The King and I (El Rey y yo) - Walter Lang, 1956.- Esta película hizo por mí en 2024 lo que Singin’ in the Rain hizo en 2014: contagiarme una alegría incontenible (pese a que aborda temas muy densos, ya me referiré a ello), dejarme tarareando y bailoteando durante semanas y lanzarme en una conejera a lo Alicia en el país de las maravillas en busca de más de un conejo blanco. Sentir ese nivel de entusiasmo por una obra artística (sea una película, un libro, una pieza musical, “etcétera, etcétera, etcétera” diría el Rey de Siam) siempre es un placer inmenso y merece ser compartido en una entrada individual (las duplas de películas volverán en la próxima entrada, la cual espero que no se demore tanto como esta).- La historia fue filmada en más de una oportunidad: una institutriz de Occidente que viaja a Oriente para enseñar a los hijos de un gobernante autocrático y termina causando un choque cultural (con un lugar más o menos considerable para el romance, según la versión). En este caso
Invitation to the Dance (Invitación a la Danza) - Gene Kelly, 1956.- Invitation to the Dance es un largometraje compuesto por tres historias breves contadas exclusivamente a través de la danza y el montaje, sin uso de diálogo y con una coreografía concebida específicamente para la gran pantalla (es decir que no se trata de ballets filmados sino de piezas que sólo pueden presentarse en el cine). Según leí alguna vez, el film se produjo entre 1952 y 1954 pero MGM decidió “archivarlo” por dos años y cuando finalmente habilitó su estreno, no tuvo éxito comercial. El público y la crítica no mostraron demasiado interés y hasta se dijo que el ego de Kelly había afectado el producto final, como si todo se tratara de un auto-homenaje. Lo cierto es que la idea original de Kelly era utilizar el gancho de taquilla que representaba su nombre en 1954 para poner en vidriera el talento de bailarines desconocidos para el gran público y que él sólo planeaba aparecer en uno de los segmentos (uno que fin