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Comienzos (segunda parte): Fred Astaire en Dancing Lady.-


Cualquiera creería que una película musical producida por MGM y en la que aparezca Fred Astaire tiene todos los elementos para ser entretenida y especial… pero no.-
A comienzos de los años ‘30 los musicales estaban en decadencia y fueron rescatados por la fantástica 42nd Street (Lloyd Bacon, 1933), producida por Warner Bros. Ese mismo año le siguieron - bajo el mismo sello - Gold Diggers of 1933 y Footlight Parade, ambas deliciosas, rápidas y sobre todo, muy bien hechas, con alma. Hago esta brevísima referencia porque es indudable que  Dancing Lady (Alma de bailarina), dirigida por Robert Z. Leonard en 1933 busca subirse a ese mismo tren pero no lo logra.-
La historia es bastante típica de los musicales de la Depresión: una bailarina pobre (Joan Crawford) ingresa al elenco de una producción de Broadway a cargo de un director de esos rudos pero llenos de talento (Clark Gable), en este caso gracias a la influencia de un millonario que espera conquistarla luego de que se haya desquitado con las candilejas (Franchot Tone). La bailarina logra un protagónico en el espectáculo, el director y ella empiezan a enamorarse y el millonario retira su apoyo económico para forzar la cancelación del show y su casamiento con la heroína. Pero finalmente el amor y el espectáculo triunfan, la bailarina y el director terminan juntos y con un éxito entre manos y el millonario se hace a un lado cordialmente.-
Empezando por lo bueno en esta película, Clark Gable llena de manera impecable los zapatos del director que pone todo en juego por su espectáculo, a la manera de Warner Baxter en 42nd Street; y es de agradecer que Fred Astaire haya encontrado ese mismo año su hogar en RKO, en donde sería reunido con Ginger Rogers para hacer historia. Hasta ahí el balance positivo de Dancing Lady. Por lo demás, la película se arrastra penosamente durante una hora y media y nadie demuestra en la pantalla ni una gota de lo que pudiera haber sido su mejor faceta. Joan Crawford y Franchot Tone tienen una pobre química (sí, ya sé que fueron esposos en la vida real, pero nada de la atracción que deben haber sentido se trasluce aquí), lo cual termina haciendo daño al personaje de Crawford (da la impresión de que estuviera con él solo por su dinero) y la propia Crawford se toma demasiado en serio a sí misma como para que su estilo rudimentario de baile resulte adorable, ya que no admirable. En ello recuerda bastante a Ruby Keeler pero sin su vulnerabilidad termina siendo fastidiosa. El resto del elenco está allí arrojado a su buena suerte, sin demasiada cohesión: May Robson, a quien adoro, resulta fuera de lugar como la abuela sorda de Franchot Tone, Robert Benchley es... Robert Benchley, es decir que aparece para agregar unas notas más patéticas que humorísticas, los Tres Chiflados - de la mano de Ted Healy en su única aparición en cine como conjunto - están “agregados” sin que exista un verdadero motivo para que estén en la película y el pobre Nelson Eddy aparece para cantar una sola canción. Ni siquiera en el final tenemos la recompensa de que el número en el que tanto trabajaron Crawford y Gable sea maravilloso: si alguna vez hubo un número aburrido, es este y es evidente que los realizadores no sabían qué hacer con Astaire, quien sin embargo ya tenía un nombre propio como artista de escenario con su hermana Adele.-
Es muy tentador imaginar cómo hubiera resultado esta película si hubiera sido producida por Warner Bros. Imagino a Ruby Keeler en el rol de Crawford, a Guy Kibbee como el viejo productor en lugar de Grant Mitchell, a Ned Sparks en lugar de Healy, quizás a Douglas Fairbanks Jr en vez de Franchot Tone. Y sobre todo, es muy tentador imaginar a Arthur Freed al timón de este barco que así las cosas no llega a ninguna parte. Pero eso no sucedería sino hasta finales de la década del ‘30...

Comentarios

  1. ... Uff, creo que hace una barbaridad que visioné Alma de bailarina. Me encanta cuando dices que no sabían muy bien qué hacer con Fred Astaire. Y eso les pasó a varios actores y actrices... ¡hasta que encontraron el papel que les llevó a la cima!
    ¡Nada, no encontramos película de Joan que te reconcilie un poquito con ella! Solo un poquito.
    Ay, es una pasada descubrir a Clark Gable en sus primeros papeles... ¡que son una barbaridad!
    Lo dicho esta serie es una pasada.
    Beso
    Hily

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    Respuestas
    1. Jajaja, persevera y trinfarás querida Hildy. No he olvidado tu recomendación sobre "Rain", es que conseguí una versión muy deteriorada y miré solo unos minutos hasta que perdí la paciencia por su mala calidad. Pero... no, hasta ahora no he encontrado una película de Crawford que me guste. Aunque sí, ¿qué te parece? logré ver con más benevolencia "El cartero siempre llama dos veces" y el personaje de Ann Todd en "Amigos apasionados". Estoy ablandándome, jaja.-
      Debo decir que conozco poco y nada de la filmografía de Clark Gable, el otro día descubrí "Wife vs Secretary" y volví a ver la maravillosa "It happened one night", pero además de "Lo que el viento se llevó" no tengo presente en este momento otra peli que haya visto... bueno, hizo varias con Crawford así que ¿quién te dice?
      Te mando un beso grande, Bet.-

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