En mi camino de descubrimiento de películas protagonizadas por Cary Grant en los comienzos de su carrera he tropezado con esta pequeña joya. Holiday es una película engañosa, debido en parte a que sus fotogramas más conocidos son aquellos en los que se expone la habilidad acrobática de su protagonista. Cuando comienza parece una comedia pero luego la trama va oscureciéndose cada vez más hasta dejar al descubierto temas dolorosos, heridas mal cerradas y tibios sentimientos de esperanza. Este cambio de rango puede ser desconcertante en el primer visionado pero debo decir que es una de esas películas que más gusta cuanto más se ve.-
La historia es bien simple: Johnny Case (Cary Grant) regresa de unas vacaciones en un centro de ski con grandes novedades para sus amigos Nick y Susan (Edward Everett Horton y Jean Dixon): conoció a una chica maravillosa, está enamorado y prometido para casarse con ella. Lo que Johnny no sabe es que su amada Julia (Doris Nolan) es miembro de la multimillonaria familia Seton y que obtener la aprobación del Sr. Seton (Henry Kolker) no le será nada fácil. Por suerte, los hermanos de Julia, Linda (Katharine Hepburn) y Ned (Lew Ayres, ¿alguien más piensa que en esta película está igual a Jack Lemmon en su juventud?) están de su lado. Previsiblemente se genera un triángulo amoroso entre Julia, Linda y Johnny aunque los guionistas Donald Ogden Stewart y Sidney Buchman se las ingenian para guardar alguna pequeña incógnita: ¿Linda seguirá los dictados de su corazón o hará el sacrificio de hacerse a un lado para asegurar la felicidad de su hermana?
Pero lo más interesante de esta película, aquello que hace que se vuelva a ella una y otra vez, sin dudas no es su argumento sino la interpretación de los actores. Empezando por mi favorito, con cada nueva película confirmo que no había cosa que Cary Grant no pudiera hacer, parlamento que no pudiera realzar, emoción que no pudiera transmitir. Y pensar que esta película fue hecha inmediatamente después de The Awful Truth y Bringing Up Baby y fue sucedida por Only Angels Have Wings y His Girl Friday (he salteado Gunga Din e In Name Only, ambas de 1939, que aún no he visto): en el transcurso de tres años tenemos cinco Cary Grant tan pero tan diferentes que resulta sorprendente que su recuerdo haya quedado “encasillado” en el ideario colectivo. De su trabajo en esta película me quedo con la escena del tercer acto en la cual Johnny regresa de una segunda vacación y le confía a Linda que ha decidido ajustarse a la vida que Linda planea para él, postergando su libertad para salvar su amor. Johnny sabe que ello no procurará su felicidad y resulta conmovedor verlo y escucharlo (ese temblor en la voz) mientras intenta convencerse a sí mismo de lo contrario.-
Lew Ayres y sobre todo Katharine Hepburn tienen los roles más difíciles, en el sentido en que Ned y Linda podrían llegar a resultar un tanto antipáticos como pobres niños ricos que no saben qué hacer con sus vidas, y sin embargo logran salir más que airosos. Ayres hace aquí algo muy sutil, representando a Ned como un joven sin perspectivas que literalmente se enciende en los raros momentos en los que se siente a gusto; el resto del tiempo permanece “apagado”, indiferente al mundo que lo rodea y aferrado a su vaso alto siempre lleno.-
Y qué decir de Hepburn. Me imagino que en el guión Linda debía ser un mujer bastante insulsa, enfurruñada por no haber podido organizar una fiesta de compromiso para su hermana y hasta egoísta por arruinarle su gran momento, porque hay poco en el diálogo que deje traslucir lo que realmente pasa por su corazón. Todo lo que Linda es proviene de Hepburn: su depresión, su búsqueda de una identidad propia, lo que proyecta en Julia, su apego al último resto de una infancia adorada que termina esa nochevieja, ese reflejarse en Johnny como en un espejo y la vergüenza que siente (aunque no tanto y, como dice Ned ¿por qué debería?) por ese amor inoportuno.-
Aún Julia y el Sr. Seton tienen su parte de verdad en la historia gracias a la interpretación de Doris Nolan y de Henry Kolker. Qué fácil hubiera sido reducirlos a una caricatura, describirlos como dos desalmados cómodamente instalados en su palacio de mármol; y sin embargo ambos tienen sus matices y, estemos de acuerdo o no con sus argumentos, tienen su oportunidad para explicarse. Ambos pertenecen a un mundo en el cual las cosas se hicieron de una determinada manera durante mucho tiempo, eso es todo.-
Hago una mención especial sobre Edward Everett Horton, alejado aquí de sus roles habituales (encantadores pero bastante despistados) y maravilloso en el único papel “centrado” que le he visto interpretar hasta ahora.-
Hacia el final, hay un sentido de reacomodamiento, con cada personaje ubicado allí donde pertenece (sólo Ned flaquea y no logra ocupar su lugar, aunque se deja entrever que es cuestión de tiempo hasta que lo haga, al menos ahora avizora un futuro un poco más prometedor a través de las grietas generadas por Linda) y gracias a ello Holiday termina con una nota alta. Luego del cartel de “The End”, nosotros también nos sentimos parte del “club de Johnny” como lo llama Linda, y debo decir no es mal club al cual pertenecer, aún cuando quedemos tendidos en el suelo como los protagonistas.-
Recuerdo que cuando vi Vivir para gozar me dejó muy buen rollo... y sobre todo recuerdo esa habitación de juegos donde se reúnen los hermanos. En realidad son como personajes que se niegan a ser responsables, a dejar de jugar y de hacer locuras... Que tratan de no tomarse la vida seriamente aunque les golpee. El personaje de Grant posee esa inocencia natural, que no pierde. Pero la verdad es que la tengo lejana en mi recuerdo.
ResponderBorrarEn esos primeros papeles Grant también me sorprendió en otra de Cukor: La gran aventura de Silvia. Y más tempranos en La venus rubia o No soy ningún ángel.
Beso
Hildy
A mí fijate que me pareció más un drama, me resultó encantadora pero no me dejó con el espíritu demasiado alto...
BorrarTodavía no pude hacerme de una copia de La gran aventura de Silvia, estoy ansiando verla. Ayer vi Mi mujer favorita, que había visto hacía mucho, mucho tiempo y no me había gustado, y esta vez me dejó muy buena impresión. Ese Cary Grant pre-hitchcockiano me interesa muchísimo. Y su química con Irene Dunne es maravillosa, al igual que con Hepburn (¿con quién no hacía buena pareja Grant?). Como veras, he iniciado una campaña de reivindicación de Cary Grant, se aceptan afiliaciones, jaja.-
Un beso enorme, Bet.-
Jajaja, es imposible no afiliarse a una campaña de reivindicación de Cary Grant. Qué filmografía tiene... y cómo nos hace disfrutar.
ResponderBorrarBeso
Hildy
¡Anotada! Y tal vez puedas lograr que se nos sume ese marido tuyo, que es tan parecido a un actor de cine, jaja.-
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