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Viajes de cine. Última parada: Nueva York.-

 

Finalmente llegué a mi ciudad favorita, llena de planes para descubrir nuevas películas. Pero como suele suceder cuando uno lleva mucho tiempo viajando, de pronto me encontré sin demasiadas energías como para visitar lugares nuevos y necesité tomar asiento en un sitio tranquilo y conocido. Por eso, recurrí a películas que ya había visto antes para, simplemente, relajarme y disfrutar del paisaje.-


La Nueva York que nunca duerme: Sweet Smell of Success (Chantaje sobre Broadway) - Alexander Mackendrick, 1957.-



Apenas bajamos del avión (o presionamos el botón de “play” en este caso) y caemos en pleno Times Square, con sus luces enceguecedoras, el tráfico imposible, la gente, los teatros y los bares bajo un cielo nocturno que aplasta y agobia. Ese es el tono de esta película en su mayor parte, una selva de cemento donde matar o morir es la regla y en donde todos intentan sobrevivir como mejor pueden. Los dos jugadores principales de este juego son Sidney Falco (Tony Curtis), un agente de prensa ambicioso e inescrupuloso a más no poder y J. J. Hunsecker (Burt Lancaster), el columnista más poderoso de la ciudad que con una sola mención en su periódico puede salvarte (y con una sola omisión puede hundirte también). Hunsecker maneja los hilos de varias marionetas pero en el centro de esta historia están su hermana menor Susan (Susan Harrison) y el novio de ésta, Steve Dallas (Martin Milner) a quienes Hunsecker quiere separar por ¿capricho, miedo a la soledad, motivos aún más oscuros?

El ritmo de esta película es tan frenético como las vidas de Falco y Hunsecker, marcado en parte por el montaje y en parte por la banda musical dominada por el jazz. Y el ambiente es opresivo, con la mayoría de las escenas filmadas en la noche de una ciudad que literalmente parece no dormir nunca o bien en interiores con ángulos de cámara extraños que nos generan sensación de incomodidad y que enfatizan las relaciones de poder entre los personajes. Más notoriamente, cada vez que Hunsecker está cenando en su mesa habitual en el restaurante 21 o cuando confronta con Dallas en el auditorio que hace las veces de set de televisión, Falco aparece siempre detrás de él y más pequeño pero listo para pegar el salto como el oportunista que es.-

La dinámica entre Falco y Hunsecker es interesante, pero sin dudas lo que más me impactó en este visionado es la relación entre estos hombres y las mujeres en sus vidas. Falco vive en la parte trasera de su oficina y sin dudas su secretaria Sally (Jeff Donnell) ha estado allí alguna vez aunque más no sea para satisfacer su propia fantasía sobre las cualidades de Sidney, a quien imagina mejor de lo que es. La otra que ha estado allí lo suficiente como para saber dónde esconde Sidney las llaves es Rita (Barbara Nichols), una vendedora de cigarrillos que intenta salir adelante pero termina convertida en moneda de cambio en las negociaciones de Sidney con un columnista rival de J. J. En cuanto a éste, cada vez que veo la película me rechinan los dientes al ver su retorcida relación con Susan y al mismo tiempo quisiera zamarrearla para hacerla despertar de su letargo. Afortunadamente, el único momento en la película en el cual el cielo parece limpio y abierto y hay alguna perspectiva de decencia y libertad, le pertenece a ella.-

La Nueva York en donde todo queda en familia: Moonstruck (Hechizo de luna) - Norman Jewison, 1987.- 



De nuevo Norman Jewison y una película sobre el destino, la luna y un viaje a Italia que cambiará todo. En este caso la historia tiene por protagonistas a los que se quedan. Loretta Castorini (Cher), una viuda de 37 años, se compromete para casarse con Johnny Cammareri (Danny Aiello) la misma noche en la que él viaja a Sicilia para despedirse de su madre en su lecho de muerte. El único encargo que Johnny le hace antes de embarcarse es que contacte a su hermano Ronny (con quien no ha hablado en los últimos cinco años) para invitarlo a la boda. Loretta va a cumplir con la invitación como quien cumple con un trámite más, pero se encuentra con un Ronny (Nicolas Cage) atormentado por una decepción amorosa de la que culpa a su hermano e inmediatamente la chispa del romance se enciende entre ellos.-

Adoro esta película desde que era pequeña, aunque no sé exactamente por qué me gustaba en aquellos años. En este nuevo visionado, me llamó la atención la conexión que existe entre esta película y Only You, con la que haría una buena sesión doble. Hay algo irresistible en esta fórmula de la comedia romántica de la mujer que ha esperado por el amor verdadero y sólo ahora que está comprometida para casarse con el tipo completamente equivocado, conoce al adecuado. Pero además esta película tiene (a diferencia de Only You) un elenco delicioso en donde cada secundario tiene su propia historia para contar y podría incluso protagonizar su propia película. En particular adoré la química entre Olympia Dukakis, que interpreta a la madre de Loretta, y John Mahoney en el rol de un profesor universitario que tiene frecuentes amoríos con sus estudiantes que terminan casi siempre en rupturas escandalosas en el restaurante italiano que la familia Castorini frecuenta. Una noche en la que todos han salido y la Sra. Castorini resuelve ir a comer afuera (me encanta que en lugar de quedarse sola en casa, Rose, ese es su nombre, salga a cenar a un lugar acogedor), ambos coinciden en mesas cercanas y deciden compartir una comida y la caminata de regreso a casa. El diálogo entre ellos es franco, lejos están de coquetear y sin embargo es un momento muy dulce y casi hasta romántico (el marido de Rose - interpretado por Vincent Gardenia - es tan antipático a mis ojos que no puedo menos que anhelar que pase algo entre estos dos personajes). Claro que Jewison reserva un momento de redención para el Sr. Castorini luego de un brevísimo pero oportuno diálogo con su padre (Feodor Chaliapin Jr.), de modo que en el final todos los personajes tienen su nota positiva. No quiero cerrar este aspecto sin referirme a los tíos de Loretta, interpretados por Louis Guss y Julie Bovasso, el único matrimonio absolutamente feliz de la película, creo…

Pero como no podía ser de otra manera, el motivo por el cual elegí volver a ver esta película es porque recordaba perfectamente que en una escena central Loretta y Ronny van a la ópera. ¡Ay! se me derritió el corazón al ver ese edificio del Metropolitan Opera que amo (y extraño) tanto y que Jewison muestra bastante, adoptando el punto de vista de Loretta, que nunca ha ido a la ópera y por lo tanto está deslumbrada por todo lo que ve. Puedo dar fe de que el momento en el que las arañas se levantan cuando está por comenzar la función es de los más emocionantes, al ver eso uno sabe que algo magnífico está por suceder. Y encuentro más que apropiado que la ópera elegida por el guionista John Patrick Shanley para esta película sea La Bohème de Puccini, en primer lugar porque es una excelente ópera para quien no está familiarizado con el género, ya sea Loretta o los espectadores de la película (no es muy larga, la historia es lineal y fácil de seguir, la música es casi incidental como si fuera música de cine, con algunas arias muy conocidas y hermosas…); pero además porque es una ópera sobre dos personas que no se suponía que debían enamorarse, pero lo hacen en una noche de luna llena y que en algún punto de su relación contemplan la posibilidad de separarse porque no es correcto que estén juntas, pero luego deciden intentarlo mientras sea posible, exactamente como hacen Loretta y Ronny durante la ausencia de Johnny.-

La Nueva York a la que dedicar una sinfonía: Manhattan - Woody Allen, 1979.-



Nueva York es aquí la destinataria de una sinfonía que se dibuja tanto sobre un pentagrama como en celuloide. Con la música de Gershwin siempre presente y un blanco y negro a veces agudo y a veces de ensueño, Manhattan de Woody Allen cuenta la historia de un hombre y las mujeres en su vida, pero es sobre todo una carta de amor a la ciudad de Nueva York (pilas de bolsas de basura en las veredas y todo).-


Isaac (Woody Allen) está pasando por una suerte de crisis cuando lo encontramos al comienzo de la película: escribe libretos de televisión con éxito pero sin gratificación alguna y está saliendo con una chica de 17 años, Tracy (Mariel Hemingway). Ella lo adora pero él, con 42 años, siente que no deben involucrarse demasiado emocionalmente. Las cosas parecen acomodarse un poco cuando renuncia a su trabajo y el libro en el que está trabajando promete la aprobación de sus editores; y cuando termina su relación con Tracy para iniciar un romance con una mujer todavía más joven que él pero más cercana en edad, Mary (Diane Keaton). Sin embargo, el peso de una anterior relación de Mary podría poner en peligro la armonía de la pareja.-


Creo que había visto alguna vez esta película, pero la verdad sólo recordaba generalidades sobre ella y me sorprendió encontrar un tratamiento del tema principal en la película diferente a lo que se dice habitualmente por allí. Con toda la controversia que existe en torno a la figura de Woody Allen, esta película es señalada por muchos como un ejemplo del arte imitando a la vida al mostrar - en una forma que un sector de la opinión pública considera altamente censurable - al personaje (al cual algunos no logran separar del actor/director) manteniendo una relación sentimental con una menor de edad. Y sin embargo la película marca desde la primera escena que Isaac no se siente cómodo en esta relación. Se siente atraído por Tracy, sí, pero es perfectamente consciente de la diferencia de edad e incluso intenta incentivar a la muchacha para que salga con jóvenes de su edad en lugar de perder el tiempo con él. Por otro lado, también se deja en claro que Tracy ha tenido otros amantes antes, de modo de establecer que Isaac no es el primer hombre en su vida y (si bien he leído que Mariel Hemingway aparentemente se sintió incómoda al filmar una escena romántica con Allen) sólo hay una escena en la película en la cual los personajes se besan y definitivamente no es un gran beso de película (las escenas entre Allen y Keaton, en cambio, son filmadas en una forma más directa). En suma, no encontré en ningún momento que la película aborde la relación entre Isaac y Tracy en una forma irrespetuosa para la sensibilidad del público o de la actriz involucrada o haciendo una apología de la corrupción de menores. Y además Tracy es una jovencita con una muy buena cabeza plantada sobre sus hombros, no es ningún títere. No me gusta traer temas controversiales, pero siento que debo decir esto porque me sorprendió como elemento narrativo y porque creo que es importante que desde los espacios de cinéfilos hagamos hincapié en que hay que dejar que las películas hablen por sí mismas por sus características intrínsecas. Todo lo que las rodea podrá ayudarnos a contextualizar pero al final del día, lo que cuenta es lo que existe dentro del recuadro de la pantalla con sus luces y sombras.-


Volviendo entonces a la película en sí misma, me dí cuenta de que de cuatro viajes de cine, en tres de ellos recalé en Woody Allen (y ello solamente porque dejé afuera de la entrada sobre París a la maravillosa Midnight in Paris, si la hubiera incluido, hubieran sido cuatro sobre cuatro). Definitivamente, Allen sabe usar el espacio para contar sus historias y éstas y sus personajes son esencialmente urbanos. Aquí Nueva York se convierte en una ciudad en donde dar un paseo en domingo es lo más deseable del mundo, aunque termine en tormenta; en donde hasta los ruidos de la calle te acogen cuando tu departamento se vuelve inhabitable; en donde el lodo en el fondo de un estanque no logra empañar un paseo en bote. Y en una escena final que me trajo a la memoria aquel final de City Lights (salvando las distancias, no pude evitar asociar ambos primeros planos), Nueva York se convierte también en una ciudad en donde esperar a que tu amor regrese, mientras aprendes a tener un poco de fe en la gente.-

Comentarios

  1. Adoro la ciudad de Nueva York que nos has hecho visitar. Y es que las tres películas que reseñas las amo con locura.
    Chantaje en Broadway me parece una joya brutal. Una de mis comedias románticas favoritas es Hechizo de Luna. Y, tal vez, si alguien me dijera que le recomendara una película que definiera a Allen entre su prolífica filmografía quizá uno de los títulos sería Manhattan.
    Pero fíjate hoy me apetece pasearme por el Nueva York de Hechizo... y a ser posible con luna llena, y unos cuantos perros aullando, como si fuesen lobos..., y un poco de frío.

    Beso
    Hildy

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    Respuestas
    1. Jaja, ¿puedo sumarme a tu paseo? Muero por un poco de frío y rodeada de perros es cuando estoy más feliz últimamente.-
      Yo me sorprendí con Manhattan. Hace poco tiempo volví a ver Annie Hall, que era mi preferida cuando era más joven, y no me gustó tanto; y ahora Manhattan me pareció superior como película, pero tengo la impresión de que no está tan bien conceptuada. En fin, cuestión de gustos...
      Y Chantaje en Broadway sólo la había visto una vez por tu recomendación y no creo haber entendido del todo la trama en ese momento, jaja. Esta vez pude apreciarla mucho mejor, en especial la atmósfera opresiva de la ciudad.-
      Te veo bajo la luna, Bet.-

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