el pie izquierdo y hace más difícil que entendamos de dónde surge la atracción de Ana hacia él, tanto más cuando Vronsky se comporta como un verdadero pelmazo durante toda la película. Los realizadores parecen reposar más en la publicidad que generó la pareja Gilbert - Garbo en la vida real y en su química en pantalla (química que aquí no está tan encendida como en Flesh and the Devil, su colaboración anterior) que en un guión bien construido.-

La película sí se esmera un poco más en pintar un buen bosquejo de Karenin. Al igual que los demás personajes, carece de demasiada profundidad o desarrollo, pero su presentación alcanza el objetivo. Es frío y controlador sin llegar a ser el Mal personificado y si bien le dice una mentira terrible a Serezha, la película no hace demasiado hincapié en ello. Es que si bien Love describe una relación amorosa entre madre e hijo, dedicando a ello un par de escenas que dejan en claro los sentimientos de Ana y su determinación por reunirse con Serezha pese a la oposición de Karenin, no se detiene demasiado en el niño. Esta relación maternal, por cierto, genera los celos constantes de Vronsky (por eso lo tildé de pelmazo más arriba, se comporta como un niño) pero no es lo que ocasiona la ruptura de la pareja en el sentido en que Ana no abandona a Vronsky para recuperar a su hijo sino para salvar, precisamente a su amante. Y es que esta Ana (ignoro si la original de la novela hace lo mismo) es una auténtica heroína trágica que se sacrifica por amor, para que su amado siga adelante con su vida, un poco como la Dama de las Camelias.-

Claro que ese sacrificio admite salvedades, al menos con el final que he podido ver. La película se estrenó con un final alternativo que lamentablemente es el más difundido y que nos muestra a Ana y a Vronsky reuniéndose algunos años después, con Karenin convenientemente muerto. En varios momentos de la película uno siente que los acontecimientos se desarrollan apresuradamente y con una duración de 88 minutos, me pregunto si más de una escena habrá quedado “en el suelo de la sala de edición”, como se dice. Pero nada me hace sentir que algo falta tanto como este final. En él de pronto Vronsky y Serezha parecen compinches y la llegada intempestiva de Ana me hace pensar en la distinción entre suspenso y sorpresa que marcaba Alfred Hitchcock. En lugar de llegar al final (aún a un “final feliz” impostado) con la tensión desbordando por las orejas, Goulding nos deja con un “hola, Karenin murió, beso, the end” bastante insatisfactorio.-



Comentarios

  1. Hola Bet
    Nota (bis): Eso de presumir de "vacaciones de verano" cuando medio mundo esta "disfrutando" del invierno debería estar penado por los dioses blogueros. Es como escuchar "aguas de março" de Jobim para los sureños o para los norteños. Porcierto ahora que la canturreo parece estar pensada en esta "Love" "es palo, es piedra, es final del camino..."
    A la vez que lees un capitulo al día puedes ir revisando una versión de Anna Karenina cada día, alternando con la dama cameliera que, como dices, parecen primas no tan lejanas.
    Me gusta esa foto con la Garbo en posición dominante y Gilbert casi sumiso. No creo que fuese una imagen usual por entonces y, si lo pienso, ahora tampoco es muy habitual.
    Un saludo, Manuel.

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  2. Pero es que para huir del verano me fui unos días al invierno, el calor y yo no nos llevamos bien, querido Manuel.-
    Esta versión de Ana Karenina es sin duda un palo, pero no deja de tener sus méritos, los cuales tal vez no resalté porque me obsesioné con las imprecisiones de la adaptación. La escena a la que pertenece esa fotografía, por ejemplo, es muy bella en cuanto a la forma en la que está filmada. Y es muy interesante lo que planteás respecto de la dinámica entre los personajes. En un sentido, este Vronsky está sometido al poder de Ana, a la fascinación que ella ejerce.-
    ¡Qué maratón sería el de reseñar una adaptación por día a la vez que voy leyendo los capítulos! Ya comprobaré si Ana y Marguerite son verdaderamente primas o no, en este momento estoy leyendo La Dama de las Camelias por primera vez :)
    Le mando un abrazo, Bet.-

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  3. Ay, qué hermosura de novela es Ana Karerina. Qué feliz lectura. ¡No recordaba que Greta Garbo había sido Karerina dos veces! Yo no he visto la versión muda. Y sí disfruté en su momento de la de Clarence Brown de 1935... Bettttt, ¿sabes quién es Vronsky en esta versión? ¡¡¡¡Fredric March!!!! Y creo que es un poquito más cercana, también con bastantes licencias, a la novela que la de Goulding por lo que cuentas. También en la de Brown sus personajes secundarios, son excesivamente secundarios.
    ¡¡¡¡En ese fotograma que has elegido se ve la química preciosa y especial que emanaban Garbo y Gilbert!!!
    No hay duda que Garbo era en ficción una gran sufridora nata: doblete de Ana Karerina, dama de las camelias, Mata Hari, reina Cristina de Suecia sin posibilidad de amar... Madre mía, madre mía.

    Beso
    Hildy

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    Respuestas
    1. ¡¡¡Sí!!! La versión de 1935 la tengo en una caja de DVD que compré de Garbo hace varios años cuando quise descubrir su figura, pero creo que solo la he visto una vez. Esta versión es otra cosa, no es Ana Karenina, pero se deja ver. La única contra es que el acompañamiento musical en mi DVD está grabado en vivo y se escuchan las risas de un público que no parece acostumbrado a ver cine mudo, se ríen de cualquier cosa. Estoy siempre en la búsqueda de otra versión, y si tiene ambos finales, mejor.-
      En su libro sobre las mujeres del pre-code, Complicated Women, Mick LaSalle explora esta tendencia al sacrificio de Garbo (creo que en su momento comentaste el documental que se hizo en base al libro). Explica la forma en la que Garbo siempre termina sufriendo por amor, excepto tal vez en Anna Christie y aquí. Queda envuelta en el misterio de Garbo la pregunta de si su vida privada se manejó en los mismos términos o no...
      Ya falta poco para lanzarme en mi proyecto de leer Ana Karenina (yo misma fijé las reglas, nada me impediría comenzar ya, pero así soy, jaja) y ¡qué nervios tengo! Me acordaba que alguna vez habías mencionado que habías leído la novela. Tal vez me regale un nuevo visionado de la adaptación de 1935 como premio si logro terminarla. Y de la versión de Joe Wright, claro está, que es una maravilla.-
      Te mando un abrazo enorme, Bet.-

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