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Rudolph Valentino.-

El visionado de la serie Hollywood me dejó naturalmente con ganas de ver pelis mudas y tras algunos visionados por aquí y por allá resurgió mi curiosidad por Rudolph Valentino, a quien sólo conocía de Camille. Por esta y otras películas de las que he visto extractos, esperaba encontrarme con un actor un tanto inclinado hacia la sobreactuación al menos para los estándares modernos pero tuve una muy agradable sorpresa. He aquí mi breve camino por el momento.-

Cobra - Joseph Henabery, 1925.-


Cobra cuenta la historia del Conde Rodrigo Torriani (Valentino), un noble italiano empobrecido que vive saltando de un escándalo a otro debido a su incapacidad de resistir a las mujeres. En uno de estos episodios conoce a un americano de visita en Italia, Jack Dorning (Casson Ferguson), quien decide reclutar a Rodrigo para su negocio de antigüedades en Nueva York y de paso rescatarlo de su problema con las mujeres. Sin embargo, a poco de llegar Rodrigo se ve nuevamente envuelto en un poliedro amoroso que involucra a varias mujeres y a su mejor amigo.-
La primera escena de esta película es una maravilla de buen cine: un padre con más codicia que indignación decide usar la carta de amor que su hija recibió del Conde Torriani para saldar una deuda propia, pero hay un problema: no conoce al Conde y sólo ve a medias su silueta mientras Rodrigo fuma en una terraza. Esto lleva a una confusión de identidades que involucra a Jack y ambos hombres se agradan mutuamente de inmediato. Toda esta acción está bellamente filmada en un entorno nocturno de ensueño que contrasta con el resto de la película que transcurre en el ambiente de negocios de Nueva York y es bastante plano.-
Hay varios aspectos de la construcción de los personajes que me resultó muy interesante en esta película. En primer lugar, durante gran parte de la película hay un subtexto de homosexualidad en el personaje de Jack, hay varias referencias a que él no tiene el problema que agobia a Rodrigo de sentirse cautivado por las mujeres y Jack ciertamente se ocupa con dedicación de apartar a su amigo de las damas; pero hacia la segunda parte de la película esta insinuación se diluye cuando Jack cae en las redes de Elise Van Zile (Nita Naldi), una cazafortunas que va tras Rodrigo hasta que descubre que no tiene un centavo y entonces se vuelca hacia Jack. En este punto Rodrigo no parece muy buen amigo en tanto no hace ningún esfuerzo por advertir a su amigo sobre Elise, o tal vez no dimensiona adecuadamente los peligros que acechan…
En cuanto a Rodrigo, me resultó interesantísimo. Por un lado, con toda su experiencia con las mujeres yerra al juzgar a Mary Drake (Gertrude Olmstead), su secretaria de la cual se enamora inmediatamente pero que a su vez está enamorada en secreto de Jack. Por el otro, es muy interesante el juego de espejos que se advierte entre Rodrigo y el propio Valentino: Rodolfo evidentemente disfruta de la compañía de las mujeres pero al mismo tiempo es consciente de que éstas lo persiguen para satisfacer sus propios deseos y fantasías y se esfuerza por hacerse valer por sí mismo y no como un mero objeto sexual. Valentino mismo dijo “las mujeres no están enamoradas de mí sino de mi imagen en la pantalla. Soy meramente el lienzo en el cual las mujeres pintan sus sueños”. Otros dos detalles llamaron mi atención: en primer lugar me gustó mucho ver a Valentino en el rol de un personaje italiano como él mismo, con sus manierismos y todo y en segundo lugar, hay tanto humor en la forma en la que compone a Rodrigo, en especial en la secuencia en la que se muestra en un flashback cómo los Torriani siempre tuvieron problemas con las mujeres. En suma, encontré fascinante que Valentino decidiera filmar esta película durante el único período de su carrera en el cual tuvo control sobre su obra lo que la transforma (más allá de su fracaso en la taquilla y especialmente gracias a su final) en el verdadero testamento del gran amante de la pantalla.-

The Sheik (El caíd) - George Melford, 1921.-


Específicamente me refería a esta película cuando pensaba en Valentino tendiendo hacia la sobreactuación y mi prejuicio fue confirmado, al menos durante las primeras escenas. The Sheik fue la película que lo catapultó a la fama, creando un nuevo modelo de héroe de la pantalla: el latin lover, con su aspecto exótico y peligroso; y sin embargo durante la primera parte de la película no sentí que hubiera suficiente material como para transformar a Valentino en una estrella. Su estilo de actuación parece muy afectado y por momentos daría la sensación de que el Sheik acaba de escapar de un manicomio. Sólo cuando Valentino tiene verdaderas emociones para expresar, se relaja y empieza a comunicarse con el espectador desde un lugar más sincero y cautivante.-
The Sheik comienza con un grupo de damas discutiendo la osadía de Lady Diana Mayo (Agnes Ayres), una aventurera joven inglesa que está dispuesta a hacer una travesía por el desierto, sola, durante un mes. Hasta último momento el enamorado de Diana intenta convencerla de que se case con él y le permita acompañarla como su esposo pero Diana deja bien en claro que no tiene intenciones de resignar su libertad a través del matrimonio. La presencia del Sheik Ahmed Ben Hassan (Valentino) en el Casino intriga a Diana, quien demuestra gran imaginación al pedir prestado el vestuario de una bailarina para poder ingresar al establecimiento pese a que el Sheik lo reservó para su grupo por la noche. Al día siguiente, cuando Diana inicia su travesía Ahmed diseña un plan para secuestrarla y llevarla a su campamento. La desesperación de Diana confunde a Ahmed (nunca una mujer se había resistido a su voluntad) y finalmente lo disuade de seducirla, pero no la libera ni le permite conservar su ropa occidental y demás pertenencias. La llegada de un amigo francés de Ahmed, el médico y novelista Raoul de St. Hubert (un jovencísimo Adolphe Menjou) genera una crisis a la vez que muestra a Diana una faceta diferente de Ahmed.-
Circulan por allí referencias negativas acerca de esta película en el sentido en que trata sobre una mujer que se enamora del hombre que la somete sexualmente y en que consiste en la representación del mundo árabe por actores blancos; y entiendo las objeciones en cuanto literalmente Ahmed secuestra y mantiene cautiva a Diana y sí, son actores blancos representando personajes árabes (con la salvedad del propio Ahmed, según ya veremos), pero al mismo tiempo veo matices que hacen que esta película haya envejecido muy pero muy bien y conserve su magnetismo.-
En primer lugar en cuanto a la supuesta apropiación cultural, Ahmed no es árabe. Tal como Raoul le explica a Diana, Ahmed es hijo de un inglés y una española y fue rescatado por el anterior Sheik cuando sus padres quedaron abandonados en el desierto. Algunos años después, Ahmed fue enviado a París para su educación (allí conoció a Raoul) y a la muerte del Sheik, regresó al desierto para liderar la tribu. Claro que este giro de la trama evita la cuestión del amor interracial, no se puede tenerlo todo… Asimismo, si acaso hubiera una caricaturización de los árabes, no debemos olvidar que la película está contada a través del punto de vista de Diana, quien tiene una visión sesgada sobre el asunto.-
Respecto a la relación entre Ahmed y Diana, encuentro que el arco que describe Ahmed es muy agradable y lleva a perdonar cualquier abuso que pudo haber cometido. Lo primero que conocemos sobre él es que sustrae a Zilah (Ruth Miller) del comercio de esposas al enterarse de que es la enamorada de uno de sus colaboradores. Luego, él mismo explica a Diana que está acostumbrado a hacer su voluntad y a que sus órdenes sean obedecidas; más que una voluntad de sometimiento veo en Ahmed un choque cultural entre sus costumbres y las de una mujer occidental extremadamente moderna e independiente para los años ‘20. La reacción de Ahmed ante este choque es dulce también: sin renunciar a su intención de tener a Diana a su lado, le deja su espacio, permite que salga a cabalgar con su valet Gaston (Lucien Littlefield) e incluso le da un revólver para que se defienda de un eventual ataque de Omair (Walter Long), el líder de una tribu rival. Esta dimensión en Ahmed (producto sin dudas de su dualidad como hombre europeo criado en el desierto por los árabes pero conformación académica europea) lo convierte en un personaje fascinante.-

The Son of the Sheik (El hijo del caíd) - George Fitzmaurice, 1926.-


Este es uno de esos casos en los que la secuela es mucho mejor que la película original. En este caso Valentino es el joven Ahmed, el hijo del Sheik, impetuoso como su padre pero con unas maneras bien diferentes. Cuando ve a la bailarina Yasmin (Vilma Banky) queda fascinado por ella pero en lugar de secuestrarla como hubiera hecho su padre, Ahmed concerta una cita entregándole un anillo en prueba de amistad. El encuentro de los amantes se transforma en una trampa en la que la troupe de actores de la que forma parte Yasmin (que, liderada por Ghabah - Montague Love - también oficia como pandilla de ladrones) secuestra a Ahmed con intención de pedir rescate. El joven es liberado por sus lacayos y jura venganza contra Yasmin, a quien cree parte de la intriga. Aquí sí sobreviene un secuestro y violación (en este punto Ahmed va un paso más lejos que su padre). Mientras tanto, en otro punto del desierto la ausencia prolongada de Ahmed provoca la ira de su padre, interpretado nada menos que por… Valentino. En un hermoso detalle Valentino y Agnes Ayres retoman sus roles de la primera versión y nos permiten vislumbrar cómo han sido los últimos veinte años de amor en esta pareja a la que conocimos en su juventud. El enfrentamiento entre padre e hijo provoca que Ahmed libere a Yasmin pero el descubrimiento de la inocencia de la joven en el ataque de Ghabah fuerza que regrese para rescatarla de los villanos.-
La comparación entre ambas películas es inevitable, tanto más porque en ambas existe una presentación bien diferente de la figura del amante exótico y de Valentino mismo como actor. En primer lugar, allí donde el Sheik era una figura peligrosa, Ahmed se presenta como un amante seductor que enamora a la chica antes de secuestrarla y no después. Es decir, existe un secuestro, pero en un contexto diferente y ciertamente las escenas del cautiverio son las más débiles de la película. De hecho ni Ahmed ni Valentino (ni los guionistas si vamos al caso) parecen saber bien qué hacer con esa situación. En definitiva se advierte que en el transcurso de los cinco años que median entre una película y otra Valentino dejó de ser una figura exótica para convertirse en una estrella por derecho propio. Por otro lado, la actuación de Valentino es una perla del cine mudo: en las primeras escenas hace gala de una frescura y una sutileza que lo hacen ver más joven de lo que era cinco años antes y no hay aquí ni rastros de esa cosa desbocada de las primeras escenas de The Sheik.-


Además, la oportunidad de hacer un doble rol ofrece la posibilidad de mostrar su versatilidad y Valentino sale más que airoso del desafío. Siendo esta su última película es doloroso ver el fundido a negro final. Por suerte, como siempre, nos quedan las películas y para los más curiosos, una canción perteneciente a The Sheik grabada por Valentino que puede encontrarse en YouTube y que permite descubrir cómo sonaba la voz del primer latin lover de la pantalla.-

Comentarios

  1. ¡¡¡Rudolph Valentino!!! Yo lo conocí antes por leer sobre él y sus películas. Sobre todo me llamó la atención la dimensión de su leyenda en vida... ¡y el entierro multitudinario tras su fallecimiento! Así como las reacciones exaltadas de muchas de sus seguidoras. También cómo iba naciendo ese star system que inventaba una vida para "la leyenda" que se alejaba de las historias del hombre de carne y hueso.
    Todavía me queda por ver de su filmografía. Tan solo le he visto en La dama de las camelias, los cuatro jinetes del apocalipsis y Sangre y arena. De otras solo he visto secuencias sueltas. Pero me ha encantado pasearme por las tres películas que compartes.

    Beso
    Hildy

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    Respuestas
    1. Ay, las que viste son de las que me faltan (excepto Camille). Es muy curioso el fenómeno Valentino y todo lo que provocó no solo en las mujeres sino también en los hombres de la época. El pobre sufrió mucho por la reacción de sus congéneres y los ataques a su masculinidad. Pero por debajo de todo el mito, estoy empezando a descubrir, era un hombre sensible e inteligente. Y buen actor también.-
      Es apasionante leer sobre la construcción del star system. Este año leí "Vamp", una biografía de Theda Bara, que fue la primera actriz que tuvo una biografía completamente inventada por y para la prensa y también la primera que fue encasillada a su pesar en un tipo de rol que detestaba. Lamentablemente, no contamos con sus películas para juzgar la veracidad de su leyenda.-
      En el caso de Valentino, su muerte tan prematura y el hecho de que nunca haya filmado una peli sonora creo que incrementaron su leyenda y lo transformaron en lo que cada uno quisiera creer. Por suerte gran parte de sus películas sobrevive para que cien años después (¡cien años! ¿no es increíble?) todavía podamos descubrirlas y disfrutar con ellas.-
      Un besote, Bet.-

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  2. Creo que Valentino era un buen actor más como ocurre siempre lo encasillaron en el papel de "Latín lover". Por lejos era el hombre más hermoso de ese periodo e incluso hoy sería considerado hermoso.

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    1. ¡Cien por ciento de acuerdo! Gracias por el comentario, saludos, Bet.-

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