Confesión: no soy muy amante de las series. He visto completas sólo un puñado y tengo un par de ellas en DVD (de los tiempos pre-streaming) para sumergirme en maratones una vez cada tanto, pero en general no tengo paciencia para sostener varias temporadas. Me olvido de verlas, pierdo el interés y prefiero el formato del largometraje para disfrutar de una historia. Pero de vez en cuando aparece una serie, o mejor aún una miniserie, que me atrapa. Eso ocurrió con The Terror, una miniserie estrenada en 2018 de la que jamás había oído hablar y que llamó mi atención porque transcurre en la época victoriana, nada menos que con una aventura náutica de fondo (al ver que protagonizaba Ciarán Hinds me imaginé algo así como una secuela de Persuasión, con las aventuras del Capitán Wentworth en aguas lejanas; no podría haber estado más equivocada). Eso es sólo para la primera temporada. La segunda, que no he visto, tiene una temática, elenco y equipo creativo completamente distintos e ignoro por qué los productores decidieron juntarlas bajo un mismo título. Contra todo pronóstico, esta historia con elementos fantásticos y de horror, me deslumbró y quise reseñarla en algo que fuera una especie de “Cinco motivos para ver The Terror”, pero como el final de la serie es tan diferente del comienzo, se impuso un revisionado y en el transcurso de este segundo encuentro los “motivos para ver” se convirtieron en “motivos para amar”.-
Motivo Nº 1: la recreación de época.-
Uno de los grandes valores de esta miniserie es su fabulosa recreación de época, la cual nos permite viajar en el tiempo para descubrir cómo era la vida a bordo de un buque explorador al servicio de la Marina Británica, a mediados del Siglo XIX. Y viajamos en el espacio también, porque la expedición encomendada a los dos buques que la componen, el Erebus y el Terror (The Terror es un juego de palabras entre el nombre del segundo buque y la sensación que nos produce la serie), viaja a través del Mar Ártico para intentar encontrar una vía navegable que atraviese el Polo Norte y que permita al comercio británico llegar a China y la India por el norte. Más allá de algún error que la miniserie pueda tener (en IMdB se menciona algo respecto a un juego de ajedrez que sería demasiado moderno para 1847), la sensación que nos queda es de la más absoluta autenticidad y atención al detalle: las técnicas de navegación, el uso de impecable vajilla aún bajo las situaciones más desesperantes, la precariedad de los procedimientos médicos, los métodos de conservación de los alimentos.-
La miniserie describe también las complejidades del sistema de jerarquías a bordo de los buques: cada buque tiene su capitán y su segundo, existiendo entre ellos un entrecruzamiento de jerarquías en donde el capitán del Erebus, Sir John Franklin (Ciarán Hinds) es el de mayor rango, le sigue el capitán del Terror, Francis Crozier (Jared Harris), luego el segundo de Sir John, el también capitán James Fitzjames (Tobias Menzies) y finalmente el segundo del Capitán Crozier, Mr. Blanky (Ian Hart). Por debajo de ellos hay Marines, conscriptos, un equipo médico integrado por un doctor en medicina y un asistente por buque y numerosos marineros (129 hombres en total) de diferentes escalafones.-
Además hay breves vistazos a la vida en tierra firme, tanto anteriores como simultáneas con la expedición. Estas escenas nos permiten apreciar la popularidad de estos “héroes del mar” en la sociedad inglesa, el desprecio que el Almirantazgo siente por ellos (ni Sir John ni Crozier son apreciados por los altos mandos), los esfuerzos de Lady Jane (Greta Scacchi), la esposa de Sir John, por interesar al público en una misión de rescate de los marinos.-
Motivo Nº 2: el terror.-
En esta miniserie hay diversas fuentes de terror, tanto para los personajes como para el espectador. Por un lado, el problema más evidente que tienen los marinos es la llegada del invierno en pleno Ártico, lo cual sumado a la ignorancia sobre la ubicación exacta del paso que están buscando, hace que ambos buques queden atrapados en hielo compacto cuando no logran atravesar su ruta a tiempo. El final del primer episodio nos deja con la visión espeluznante de ambos buques detenidos en una inmensidad blanca, sin posibilidades de avanzar o de huir de cualquier peligro que pueda acecharlos. Y el peligro viene de la mano de Tuunbaq, una criatura mitológica con forma de oso polar que despedaza ingleses a troche y moche… literalmente. La serie es muy violenta y cuando la gente muere, muere de la peor forma y delante de nuestros ojos.-
Pero en The Terror el miedo también viene de los que no vemos. Los realizadores hacen un excelente trabajo en utilizar el paisaje ártico, con sus inclemencias climáticas y espacios abiertos, para generar tensión y en ello el diseño de sonido juega un rol esencial. El silencio y lo que no vemos asusta más que aquello que se presenta nítidamente en la pantalla y en ese sentido hay también un desarrollo muy inteligente de la presencia de Tuunbaq en pantalla. La criatura aparece recién en el segundo capítulo pero no lo vemos con claridad hasta más avanzada la miniserie. Y les diría que da más miedo cuando lo intuimos que cuando logramos verlo claramente, en especial porque Tuunbaq gana rasgos cada vez más humanos a medida que consume más individuos.-
Pero Tuunbaq no es lo único que da miedo en The Terror; también está el terror generado por los propios hombres. A medida que avanzan los capítulos se va delineando un villano tan peligroso como Tuunbaq y capaz de la mayor brutalidad. Al mismo tiempo, una enfermedad cuyo origen los médicos de a bordo no pueden determinar, está afectando a la tripulación. Los hombres se debilitan y mueren y los que no, sufren trastornos mentales. En este contexto, parecería que la muerte y la locura son inexorables y la combinación de ambas resulta en uno de los momentos más caóticos y dramáticos de la miniserie, durante una fiesta de Carnaval demencial que tiene lugar en el capítulo seis.-
Motivo Nº 3: El drama humano.-
Ahora bien, The Terror no es solamente una miniserie “de monstruos”. El drama humano por la supervivencia tiene un rol preponderante en la trama y va desarrollándose paralelamente a la lucha contra Tuunbaq. Desde el primer capítulo resulta claro que estos marinos no tienen toda la vida para concretar su travesía, porque no sólo la llegada del invierno los pone en peligro sino también la acumulación de inviernos. Es que, dado que los deshielos nunca son totales en esa región con un verano meramente nominal, cada invierno suma hielo a lo que quedaba del anterior, aumentando la densidad de las masas por las que los buques deben transitar.-
Además, está la enfermedad que (ya sea por motivos médicos o puramente dramáticos) afecta a algunos hombres más que a otros. Desde el comienzo encontramos víctimas de este mal que será lo que termine causando más pérdidas humanas que el propio Tuunbaq.-
Pero los marinos británicos no son los únicos que sufren. Las tribus nativas también están padeciendo la transformación de su entorno natural, lo cual los ha dejado sin presas de las que alimentarse. En efecto, Tuunbaq es su única esperanza. Es el espíritu que, bajo la influencia de un Chamán (Apayata Kotierk), procura preservar el medio de vida tradicional de las tribus espantando a los ingleses. El mayor problema es que los ingleses matan al Chamán por accidente y su hija, apodada Lady Silencio (Nive Nielsen) por los marinos, no logra someter al espíritu. De ahí que Tuunbaq esté “desatado” y que Lady Silencio se convierta en la clave para resolver ese misterio.-
Motivo Nº 4: Los personajes.-
Pero más allá del suspenso y del terror que causa la criatura, lo que termina enganchando en esta miniserie son sus personajes. A medida que avanzan los capítulos van delinéandose las diferentes personalidades, como suele ocurrir en toda historia de supervivencia, y todos tienen su pequeño momento. Tal vez la única falla que le señalaría a The Terror tiene que ver con que hay muchos personajes y a veces, los momentos de cada uno son demasiado pequeños. Eso hace que cuando un personaje al que conocimos en el primer episodio se vuelve muy importante a partir del capítulo seis… ay, puede ser que ya no recordemos cuál era su historia, quién era. Pero ese mismo problema es que el hace mucho más rico el revisionado, cuando el conocimiento sobre el final hace que detectemos pequeñas “pistas” que se nos van dando desde el comienzo.-
De todos los personajes, me quedo con los dos héroes, por un lado el Capitán Crozier y por el otro el Sr. Goodsir (Paul Ready), un anatomista que oficia de asistente para el Dr. Stanley (Alistair Petrie) a bordo del Erebus. En un punto ambos hombres recorren caminos similares en los que encontrarán su destino para luego perderlo. La serie utiliza la figura de Crozier para explorar la situación de los irlandeses en la marina británica, eminentemente inglesa. Crozier llegó a capitán, sí, pero no la tiene fácil en su medio y su origen está siempre en consideración tanto en su carrera como en su vida personal. Esto marca un contrapunto con la situación de otro personaje que tampoco es ciento por cien inglés pero que pudo ocultar su origen mestizo y tuvo un mayor progreso en su carrera. El recorrido que traza Crozier es admirable porque pasa de tener una posición de líder formal (como capitán tiene a los demás sometidos a su autoridad les guste o no) a revelarse como un auténtico líder natural, capaz de inspirar lealtad en sus hombres aún cuando ya no sea verdaderamente un capitán de barco y aún cuando estos hombres no siempre entiendan el sentido de sus órdenes.-
Mi otro favorito es el Sr. Goodsir (nunca mejor puesto un nombre). Goodsir es el científico entre estos hombres prácticos que buscan soluciones concretas para problemas complejos. Es además el primero que avista a Tuunbaq y que de alguna forma percibe su cercanía durante uno de los ataques más brutales de la criatura. Y su relación con Lady Silencio, la empatía que siente por ella, es lo que paradójicamente le da voz. Goodsir es además quien en definitiva generará las condiciones para derrotar a Tuunbaq, aunque su intención inicial fuera dar a otro enemigo una dosis de su propia medicina.-
Del episodio final me quedo con dos imágenes emocionantes. La primera es ese abrazo fraterno entre Crozier y Mr. Blanky, del cual dejo el fotograma; un abrazo que es a la vez una despedida y una celebración de la amistad que unió a estos hombres hasta el final. La segunda imagen es el mismísimo final de la serie que pone puntos suspensivos a la historia. Nos queda la duda de si The Terror es una historia con final apocalíptico o si alberga la posibilidad de un nuevo comienzo.-
Motivo Nº 5: La historia detrás de la serie.-
La miniserie comienza con unos carteles explicativos que nos indican que esta expedición existió de verdad y que ningún hombre regresó de la misma. Cuando uno termina de verla es inevitable zambullirse en Internet para leer la historia verdadera y descubrir que mucho de lo que vemos en pantalla, ocurrió de verdad. Se sabe, por ejemplo, que los barcos quedaron atrapados en el hielo (es más, ambos fueron descubiertos en 2014 y 2016); que una enfermedad posiblemente causada por el factor que los personajes barajan en la ficción, de veras asoló a la tripulación; se sabe a través de la tradición oral de las tribus nativas que los marinos intentaron una excursión a pie; se sospecha que hacia el final los hombres cayeron en el salvajismo. Sobre la base de estos descubrimientos se escribió la novela en la que se basa la miniserie, que agregó el elemento fantástico con una diferencia fundamental: en la novela (que no he leído), Lady Silencio se casa con uno de los marinos y tiene hijos con él, mientras que en la miniserie esto nunca ocurre. El final, como decía, puede ser visto como esperanzador o como angustiante pero en ningún caso es romántico. Es abierto como quedó en la Historia (dejo el artículo de Wikipedia, que es muy completo).-
Hola Bet
ResponderBorrarCoincido contigo en el poco apego a las series "modelnas". Para mi, una serie debe durar media hora -tres cuartos, con anuncios glup- que te haga reír y que tengan, sólo, una cierta continuidad. Esto de ahora de temporada tras temporada, cambios tontos y demás lujos, para mi, es que alguien mueve el anzuelo para tener entretenidos a los peces del acuario.
Por "The Terror" tengo almacenada en mi memoria una peli de Roger Corman con un jovencísimo Jack Nicholson -que ya daba muestras de estar por encima de sus personajes- y de la que apenas entendí algo; vamos una mezcla entre el terrror y el horror. Como las series de ahora mismo.
Un saludo, Manuel.
Le pido mil disculpas, querido Manuel, no tengo justificación para mi tardanza. Creo que vivo en el día de la marmota y cuando quiero recordar, han pasado mil días sin que hiciera lo que me había propuesto.-
BorrarCoincido en que treinta o cuarenta minutos está bien como duración, me disuade un poco ver que los episodios sean largos, pero a decir verdad tiendo a esquivar las comedias porque es más difícil encontrar la que sea justa para la medida de uno. El drama casi siempre es efectivo, pero la comedia...
Esta mini serie me encantó y creo que podría convertirse en algo que mire de tanto en tanto. Por lo pronto, aguantó dos visionados al hilo sin desmerecer ante mis ojos, todo lo contrario. La recomiendo mucho (la primera temporada, aún no he visto la segunda y no creo que la vea).-
Le mando un abrazo enorme, Bet.-