Por casualidad dí con otra película de Frank Lloyd, director de Children of Divorce, la película de mi última entrada. En este caso, se trata de una película parcialmente sonora - la primera que veo - una variante de lo más curiosa que en este caso funciona bien por la mayor parte del tiempo (sólo en algunas escenas el ritmo se arrastra como suele suceder en las talkies tempranas, pero en líneas generales Weary River se beneficia del dominio de la técnica del cine mudo de su director y sus actores aún en las partes sonoras).-
Weary River cuenta la historia de Jerry Larrabee (Richard Barthelmess), un gángster de mediana importancia que es condenado por haber herido a un transeúnte inocente en medio de un tiroteo entre bandas. Jerry es llevado a prisión, en donde es recibido por un alcaide paternal (William Holden… no, no ese William Holden) que intenta reformarlo (una parte importante de ello es alejarlo de su novia Alice - Betty Compson - en una jugada que parece un poco fuera de lugar). Jerry se convierte en el director de la orquesta de la prisión y comienza a participar en emisiones radiales. Cuando Jerry canta su canción Weary River el público enloquece e inclusive sus antiguos compañeros aplauden con orgullo al escucharlo desde un salón de fiestas. Al salir en libertad, Jerry intenta iniciarse en el circuito del vodevil, pero tanto sus colegas como los miembros de la audiencia le hacen pesar su pasado criminal. Aparentemente, el público adora escuchar transmisiones radiales desde la prisión pero no tolera a un ex convicto de pie en el escenario… Acorralado, Jerry regresa al único mundo que conoce y en donde es aceptado y pronto se ve mezclado en otra pelea entre bandas.-
La primera característica de esta película que llamó mi atención es su gran economía. En los primeros seis o siete minutos (silentes) se nos presenta inequívocamente al protagonista, a su rival Spadoni (Louis Natheaux) y el conflicto que signará la vida del héroe (la caída de un inocente durante el tiroteo). Un poco más adelante, con idéntica economía se nos deja ver el vínculo que une a Jerry con Alice, su complicidad, su genuino amor. Es este vínculo el que hace que creamos en la bondad intrínseca de Jerry: nadie que tenga esa conexión con otro puede ser verdaderamente malvado o quedar sin redención en el final de la historia. Y sin embargo, Weary River no es una película que contenga elementos típicamente románticos o sea sentimental. Es extremadamente simple en su forma de contar (con momentos de gran belleza, como la ejecución de un prisionero que sólo vemos en siluetas) y aún así, muy efectiva.-
Pero lo más interesante de Weary River no está en su forma sino en su contenido. Estrenada en febrero de 1929 - es decir ocho meses antes de la caída de la Bolsa de ese mismo año - esta película ya le habla a lo que será el público de la Gran Depresión. Al mismo tiempo que responde a un esquema anterior al típico del período pre-code en lo que respecta al cine de gángsters (no estamos todavía aquí en el terreno de Little Caesar o The Public Enemy) en el sentido en que los criminales siguen siendo los villanos, Weary River plantea dos situaciones completamente novedosas para su tiempo: la primera, que los ex convictos no reciben la segunda oportunidad que merecen una vez que intentan incorporarse a la sociedad en un plano de legalidad; la segunda, que cuando se encuentra expulsado de la vida a la que aspira, el héroe sólo puede volverse hacia sus amigos criminales en busca de apoyo. Jerry no pertenece en ningún otro sitio que no sea su pandilla o la orquesta de la prisión.-
En el final, la película mira hacia el pasado en su forma de resolver el conflicto (un par de años después, los héroes del cine de gángsters tendrán finales muy diferentes al de Jerry) pero aún así Weary River se presenta como una pieza digna de ser rescatada en la transición entre los temas y formas de los años ‘20 y el mundo del cine pre-code.-
Pero qué joyas me haces descubrir. ¡Otra a mi baúl de películas pendientes! Y cuántos asuntos interesantes desglosas en el texto.
ResponderBorrarBeso
Hildy
Encontré esta peli a partir de la relectura de Dangerous Men, de Mick LaSalle. No puedo dejar de leer y releer este libro, vuelvo una y otra vez sobre sus capítulos e intento acceder a las películas que comenta.-
BorrarEn este caso, me resultó de lo más curioso ver una peli parcialmente sonora y más allá de los aspectos técnicos, estoy intrigada por los comienzos del cine de gángsters, tengo pendiente de ver "Alibi", otra de las pelis que recomienda LaSalle y que es anterior a Little Caesar y a The Public Enemy. También me falta ver Scarface, pero esa ya es posterior...
¡Y cómo representa la ira contenida Richard Barthelmess! Me gusta mucho este actor, tengo más pelis de él reservadas :)
Te mando un beso enorme, Bet.-
De Richard Barthelmess no he visto mucho, pero lo que he visto merece la pena. En cine mudo me chifla Lirios rotos y tengo más olvidada, aunque sé que la disfruté, Las dos tormentas. Y del sonoro me resultó más que interesante, Gloria y hambre (Heroes for Sale). También sale en otra película que me gusta, Solo los ángeles tienen alas.
ResponderBorrarYa me contarás tus descubrimientos de la filmografía de este actor.
Beso
Hildy
¡Vi Lirios Rotos y me gustó muchísimo! Y Heroes for Sale está tan pero tan bien, aunque ambas películas las vi sólo una vez y necesitaría darles una repasada.-
BorrarSólo los ángeles tienen alas tiene un lugarcito especial en mi colección de pelis de Cary Grant, está tan cargada de buenos actores y todos están tan bien que no reparé especialmente en Barthelmess (creo que no he vuelto a verla desde que empecé a fijarme en él con mayor atención). Sólo no he visto Las dos tormentas de las que mencionás, intentaré conseguirla. Ya eché mano de varias películas de Barthelmess (tengo muchas ganas de ver The Finger Points, The Dawn Patrol y The Last Flight en particular) pero por el momento suspendí esa búsqueda debido al paso del huracán John Garfield, jeje. Es que al menor estímulo ya me desvío, no hay nada que hacer, y me van quedando pequeños proyectos en espera.-
Te mando un beso enorme, Bet.-