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Proyecto Cary Grant Nro. 37: Night and Day - Michael Curtiz, 1946.-


Lo primero que me llamó la atención en esta película es que los títulos del comienzo la definen con una ilustración de la carrera (no de la vida) de Cole Porter. Punto de partida fundamental, si consideramos que Night and Day está lejos de la biografía del compositor, para juzgar la calidad de la película por lo que es y no por aquello que desde el comienzo nos está advirtiendo que no es. Y sin embargo, tampoco en aquello que pretende ser, la película sale a flote.-

El segundo punto interesante que encontramos es que la película no comienza con Porter sino con Monty Woolley (haciendo aquí de sí mismo), un profesor de la Universidad de Yale reprendido por la junta directiva por su comportamiento disipado. Es de la mano de Monty que conocemos a Cole Porter (Cary Grant), quien en 1914 es un joven estudiante de Derecho en la Universidad de Yale a punto de patear el tablero: Cole está más interesado en la música que en las leyes, para pesar de su abuelo (Henry Stephenson). Monty y Cole abandonan Yale juntos e inician el arduo camino de ganarse el pan en los escenarios.-

Esta película se inscribe en la tradición de Hollywood de crear biopics de compositores de música popular (a veces en forma individual, otras bajo la forma de parejas artísticas) como excusa para montar pastiches de números musicales conocidos, con la participación especial de figuras destacadas. Ya he mencionado en alguna otra oportunidad que no soy particularmente amante de este tipo de películas porque suelen resultar a mi gusto muy desparejas y decepcionantes lo mismo como biografías que como musicales (siempre menciono como honrosa excepción la deliciosa Three Little Words). Night and Day no constituye, lamentablemente, una segunda excepción sino que viene a confirmar la regla.-

El mayor problema aquí tal vez sea Grant, por mucho que me pese decirlo. Durante gran parte de la película no me creí que la música fuera su gran pasión y cuando resulta herido en la I Guerra Mundial y deja momentáneamente de componer, la verdad es que se lo ve resignado a esta nueva realidad. Resignación es lo que muestra ante varios de los acontecimientos importantes en su vida, como si le diera lo mismo tanto componer como no, triunfar como no, casarse con Linda (Alexis Smith) como no. Y aquí encontré el segundo problema: Grant y Smith no tienen química en absoluto, y cuando Linda sigue presionando a Cole para que vuelva a componer y sigue regalándole cigarreras grabadas (me pregunto si tenía la secreta intención de causarle un enfisema pulmonar), pero luego empieza a reclamarle tiempo familiar, me dan ganas de gritarle a la pantalla.-

Que Night and Day (la canción) sea una de las que menos me gustan del cancionero clásico americano y que aparezca varias veces en la película, tampoco ayuda… pero tiene que haber algo que me haya gustado en la película, vamos. Bueno… es la primera película de Grant en Technicolor, eso es digno de destacar (aunque yo prefiero a mi galán en blanco y negro, pero estoy intentando mantener una actitud positiva). Y las participaciones especiales de Jane Wyman (¡no sabía que pudiera cantar tan bien!), de Eve Arden a quien siempre me gusta ver, de Ginny Simms que tiene una química fantástica con Grant (desde su primera aparición estuve vitoreando porque su personaje forme pareja con Porter, pero no tuve éxito) y de Mary Martin haciendo de sí misma, son una delicia. Además, por supuesto que Grant canta en la película (aunque no toca el piano, lo cual me decepcionó un poco, pero ¡actitud positiva!), y eso siempre me gusta. Los números de baile también son buenos; no reconocí a ninguno de los bailarines, pero según aparece en internet, son Milada Mladova y George Zoritch para Begin the Beguine, Adam y Jane Di Gatano en I’ve Got You Under My Skin y Estelle Sloan en Just One of Those Things. Finalmente, esta película es - como suele ser el caso en este subgénero - una galería de caras conocidas entre las que destaco especialmente a Sig Ruman en un papel muy pequeño pero que resaltó a mis ojos porque le tengo mucho cariño a este actor a partir de sus colaboraciones con Ernst Lubitsch en Ninotchka y especialmente, en To Be or Not To Be.-

***

Recuadro de cine: Notorious (Encadenados) - Alfred Hitchcock, 1946.-


Hace mucho, pero mucho tiempo pensé en una sección para este blog destinada a revisionados y revisiones, a volver a traer alguna película que ya hubiera comentado pero sobre la que, pasado algún tiempo, tuviera algo más que decir. Iban a ser mis “recuadros”, pero la verdad es que nunca terminaron de convertirse en algo estable y tras un par de intentos, los abandoné. Hoy quise traer uno nuevamente porque después del fiasco de Night and Day me regalé un nuevo visionado de la otra película de Cary Grant que llegó a la pantalla grande en 1946 y mi gran favorita de Alfred Hitchcock: Notorious.-

Notorious fue objeto en su momento de una amorosa reseña en mi blog sobre Hitchcock, una reseña de la que guardo un recuerdo especial porque fue la única que escribí “de memoria” (habitualmente, miro primero la película, aunque se trate de un revisionado, y luego escribo mi texto volviendo a visionar ciertas escenas o la película entera si acaso lo necesito; pero en el caso de Notorious, escribí el primer borrador en base a mi recuerdo de tantísimos visionados y luego de volver a ver la película, creo que no hice más que modificaciones o agregados menores). Fue una de las primeras películas de Hitchcock que vi, una de mis primeras de Ingrid Bergman y de Claude Rains (a quienes conocía por Casablanca) y una de mis primeras de Grant (a quien conocía por His Girl Friday) y me enamoré perdidamente de ella. En este nuevo visionado, se mantuvo a la altura de mi recuerdo y hoy, releyendo mi viejo texto, tuve la agradable sorpresa de descubrir que muchas de las cosas que escribí en aquel momento son las mismas que comenté durante el visionado con mi padre, con quien vi la película ayer: la tensión narrativa, las transgresiones al Código Hays, la música de Roy Webb, la química increíble de Grant y Bergman, el patetismo del personaje de Rains, el tema de autodestrucción que recorre la historia, la estructura impecable del guión de Ben Hecht, los “trucos” de cámara de Hitchcock y su control sobre todo lo que aparece en el cuadro. En la sesión doble de “Cary Grant en 1946” que mi padre y yo tuvimos en la tarde ayer, Notorious resultó la clara ganadora pero eso no es de sorprender, es simplemente brillante.-


Comentarios

  1. Hola Bet
    Supongo que no se puede ser demasiado exigente con pelis tipo "NighAndDay" pues se hacían, creo yo, como fruta de temporada; estamos en 1946 todavía no se había inventado el LP y era una especie de "Grandes Éxitos" de Cole Porter. Por añadirle otra "dimensión" hay que observar que Porter estaba muy en activo en el 46 y seguro que tenía mas poder él sobre la peli que el propio Curtiz.
    Soy muy de "NAD" como tema musical pero como titulo para un biopic tienes que estar muy seguro que la gente lo identifica con la canción al primero golpe. Imaginemos: "Miguel Cortés, Noche y Dia" podemos pensar que Miguel es bipolar... o que sigue un teléfono de contacto y trabaja en el sector "placeres". O bien: "Coldo Portes, Noche y Día" ahí tienes una empresa de mudanzas de confianza con su eslogan.
    Un saludo, Manuel
    PD. en España al utensilio para guardar "finamente" los cigarros lo llamamos pitillera mientras que cigarrera sería la empleada que fabrica esos cigarros. ¡Ya no quedan novias rumbosas que te alivian sus ausencias!

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  2. En esta ocasión nuestras opiniones carentes de entusiasmo sobre NOCHE Y DÍA coinciden plenamente. Nunca me gustó la película, que quede claro, y nuestro querido Cary Grant no era ni por asomo el actor adecuado para incorporar ese personaje con un mínimo de credibilidad. De hecho, a mí ese subgénero, el de los biopics, suele aburrirme. Esta vez le tocaba el turno a Cole Porter como perfecta excusa para introducir y enlazar en una supuesta (y apañada) biografía del célebre compositor, numerosas canciones y piezas musi­cales tan agradables como nostálgicas, lo que contribuye a que su metraje se dispare hasta casi las dos horas y cuarto.
    Diría que la probada eficacia narrativa de Michael Curtiz esta vez se vio mediatizada por un cierto desinterés del director ante un material que tal vez no le interesaba demasiado.
    Y en cuanto a ese merecido “revival” que le dedicas a ENCADENADOS, ahí ya me disparo y solo se me ocurre direccionarte de nuevo hacia mi blog (evitando repetirme aquí) para que leas el comentario que en su día le dediqué a esa impresionante obra maestra de Hitchcock.
    https://moviemovieelblog.blogspot.com/search?q=encadenados
    Un abrazo.

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