The Magnificent Seven (Los siete magníficos) - John Sturges, 1960.-
Los siete magníficos del título son contratados por el líder de una comunidad mexicana, Miguel (John A. Alonzo), para que ayuden a los hombres de su pueblo a resistir los atracos de Calvera (Eli Wallach), un forajido que junto con su banda de cuarenta hombres frecuentemente les roba todo lo que puede. El líder de esta banda improvisada de pistoleros es Chris (Yul Brynner), quien a su vez recluta a Vin (Steve McQueen), O’Reilly (Charles Bronson), Lee (Robert Vaughn), Harry (Brad Dexter), Britt (James Coburn) y por último al joven Chico (Horst Buchholz).-
Hay varios aspectos de esta película que me gustaron muchísimo. En primer lugar, que cada uno de los “siete magníficos” tiene una personalidad definida, busca algo en particular. Chris busca una comunidad de la cual sentirse parte, Vin una familia, O’Reilly la definición de su identidad, Lee su coraje perdido, Harry sueños de grandeza y Chico, convertirse finalmente en un hombre. Britt es tal vez el más enigmático y a la vez, el más profesional si se quiere: el tipo no se involucra demasiado pero tampoco quiere dejar un trabajo a medio hacer.-
En segundo lugar la estructura perfecta del guión, a cargo de William Roberts adaptando Los Siete Samurais de Akira Kurosawa. La historia comienza con el ataque de Calvera a la pequeña comunidad mejicana, estableciendo las características del pueblo, sus habitantes y sus alrededores; luego avanza en la presentación de los siete héroes e intercala los sucesivos embates del villano con el entrenamiento de los pueblerinos, presentando la aparente derrota de los buenos para luego pasar a su reagrupación previo al combate final. Todo con un ritmo afinado, que no se apresura pero tampoco descansa.-
Otro aspecto interesante es el de la dignidad perdida y la forma en la que la lucha contra las injusticias puede ayudar a recuperarla, tal como intenta enseñar el anciano de la comunidad (Vladimir Sokoloff). En ese sentido, hay al menos tres niveles en los que este aspecto opera. Por un lado, Miguel se toma la lucha como su forma personal de recuperar la dignidad, es él principalmente quien no soporta más los ataques de Calvera y la forma en la éstos lo hacen sentir. Por otro lado, a instancias de Miguel y de los siete magníficos, toda la comunidad recupera la dignidad, sobre todo cuando logra darle batalla a Calvera y sus secuaces. Y también está el sentido de la dignidad de los siete magníficos. Cada uno de ellos ha sido excluido de la sociedad y busca una reivindicación personal de alguna forma u otra. Particularmente Chris y Vin, los dos a los que vemos conocerse en un polvoriento pueblo en el cual un viajante de comercio intenta ofrecer un entierro a un hombre que ha muerto en la vía pública. El viajante está dispuesto a pagar por todo el servicio y el funebrero aceptaría más que encantado pero hay un problema: el fallecido era un indio y los hombres del pueblo no aceptan más que blancos en el cementerio local. En eso aparece Chris, quien se ofrece a desafiar a todos conduciendo el coche fúnebre hasta las puertas del cementerio; sólo necesita alguien que se siente a su lado en el pescante para devolver cualquier tiro que le dirijan. El voluntario es Vin y ahí queda sellada la amistad entre ambos, en ese acto de valentía y justicia que no es otra cosa, en definitiva, que un acto de dignidad. Dignidad para el fallecido, pero también dignidad para ellos mismos.-
Y en esta recuperación de la dignidad colectiva y la individual, se establecen lazos que la película explora de una forma deliciosa. Sin apresurarse, como si tuviera todo el tiempo del mundo, Sturges nos muestra la construcción de esos lazos entre los magníficos y la comunidad, y entre ellos mismos también. Algunos de estos momentos son ligeros y cómicos (perdón, pero vuelvo con esto a establecer la comparación con The Searchers, cuyos intentos cómicos me dejaron indiferente), otros son románticos y algunos otros, emotivos, y entre todos pintan un retrato complejo que aún deja lugar para la expulsión. Aquí cobra relevancia la pregunta que Calvera le hace a Chris en un momento cúlmine de la trama: “Volviste. Por un lugar como este. ¿Por qué? Un hombre como tú. ¿Por qué?” Esa pregunta, que queda sin respuesta en la película, es fundamental porque en ella reside aquello que Chris y los otros magníficos han comprendido (y Calvera nunca descubrirá): que pese a los lazos creados, la integración del pistolero - nómade por naturaleza - es imposible, pero ello no desmerece el sacrificio rendido.-
Dos notas a modo de postdata.-
Primero, esta entrada aparece con un día de demora en la conmemoración del noveno aniversario de este rinconcito en el ciberespacio. El 03 de abril de 2016 lancé mi entrada de presentación y si bien he tenido varios altibajos (algunos de ellos planteados abiertamente en entradas-catarsis), es un espacio que adoro, que me permite explorar facetas inabordables en mi vida cotidiana (quién me soportaría divagando eternamente sobre películas y actores desaparecidos de este mundo hace treinta, cincuenta o cien años... nadie, jaja). Y este aniversario me sorprende intentando conquistar territorios que hasta ahora se me habían escapado, lo cual me llena de entusiasmo, y agradeciendo la compañía de mis pocos pero fieles compañeros de aventuras.-
Segundo, había borrado por completo esto de mi memoria pero en 2020 escribí una reseña de The Searchers como parte de mi proyecto sobre las cien mejores películas de los primeros cien años de historia del cine, según el Instituto de Cine Americano. No sólo no recordaba haber reseñado la película sino que cuando la ví el mes pasado, no recordé que ya la había visto. Lo bueno es que mi opinión fue más o menos la misma que ahora (dejo aquí el enlace para aquella reseña). Lo malo es que seguramente necesite medicación para la memoria...
Hola Bet
ResponderBorrarNo es justo que el primer "amigándome" tenga tres embajadas y el segundo una -magnificent, pero una-. Esto lo arreglo yo con dos brochazos:
Año 1954: siete hermanos viven en un oeste de cartón-piedra y deciden que sus problemas se resolverán si encuentran a siete novias. El exceso de azúcar en sangre les provoca una pérdida total de memoria y se creen pistoleros solitarios vagando por el no-tan-lejano oeste.
Año 1960: los hermanos se re-encuentran. Aunque parecen fieros, por dentro siguen defendiendo causas nobles. Aún queda azúcar, como para un café corto.
Año 1969: ya no son siete y el Oeste ya no es lo que era. Son duros y si huelen algo dulce se arma una balacera. El mundo los conoce como The Wild Bunch o Grupo Salvaje o la pandilla salvaje.
1981: la juventud baila al ritmo de The Clash y su "The Magnificent Seven" Ring! Ring! it's Seven A.M. move yourself to go again....
Un saludo, Manuel.
Jaja, me ha encantado esa secuencia que completa el panorama, querido Manuel. Tomo seriamente nota de The Wild Bunch, aunque por ahora sigo pasando de los hermanos con exceso de azúcar. Con la ridiculez que me caracteriza, sigo rehusándome a ver Siete novias para siete hermanos, aún cuando para esta altura ya debería haber aprendido que cada vez que me niego solemnemente a ver una película, ésta termina convirtiéndose en una favorita cuando al fin doy con ella.-
BorrarLe aseguro que el plan original era traer tres películas por entrada, pero me quedé sin tiempo y no quise faltar a la cita, aunque llegara con las manos a medio llenar. Trataré de estar a la altura para la próxima ;)
Le mando un saludo, Bet.-
Tras el pertinente prólogo mexicano que puntualiza el contexto, a continuación, a través de varias acciones aisladas perfectamente medidas, filmadas y montadas de manera casi musical (recordemos todo el episodio en la ciudad fronteriza con el muerto en el coche fúnebre durante el que conoceremos a Chris y Vin), se nos va ofreciendo una afortunada, sintética presentación del resto de personajes que conformarán el septeto. A partir de ahí, el espectador ya está capturado para participar emocionalmente en esa aventura que se inicia.
ResponderBorrarDiálogos parcos, pero sabiamente construidos, una antológica selección de intérpretes (alguno de los cuales, como sabemos, se convertiría en estrella a raíz de su intervención en este film), un impecable ritmo narrativo y una partitura musical a cargo de Elmer Bernstein sencillamente antológica, conforman uno de los westerns más populares y carismáticos de la historia del cine, tratándose en este caso de un habilísimo traslado al escenario farwest de la historia narrada por Akira Kurosawa en LOS SIETE SAMURAIS.
Nota recopilatoria: a lo largo de los años, esta cinta ha sido objeto de múltiples (y lamentables) secuelas, oficiales o encubiertas, y se han realizado todas ellas manteniendo el mismo esquema argumental. Ver: EL REGRESO DE LOS SIETE MAGNÍFICOS (1966) de Burt Kennedy, LA FURIA DE LOS SIETE MAGNÍFICOS (1969) de Paul Wendkos, EL DESAFÍO DE LOS SIETE MAGNÍFICOS (1972) de George McCowan y la última hasta la fecha, LOS SIETE MAGNÍFICOS (2016) de Antoine Fuqua.
Hablando de actores que se convirtieron en estrella con esta película, a poco de comenzar me di cuenta de que nunca había visto una película con Steve McQueen (siendo que el cine de los '60 y posteriores no es precisamente lo mío). Al principio no creí que pudiera hacerle sombra a mi querido Yul Brynner, pero a medida que pasaron los minutos, me encontré mirándolo más y más cada vez que aparecía en pantalla con otros compañeros de elenco. No tengo suficiente experiencia con él como para definirlo como actor pero sí puedo decir que ciertamente se ocupó de destacarse en esta película coral. Los temores y enojos de Brynner - según reporta el anecdotario de la película - estaban bien fundados.-
BorrarAntes de ver la película descubrí que habían existido varias secuelas (la aplicación de streaming las sugería como películas relacionadas) y me entusiasmé, porque pensé que se trataría de verdaderas continuaciones, con el mismo elenco trayéndonos de regreso estos personajes entrañables en nuevas aventuras. Cuando terminó la película y descubrí que ello no sería posible (por obvios motivos), me puse a ver los avances de esas películas y lo poco que me quedaba de entusiasmo ante la eventualidad de una secuela, se me espantó. No siento ninguna necesidad de visitar las secuelas aunque no descarto que en algún punto de mi recorrido con el género, me ponga con las remakes, aunque más no sea para revolear los ojos y pensar "ya no hacen las películas como antes".-
Saludos, Bet.-
En este maravilloso wéstern, queridísima amiga, creo que mi personaje favorito es el del mercenario Bernardo (Charles Bronson)... y esa relación tan hermosa que establece con los niños.
ResponderBorrar¡¡¡Qué ganas de leer tus próximos wésterns!!!! Por cierto he leído de nuevo la otra reseña sobre Centauros del desierto... y efectivamente no se va a convertir en una de tus películas del Oeste de cabecera, pero estoy segura que otras pelis del género dirigidas por Ford te van a tocar el alma... No recuerdo sí en esa serie de las 100 películas escribiste sobre "La diligencia", otro de mis wésterns adorados.
¡¡¡Qué ilusión me hace el cumpleaños de tu maravilloso blog!!! ¡¡¡Ya tiene nueve años!!!!
Te espero con más textos
Beso
Hildy
¡Mi querida Hildy! Sí, Bernardo es un candidato seguro a ser el "magnífico" favorito. Su relación con los tres niños es un aspecto de la película que me ha encantado también a mí.-
BorrarAy, en mi primera aproximación a The Searchers fui incluso más cruel que en la segunda, jaja. Lo curioso es que haya olvidado por completo aquel visionado y la reseña. A veces dudo sobre si reseñé o no una película, ¡pero nunca había olvidado un visionado! Vi La Diligencia una sola vez, hace varios años (no para las 100 películas, creo que está en la lista pero yo abandoné ese proyecto antes de llegar, sino para otra idea en la que estaba trabajando y que no alcancé nunca a concretar) y me gustó mucho. No recuerdo muchos detalles, pero sí me dejó buena impresión aunque no disparó en ese momento la voluntad de ver más westerns. Y, shh, no hablemos fuerte, pero te adelanto que está en mi lista para este proyecto...
Es increíble pensar en cómo pasó el tiempo, me parece tan cercano el momento en que pasé de mi blog sobre Hitchcock a este y que además hacía las recetas, ¿te acordas? A veces vuelvo a preparar algún que otro menjunje de ese recetario.-
Gracias por acompañarme siempre, te mando un beso, Bet.-