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American Film Institute, 100 años… 100 películas (#98 y #97).-

Puesto Nº 98: Unforvigen (1992).-


Cualquiera que dé una mirada al índice de mis entradas verá que hay una notoria escasez de westerns y es que ese género y yo no hemos encontrado puntos de contacto. Por ello, uno de los momentos que más temía y ansiaba a la vez era el de llegar al primer western de la lista (que es el último en orden, claro).- 
Había visto Unforgiven una sola vez para un trabajo del secundario y de verdad no recordaba nada sobre ella, así que este visionado bien podría haber sido el primero. Un grupo de prostitutas liderado por “Strawberry” Alice (Frances Fisher) decide ofrecer una recompensa para quien asesine a un dúo de vaqueros que atacó brutalmente a una de ellas, tras verificar que el Sheriff “Little” Bill Daggett (Gene Hackman) trata el asunto como un mero daño a la propiedad del proxeneta de las mujeres. La cuantiosa recompensa atrae al mercenario “Schofield Kid” (Jaimz Woolvett) quien a su vez recluta a William Munny (Clint Eastwood, protagonista y director de este film). Munny fue un asesino despiadado del Oeste, cruel cuando estaba borracho (y estaba borracho todo el tiempo), pero desde hace diez años se encuentra reformado por el amor de su esposa (ahora fallecida) y abocado a su granja de cerdos y a la crianza de sus dos pequeños hijos. Sin embargo, Munny necesita dinero para poder salir a flote con su familia por lo que decide aceptar y convocar a su antiguo socio Ned Logan (Morgan Freeman). El trío se dispone a aceptar el encargo de las mujeres pero antes deberá enfrentarse con “Little” Bill, quien impuso una política de “cero armas de fuego” en el pueblo.-
Empezando por la nota optimista de esta reseña debo decir que los escenarios naturales en los que transcurre esta película son maravillosos (con un clima un poco loco, eso sí). Y verdaderamente aprecio el esfuerzo por desmitificar el antiguo Oeste, por mostrar que no había héroes, que los mitos están hechos de humo y que nadie sale intacto de una vida de violencia. Hasta aquí llega mi apreciación de esta película… Siento que estoy cometiendo una herejía, porque sé que es una película muy importante para mucha gente (como detalle significativo señalo que pasó del puesto 98 en la lista originnal al 68 en la edición de 2007) y porque además en general me gustan las películas dirigidas por Clint Eastwood, pero este no ha sido el caso.-
En primer lugar encontré que hay poca trama para tanta película. Siento que la película se va en subtramas irrelevantes (como el castigo impuesto por “Little” Bill al primer asesino a sueldo que aparece en el pueblo, el eterno viaje de los protagonistas hacia el pueblo de la mujer agredida o el motivo particular por el cual “Schofield Kid” necesita de la ayuda de Munny) que podrían haberse obviado o acaso abreviado sin que la película sufriera. Al mismo tiempo, hay aspectos de la película que son apenas insinuados y que hubieran ameritado un desarrollo más profundo. Por ejemplo, pese a que pasa gran parte de la película diciendo (y demostrando) que ya no es el de antes, Munny no lo medita demasiado antes de unirse a “Kid”. Pasa de negarse a participar a aceptar a la primera contrariedad que enfrenta en su granja. Y su relación con sus hijos es menos que una nota al pie, escuchamos hablar mucho sobre su esposa pero los niños pronto quedan olvidados. Un poco olvidados también quedan los culpables de la agresión a la joven prostituta: debo decir que para cuando vuelven a aparecer luego de las primeras escenas, ya no recordaba sus caras.-
Por otro lado, no alcancé a ver un verdadero arco en los personajes principales sino tan solo virajes no siempre congruentes. Anticipando algunos detalles de la trama, señalo que “Little” Bill pasa de ser un tipo displiscente que lo único que quiere es terminar de construir su casa para sentarse a tomar café en la galería a convertirse en un aficionado a la tortura de quienes infringen sus normas (en su canon casi desfigurar a una mujer no es tan grave pero esconder un arma de su registro habilita a una golpiza y deportación); Munny no logra ni siquiera montar su caballo al primer intento pero de pronto se transforma en una máquina letal y así sucesivamente… En cualquier caso, no hay personajes simpáticos en la película. O sí, tal vez los únicos rescatables sean la mujer agredida y el cómplice de su agresor. Ella apenas tiene líneas de diálogo en la película, lo cual es más que significativo. En efecto, “Strawberry” Alice y las demás son las que orquestan la reacción mientras que la víctima (Delilah, interpretada por Anna Levine) parece más que dispuesta a hacer las paces con el pasado y mirar hacia adelante. En este sentido, hubiera sido muy interesante saber algo más acerca de Alice para descubrir sus motivaciones, pero la película nos priva de esos antecedentes. En cuanto al cómplice del agresor, valoro que intente encontrar una forma de reparación que Delilah parece bien predispuesta a aceptar y de todos modos no alcanzo a ver su responsabilidad en el hecho, creo que fue inculpado injustamente.-
Reiterando que no soy para nada experta en westerns, no creo que esta película deba integrar esta lista; creo que las fallas estructurales que presenta en su guión no alcanzan a ser compensadas por el revisionismo que todo el mundo aplaude.-


Puesto Nº 97: Bringing up Baby (1938).-


Esta película ya había aparecido por aquí hace casi tres años y desde ese entonces creo que sólo había vuelto a verla una vez hace poco tiempo. De este nuevo visionado me llevo una magnífica impresión en cuanto a su estructura: economía en la presentación y clara distribución de los actos (tres con un epílogo) saltan a la vista y si bien parecen ser el ABC del cine, no siempre se encuentran en la pantalla. Además volvió a maravillarme el uso del lenguaje cinematográfico del director Howard Hawks que ya había comentado en la oportunidad anterior y la belleza general de la cinematografía.-
De más está decir que el dúo protagonista (Cary Grant y Katharine Hepburn) están al tope de sus capacidades cómicas y románticas y sin embargo, estrenando registro. Ninguno de los dos había hecho antes una comedia tan disparatada y Bringing up Baby significó un paso por aguas desconocidas (Hawks tampoco es un director que uno asocie inmediatamente con el género de la comedia). El resultado es una comedia delirante que de alguna manera hace pensar en una mezcla de screwball comedy con las farsas de los hermanos Marx; y que sobrevive muy bien a los sucesivos visionados. Personalmente, cada vez que vuelvo a verla encuentro nuevos matices, en esta oportunidad fue en el personaje de Katharine Hepburn quien parece encaprichada desde un comienzo con Cary Grant y sin embargo si nos fijamos bien podemos ver su proceso de enamoramiento. Y estoy cada vez más convencida de que el personaje interpretado por Charles Ruggles es un farsante.-
Ahora, ¿debe estar esta película en la lista? Ay… es difícil responder porque es muy divertida y hay tan pocas comedias en la lista que parecería que cada una de ellas es un pequeño tesoro pero al mismo tiempo no estoy tan segura de que sea una de las cien películas más trascendentes del primer siglo de cine hollywoodense. Creo que hay por allí otras películas que funcionan como un mecanismo de relojería tal vez más aceitado que Bringing up Baby. Dejemos la respuesta en un “no estoy segura”. ¿Ustedes que piensan?


Bonus track y pequeño anuncio:
En mi texto de presentación del año 2020 anticipé que eventualmente intentaré reseñar películas que no integren la lista y celebrar algún cumpleaños. Pues bien, aquí traigo un comentario extra y anuncio que el día 18 de enero estaré publicando un texto especial dedicado a mi queridísimo Cary Grant en el aniversario de su nacimiento.-


Monkey Business (Me siento rejuvenecer) - Howard Hawks, 1952.-


Nunca antes había visto esta película, verdadera prima hermana de Bringing up Baby (hasta aparece un Sr. Peabody por allí) y decidí que no habría mejor oportunidad para descubrirla que esta.-
El químico Barnaby Fulton (Cary Grant) está tan abocado al descubrimiento de una fórmula rejuvenecedora que tiene un poco descuidado su matrimonio con Edwina (Ginger Rogers). Cuando, de alguna manera accidentalmente, tanto él como su esposa ingieren sendas dosis de la fórmula, se suscitarán toda clase de situaciones disparatadas de las que participarán el presidente de la compañía desarrolladora (Charles Coburn) y su secretaria (Marilyn Monroe en su etapa pre-estrellato).-
Las similitudes entre Bringing up Baby y Monkey Business van mucho más allá de la renovación del dúo Hawks - Grant, muchas oportunidades para dobles sentidos y la presencia de un animalito revoltoso en la pantalla (allí un leopardo, aquí un chimpancé). En ambos casos Grant interpreta a alguna clase de científico abstraído del mundo que lo rodea, con gruesos anteojos que en sentido figurado le dificultan la visión más que facilitarla y que, contra sus deseos, no logra tener intimidad con su pareja. En alguna medida, Barnaby Fulton es el mismo David Huxley de Bringing up Baby con más años encima. En este caso, el factor determinante de que Barnaby haga todo tipo de locuras no es la presencia de una heredera temeraria sino un brebaje que rejuvenece su cuerpo y su espíritu (cuanta mayor sea la dosis, mayores serán el retroceso y la duración del efecto) y como en el caso de David, Barnaby no hace nada que no hubiera hecho antes si las imposiciones de la Sociedad no lo hubieran frenado. Lo más interesante de ambas películas es que tras cometer todo tipo de atropellos, el hombre que resulta de la aventura no es distinto a aquel del comienzo, sino el mismo pero más libre. Y la falla, a mi modo de ver, en ambas películas es también la misma: la repetición de episodios que hubieran ganado en la concentración.-
Y tanto en esta película como en su predecesora, el mayor atractivo proviene de la química entre la pareja protagonista. Grant y Rogers conforman una pareja de esas a las que les creés que han pasado varios años juntos, que se enamoraron contra todo pronóstico (y en este caso, contra la opinión de la madre de Edwina), que se conocen profundamente y que en cualquier momento darán vuelta la casa en un arranque de pasión renovada. Después de todo, ambos son capaces de recordar tiempos mejores, fórmula rejuvenecedora o no.-

Comentarios

  1. ¡Has puesto en una misma entrada dos de las comedias con las que más me he reído en mi vida! Cómo me gustan ambas... y ahí Cary Grant. Y es que la comedia es tan maravillosa. Y Howard Hawks tiene maravillosas. Además de las nombradas, lloro de la risa con Bola de fuego y Su juego favorito. Y qué decir de Grant y la comedia. Dos de sus puntales los has puesto aquí. Pero qué me dices de Arsénico por compasión, me parto. O Luna Nueva o Vivir para gozar... Cómo espero esa reseña de celebración de cumpleaños.
    Yo amo el western, ya lo sabes. Sin embargo, "Sin perdón" de Eastwood la tengo muy lejana en la memoria. Solo recuerdo que me dejó un poso de melancolía, un western crepuscular, triste. La vi en su día en el cine ¡y no he vuelto a verla! Siento que no te haya abierto el apetito para otras películas del Oeste.
    Te dejo el título de otros dos westerns para animarte a seguir abriendo la veda: El último atardecer de Robert Aldrich y Los que no perdonan de John Huston.
    Beso
    Hildy

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    Respuestas
    1. ¡Jaja, la veda! Pobres westerns... tomo nota de tus recomendaciones, me gusta la idea del western y por eso quiero que me guste el género pero tenemos una relación complicada.-
      Aún no he visto "Bola de fuego" ni "Su juego favorito", las tengo muy en cuenta para mi lista de pendientes tanto por Barbara Stanwyck como por Rock Hudson, respectivamente. Me divertí mucho con estas dos comedias y por supuesto que "Arsénico por compasión" es un delirio maravilloso (la descubrí no hace tanto y me morí de la risa). Ni que hablar de "Luna nueva" que tiene un lugar especialísimo en mi corazoncito cinéfilo. De "Monkey Business" lo que más me llegó es la relación de pareja de los protagonistas, tal vez no sea el tema principal, pero me dio mucha ternura este profesor que recuerda con nostalgia tiempos más apasionados y su esposa comprensiva y compinche. Y la escena en la que deciden alojarse en el hotel donde pasaron su luna de miel y a ella le renace la timidez de los primeros encuentros me pareció de lo más dulce.-
      Estoy ansiosa por celebrar el cumpleaños de Grant, es increíble pero cada día lo amo más. Tengo el pequeño proyecto de completar su filmografía, quién te dice, a lo mejor lo logro en el transcurso de este año y el año próximo nos lo pasamos con Grant :)

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