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HE Who Gets Slapped (El que recibe el bofetón) - Victor Sjöström, 1924.-

Esta película fue la primera estrenada luego de la fusión que dio como resultado la MGM, y fue la primera en la que se utilizó el legendario logo de Leo, el león. Curiosamente, la película termina con el ataque de un león hambriento que devora a los antagonistas (cualquier semejanza con la realidad, es pura coincidencia, diría Louis B. Mayer).-


HE Who Gets Slapped cuenta dos historias que se desarrollan paralelamente. La principal es la de Paul Beaumont (Lon Chaney), un científico desconocido que investiga el origen de la Humanidad y vive con esposa Marie (Ruth King) en la villa parisina de su benefactor, el Barón Regnard (Marc McDermott). Cuando Beaumont termina su investigación, Marie lo convence de que deje la presentación ante la Academia en manos del Barón. Lo que el científico no sabe es que Marie y Regnard son amantes y han conspirado en su contra para presentar la investigación como de autoría del Barón (la escena en la cual Marie roba la llave del gabinete de Beaumont mientras éste duerme y se la entrega al Barón recuerda a aquella mucho más famosa de la bodega de vinos en Notorious, de Alfred Hitchcock). Cuando Beaumont ve sus descubrimientos plagiados por el Barón, se planta frente a la Academia para poner en evidencia el fraude y es abofeteado por el Barón, causando la carcajada de los asistentes. El impacto que esta situación produce en Beaumont (la sorpresa, la incredulidad, la vergüenza) sólo puede comprenderse viendo la compleja reacción de Lon Chaney. Solamente gracias a su actuación la trama cobra sentido, porque cuando uno lee - sin haber visto la película - que luego de este episodio Beaumont se aleja del mundo científico y se convierte en un payaso cuyo acto central es ser abofeteado, nada parece lógico. Y sin embargo, basta con ver la expresión desencajada de Chaney para comprender hasta qué punto su vida se desbarata por completo luego de esta humillación. Para colmo, su esposa no puede esperar mejor momento para abandonarlo por el Barón y repetir, aunque involuntariamente, el gesto del bofetón (provocando esta vez la risita discreta de Regnard), llamándolo payaso. Después de esto, a Beaumont básicamente se le zafa un tornillo…


Para el segundo acto de la película, han pasado cinco años y aquí comienza la segunda historia de la trama: un Conde caído en desgracia (Tully Marshall) ofrece a su hija Consuelo (Norma Shearer) como amazona circense. En el mismo momento en que la joven es evaluada como una mercancía, el artista ecuestre Bezano (John Gilbert) la ve por una puerta entreabierta y se enamora de ella. ¿La conexión entre ambas historias? El circo en el cual trabajan Consuelo y Bezano es el mismo en el cual Beaumont (ahora conocido como HE) se hace abofetear, y por supuesto, el payaso también se enamora de la hermosa Consuelo. El problema es que el Conde no está dispuesto a desaprovechar la belleza de su hija consintiendo su casamiento con un pretendiente poco acaudalado y mucho menos con un payaso desquiciado. El candidato que encontró no es otro que el Barón Regnard.-
Sjöström introduce en esta película algunos efectos visuales interesantes, fundiendo y superponiendo imágenes para las transiciones o para enfatizar determinados aspectos. Además se vale, a modo de separador, de la imagen inquietante de un payaso (no logro darme cuenta de si se trata de Chaney o de otro actor) que hace rodar una pelota, riéndose de nuestros intentos por evadir la fatalidad. En este sentido, cada personaje cumple inevitablemente con su destino, ya sea en forma voluntaria o involuntaria: Marie es abandonada por el Barón de la misma manera cruel que ella hizo con su marido; Regnard y el Conde terminan reducidos a los elementos de vicio que dominan sus vidas; HE se entrega al autocastigo de revivir su humillación y asistir a su propio entierro sobre el escenario cada noche; y los jóvenes amantes (los únicos personajes puros en la película) logran unirse, pero su inocencia ha sido manchada por los acontecimientos trágicos del final.-


Otro aspecto cautivante en HE Who Gets Slapped es el de la identidad. Con la sola excepción de Consuelo y Bezano, el resto de los personajes principales finge un atributo que no tiene, ya sea normalidad, amor, honorabilidad, inteligencia o status social. El ejemplo máximo de esta sustitución es el del propio Beaumont, quien llega al extremo de borrar por completo su identidad hasta el punto en que ya ni siquiera tiene un nombre. Es conocido simplemente como “HE” (él, en inglés).-
Sólo por ello esta película merecería consideración, pero además encontramos interpretaciones excelentes de todos y cada uno de los intérpretes. Desde los miembros de la Academia y del público del circo (igualmente despreciables) hasta los restantes payasos, el paisaje de la película está poblado por extras que contribuyen en mucho a la atmósfera general. Marc McDermott, Ruth King y Tully Marshall forman un trío de villanos muy atractivo (en particular Marshall, con esa sonrisa de gato de Cheshire: durante la escena en la cual el Conde, con una expresión perversa, convence a Regnard hablando sobre las virtudes de su hija es casi un alivio que la película no sea sonora). John Gilbert y Norma Shearer forman una pareja muy fresca y natural, aportando algo de luz en el segundo acto de una película en la cual hay tan pocos motivos para sonreír, pero también logran la gravedad necesaria en el final de la película (y Gilbert en particular logra algunas acrobacias admirables en su primera escena). Aunque sin dudas el mayor atractivo de HE Who Gets Slapped es el gran Lon Chaney. Es maravilloso ver cómo contiene su interpretación, limitando a sus representaciones como payaso cualquier desborde de alegría (sí, por momentos HE parece feliz) o de histeria. Durante el resto del tiempo Chaney reprime las emociones, transformando a su personaje en un hombre profundamente triste que ve pasar la vida sin la esperanza de que algo verdaderamente bueno pueda pasarle de nuevo. O, como él mismo dice en un intertítulo, evitando la felicidad para ponerse a resguardo de los golpes del destino.-

Comentarios

  1. Qué texto más atractivo, querida Bet, para una película que todavía no he visto y que está en mi lista de "no me la puedo perder". Has tomado por asalto las filmografías de Lon Chaney y John Gilbert y nos estás deleitando con un montón de joyas de cine silente.

    Beso
    Hildy

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    1. Jajaja, "tomar por asalto" describe bastante bien lo que estoy haciendo. Cuando viajé en enero me hice de una pequeña colección de películas de Lon Chaney y ahora tuve la posibilidad de viajar de nuevo para las Pascuas y compré muchas películas de Gilbert. Como en casa no tengo posibilidades, aprovecho para comprar todo lo que puedo cuando viajo. Lo bueno es que me estoy dando unos banquetes fantásticos con mis adorados, lo malo, que estoy volviéndome un poquitito monotemática, jaja.-
      Estoy tratando de dosificar los textos para no repetirme tanto, pero por otro lado, ¿no te parece que los artículos que uno publica reflejan los universos cinematográficos por los que se pasea? Y esa es un poco la idea, creo...
      Te mando un beso enorme, Bet.-
      PD: Parece ser que esta no es la única película que Lon Chaney y John Gilbert filmaron juntos, hay una anterior que se llama "While Paris sleeps", pero creo que es un film perdido :(

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  2. Como predije en mi anterior comentario, en la entrada de "El hombre sin piernas", no he tardado demasiado en llegar a esta película en este macrociclo de cine mudo en el que me he embarcado. Tenía la certeza que sería así por varias razones: buena puntuación de los usuarios en FA, imágenes sugerentes que crean la curiosidad por ver de que se trata y, la más importante, una oportunidad más de ver al gran Lon Chaney luciendose en uno de sus interpretaciones.

    Sobre el argumento poco más que añadir a lo que dice el texto de esta entrada. Solamente puntualizar que el personaje de Beaumont ciertamente se le va la olla por la doble traición de la que es víctima. Aquí creo que Chaney está muy bien interpretando a una persona que no acaba de entender porqué le pasa eso a él y su posterior desesperación al verse sin el fruto de sus esfuerzos y sin su mujer. Pero después, cuando han pasado esos 5 años y se dedica a ir de gira con el circo, no me parece la actitud de un chiflado sino la de un hombre que voluntariamente anestesia su corazón y deja de ser persona para convertirse en personaje, no quiere volver a pasar por lo que le ha hecho tanto daño y se esconde detrás del maquillaje de payaso.

    Hay una cosa que no acabo de tener clara y es si Beaumont se enamora realmente de Consuelo. Es algo que no me encaja con el personaje de Beaumont. Al igual que si le veo intentando evitar que el barón se salga de nuevo con la suya y se lleve a la chica, no le veo metiendose por el medio de los enamorados. Por tanto, lo que yo interpreto es que Beaumont no se enamora de Consuelo sino de lo que ella representa, los momentos felices que tuvo con su mujer y por eso se deja llevar por tales sentimientos hasta el punto de declararse a Consuelo.

    Los trabajos de los actores me parecen desiguales. Lon Chaney, magnífico y el padre de la chica también está estupendo. Norma Shearer y J. Gilbert me han cargado un poco con su rollo de tortolitos. Y el barón me parece el peor de todos, tengo la impresión de que ha intentado un papel de persona altiva y le ha quedado muy seco y poco expresivo. No estoy seguro de quién puede ser el payaso que sale haciendo girar la pelota sin descanso. La verdad es que no se me parece a Chaney, ¿podría ser el director, Victor Sjostrom?

    En fin, una buena película que tiene mucha miga y te hace pensar en el sentido de muchas cosas, cómo vemos a los demás y, en general, el mundo.

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    1. Qué bueno, Mainardo, que hayas podido acceder a esta película tan pronto. Es, como decís, una buena película y Chaney está genial en ella, como de costumbre.-
      Coincido en cuanto al viraje de Beaumont. Tal vez simplifiqué al decir que "se le zafa un tornillo", pero no quise indicar que él enloqueciera en un sentido médico del término sino en un uso coloquial, en tanto que su mundo entero se trastoca y Beaumont reacciona de un modo no convencional. Ciertamente, Beaumont como HE es un hombre profundamente triste y sensible. Y yo creo que sí se enamora de Consuelo, aunque no como pretendiente sino a partir de la compasión que ella le demuestra. Se enamora como lo hace quien no cree merecer un gesto amable y de pronto lo recibe. En la esencia misma de ese sentimiento está la idea de sacrificio y esto es lo que hace que no pretenda meterse en medio de Consuelo y Bezano. En sí, esta actitud de Beaumont sigue el patrón de los personajes de Chaney en El Jorobado de Notre Dame, The Unholy Three y Tell it to the Marines. La idea del sacrificio del enamorado no correspondido es uno de los grandes temas de Chaney y uno de los aspectos que redime a sus villanos o desplazados.-
      Yo soy una enamorada de John Gilbert, así que no me molesta para nada verlo en plan de galán en la pantalla, jaja.-
      Yo también estoy sumergida en el cine mudo, había visto películas mudas antes, pero este año me he metido de lleno en el tema y pude descubrir verdaderas joyas de este período. Si tu macrociclo te lleva por alguna de las otras películas que he comentado, me encantará recibir tus mensajes.-
      Saludos, Bet.-

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    2. Hay una cosa que se me olvidó decir en mi anterior comentario. Es una curiosidad que me sorprendió porque cuando lo leí no me lo esperaba. Y es que en esta película por lo que parece sale Bela Lugosi. En los créditos yo no he visto su nombre aunque es verdad que en algunos sitios incluyen su nombre en la ficha de la película. ¿Y qué papel desempeña Bela en la peli? Pues hay que hacer un acto de fe y creerse que participa de extra como uno de los 60 payasos del circo.


      He visto que la última entrada hasta la fecha es sobre John Gilbert y que habrá más. Yo espero que la próxima película en la que lo vea me guste más. Estoy convencido de que el motivo es que no era un buen papel para un actor de categoría. He leído que estuvo a punto de rechazarlo porque no le convencía y, de alguna manera lo "engañaron" (convencieron) diciéndole que sería un gran salto en su carrera.

      Saludos

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    3. Mmm... IMDb no menciona su participación en la película, aunque creo que no incluyen a los extras. Parece uno de esos datos imposibles de verificar y que obsesionan a los seguidores de una peli o de un actor. Sí es seguro que Lugosi ya estaba en EUA para 1924 y todavía no había alcanzado la fama, así que ¿quién sabe? Tal vez sea cierto.-
      No puedo hablar objetivamente de Gilbert porque lo amo, pero creo que me ajusto a la verdad cuando digo que era un muy buen actor, lograba muchos matices con mínimos gestos (claro que a veces sobreactuaba, pero eso es habitual en el cine mudo) y sobre todo era muy inteligente a la hora de abordar sus roles, eso se advierte en sus declaraciones públicas. En este caso estoy comentando sus películas sonoras, pero si tuviera que recomendarte sus mejores películas, desde el punto de vista de su actuación, te diría que intentaras ver "Flesh and the Devil" (la he comentado por aquí) y por supuesto "The Big Parade". Las dos pelis se consiguen en DVD fácilmente y son buenas adiciones a tu ciclo de cine mudo. Para sonoras, diría "Gentleman's Fate" y "Downstairs", pero creo que no han sido editadas con subtítulos en español y además no las recomendaría como películas ideales para ingresar al mundo de Gilbert.-
      Si conseguís ver alguna de estas películas, haceme saber qué te parecieron.-
      Un beso, Bet.-

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    4. PD: Esa anécdota sobre la participación de Gilbert en El que recibe el bofetón es recogida por Eve Golden en su excelente biografía, no recuerdo en este momento si Leatrice Gilbert la menciona en "Dark Star".-

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  3. Tomo nota de tus recomendaciones! No tendré problemas para ver los títulos que has citado. El único inconveniente será encontrar el tiempo suficiente para ver la inmensa cantidad de todo lo que tengo pendientes porque no solo estoy viendo películas que no había visto, también estoy revisando películas que ya había visto en la tele o en salas. Ayer mismo estuve con "El maquinista de la General" y próximamente le seguirá alguna de Chaplin, Metrópolis y los pioneros rusos.

    Para serte sincero no soy mucho de leer biografías. Lo que si hago es consultar algún que otro blog de aficionados al cine en dónde soléis contar cosas interesantes.

    Saludos

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    1. Uf, definitivamente no alcanza la vida para ver todo. Yo renuncié, por el momento, al cine moderno. De todos modos, casi no encuentro películas que me atraigan...
      En mi caso, con las biografías, depende del sujeto. He leído algunas pero en ciertos casos descubrí que no me interesa. Por ejemplo hace pocos meses tuve en mis manos una biografía de Cary Grant y decidí no comprarla porque sentí que viendo sus películas aprendí todo lo que necesito saber acerca de él.-
      Un beso, Bet.-

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