Para esta segunda entrega, las “categorías” de películas elegidas en mi bingo fueron “película posterior a 1980”, “film noir” y “cortometraje”.-
3 de abril - Película posterior a 1980: Another Woman (Otra Mujer) - Woody Allen, 1988.-
Hace tiempo atrás encontré esta película ya empezada en la televisión y quedé fascinada con ella. Tras una de esas pequeñas aventuras que me toca vivir a veces en mi pesca de películas, conseguí el DVD y pude renovar mi fascinación. Another Woman cuenta un momento en la vida de Marion (Gena Rowlands), una profesora de filosofía que recién cumplidos los cincuenta años, y a partir de un encuentro casual con una desconocida (Mia Farrow), revisa diversos momentos de su vida personal.-
Con una paleta ocre que acentúa la atmósfera onírica de la película, Woody Allen nos propone adentrarnos en la mente de Marion, tanto que llega el punto en que ya no distinguimos el mundo interior del exterior. Memoria, fantasía y realidad se mezclan cada vez más a medida que Marion se identifica con la desconocida. La puesta de cámaras de Allen refuerza tanto esta confusión como el aislamiento emocional de Marion, recurriendo mayormente a planos individuales que la recortan del contexto y que me llevan a dudar si algunos de sus encuentros realmente suceden o si son producto de su imaginación. En especial un almuerzo con la desconocida en un restaurante que sólo contiene un plano de ambas mujeres cuando Marion escucha (¿o imagina?) el relato de este encuentro que la desconocida hace a su psicólogo. La escena de ese relato es sumamente interesante, porque en ella Marion se transforma en el objeto del discurso de la “otra mujer”, se ve a sí misma a través de la mirada de aquella a quien observa (así de intrincado se pone este juego de espejos) y es la primera vez en la película - y seguramente en la vida de Marion - que esa mirada es acertada; hasta ahora todos han juzgado a Marion de acuerdo a lo que ella proyecta pero no a lo que es en verdad.-
Su contacto con la desconocida detona en Marion una revisión de su vida adulta, de sus relaciones, de sus miedos y restricciones autoimpuestas. Y lo más interesante es que su liberación la lleva a soñar con la liberación de aquellos a los que ama, como su padre a quien sueña revisando sus propios errores en el consultorio de un analista. En el final, Marion vuelve a transformarse en el objeto del relato de otro, en este caso de un viejo amor al que dejó escapar y que ha escrito un libro sobre ella. Al igual que la mujer desconocida, este viejo amor acierta en su consideración de Marion pero esta vez su imagen en este espejo no es causa de amargura sino de calma e introspección. En una reflexión maravillosa, Marion se pregunta con mezcla de melancolía y de esperanza, si un recuerdo es algo que hemos perdido o acaso encontrado.-
Another Woman es una pequeña gema escondida y merece ser reivindicada como una de las películas más complejas y fascinantes ya no de la filmografía de Allen sino de todo el universo cinematográfico.-
4 de abril - Film Noir: He Ran All the Way (Yo amé a un asesino) - John Berry, 1951.-
Cuando hablamos de He Ran All the Way es inevitable considerar que es la última película de John Garfield y que fue producida en el momento más duro de la caza de brujas en Hollywood, la cual eventualmente se dirigió contra los creadores de esta película. Pero su valor excede estos aspectos de su biografía. He Ran All the Way es una película de una tensión incesante, de un blanco y negro agudo (y por suerte se consigue en DVD en una versión restaurada que da gusto) y de una tristeza infinita por la suerte de su héroe.-
Ese héroe es Nick (Garfield) y lo llamo héroe a propósito, porque la película vitorea por él, lo ama y sigue sus aventuras como si de eso se tratara, pero es un perdedor de principio a fin. Desde la primera escena en la que Nick se despierta empapado en sudor después de haber tenido una pesadilla, en un mediodía de calor imposible, en un apartamento de una miseria más imposible aún y bajo la mirada vigilante de una madre que lo desprecia (la genial Gladys George), aprendemos que este hombre vive en un mundo a contramano y desde hace mucho tiempo (las capas de historia personal entre madre e hijo que se adivinan en esa breve primera escena son infinitas). Nick no logra evitar que su amigo (Norman Lloyd) lo involucre en un robo a mano armada y cuando todo sale mal y Nick termina disparando contra un policía, las cosas se salen definitivamente de control. Escondido en un natatorio público (probablemente otra mala decisión para un hombre que huye de la policía cargado de fajos de billetes que no puede llevar consigo al agua) Nick conoce a Peg Dobbs (Shelley Winters), una joven de clase media que vive con sus padres (Wallace Ford y Selena Royle) y su pequeño hermano Tommy (Robert Hyatt). Para facilitar su escape, Nick insiste para que Peg le permita acompañarla hasta su casa y luego, sin ninguna necesidad aparente, toma de rehén a la familia.-
A partir de aquí la película se transforma en la plantilla para Horas Desesperadas, ignoro si fue efectivamente la primera en recurrir a este esquema, pero me refiero a la historia tantas veces repetida del criminal que mantiene cautiva a una familia en su propia casa. Pero existe una variante fundamental: este horror básico de peligro en el único ámbito en el que se supone podemos sentirnos completamente a salvo juega aquí a favor del protagonista. Permanentemente, insisto con esto, se nos incita a compadecernos de Nick. Y es que resulta conmovedora su desesperación por pertenecer, por ser aceptado aunque sea por la fuerza. En el fondo, esa es la raíz de la desgracia de Nick: aspira a una “normalidad” que se le escapa todo el tiempo porque, acostumbrado a que se le cierren todas las puertas, repele a aquellos a los que intenta atraer. Él mismo es el gestor de su soledad absoluta porque en el fondo no se siente merecedor del amor que reclama a gritos. Por ello (no sólo para usarla como fachada de normalidad para escapar, estoy segura) insiste en acompañar a Peg a su casa porque ¿qué puede ser más normal que acompañar a una chica hasta su puerta luego de una cita? Y hay en el personaje de Peg algo que no se desarrolla demasiado pero que podemos intuir en este entregarse con los ojos cerrados a un amor condenado. Sin dudas tiene un gran corazón y sus fantasías románticas la llevan a ver en Nick algo que él seguramente nunca podrá darle. Pero también hay una indicación de que ella aspira, como él, a una “normalidad” que nubla su juicio. En su afán por comportarse como lo haría una chica normal, Peg lleva a casa a un tipo que evidentemente es violento y trastornado (Nick me parte el corazón pero, vamos, se comporta de forma horrible con Peg en el natatorio).-
En definitiva, cuando la situación se resuelve y cesa el caos, nos queda un gusto amargo y he aquí el punto en el cual He Ran All the Way nos invita a cuestionar el american way of life, ese orden natural de las cosas según el cual Nick (y Peg en gran medida) vendrían a ser los elementos anómalos que perturban el sueño americano en el que vive la familia Dobbs.-
5 de abril - Cortometraje: Pay Day (Día de paga) - Charles Chaplin, 1922.-
Tengo un cierto vacío con Chaplin, lo confieso, así que aproveché esta categoría para ver este corto que viene en mi viejo DVD de Candilejas y que nunca había visto.-
En este caso Carlitos es un albañil casado con una mujer terrible (Phyllis Allen) que aprovecha el día de paga para salir a tomar unos tragos con sus amigotes, usando los pocos dólares que logró esconder de su esposa. Luego de una noche de peripecias (filmadas y coreografiadas con esa precisión chaplinesca que emociona), llega a casa de madrugada y es expulsado por su mujer furiosa.-
Este corto se vuelca decididamente hacia el lado del humor, evitando las notas emotivas que tienen otros trabajos de Chaplin, pero no por ello deja de hacer una crítica aguda (y para ello nada mejor que el humor) hacia las condiciones de trabajo, transporte y vivienda de los trabajadores. Y también retrata con ojo crítico una vida familiar que no hace más que reproducir las inequidades del mundo exterior.-
¡Vaya trío de dos películas y cortometraje más maravilloso! Pero también que interesante el análisis que aportas de cada una de ellas. Dan ganas de volver a inmiscuirse en ellas. Estoy de acuerdo en tu apreciación de Otra mujer dentro de la filmografía de Allen, y como demuestras, tiene infinitas posibilidades de análisis. Qué te voy a decir de Yo amé a un asesino, me parece clave la aportación que ofreces sobre la complejidad también del personaje de Peg (interpretada por mi adorada Shelley Winters). Y, por último, en los cortrometrajes de Chaplin hay muchas perlas, Charlot o Carlitos pasea por su universo y nos llega. Sí, no hay duda hay comicidad y una sensibilidad muy especial...
ResponderBorrarBeso
(¡Qué deleite de bingo!)
Hildy
Jaja, en Argentina le decimos "Carlitos", por eso opté por esa denominación en lugar de "Charlot". He visto algunos de sus largometrajes (en especial adoro "El gran dictador"), pero me falta mucho camino por recorrer para poder decir que lo conozco. Es uno de mis asuntos pendientes.-
Borrar"Otra mujer" me hipnotizó, no veo la hora de volver a verla. Y "Yo amé a un asesino" (¡qué título, jaja!) bien podría convertirse en una de mis pelis favoritas de John Garfield. Si bien creo que Peg cometió un error enorme en permitirle acompañarla (eso es obvio viendo lo que sucede en la película), me enamoré completamente de ese perdedor. Y me encanta el amor que el director también siente por él.-
Siguen rodando las bolillas de mi bingo, no he tenido descanso, pero en verdad ¿quién se cansa viendo películas tan maravillosas?
Un beso grande, Bet.-