Este mes pensé en traer algunas rarezas, películas en las que de pronto aparece un actor bien conocido haciendo algo inesperado. En la primera parada nos espera James Stewart... cantando y bailando... en un musical.-
Born to Dance (Nacida para la Danza) - Roy Del Ruth, 1936.-
Como otras películas de Eleanor Powell, Born to Dance tiene una trama bastante fragil (apenas un hilo de historia más bien delgado y varios números “especiales” introducidos aquí y allá sin demasiado contexto) si la comparamos con las maravillas que Astaire y Rogers protagonizaron en la misma época en RKO o con los grandes musicales que MGM produciría en los años ‘40 y ‘50.-
En este caso Powell es Nora Paige, una aspirante a bailarina recién llegada a Nueva York con ganas de triunfar que se enamora de Ted Barker (James Stewart), un oficial de submarino que está de licencia. Como telón de fondo se cruzan las historias de Jenny (Una Merkel), la conserje de un club de corazones solitarios que hace cuatro años se casó con “Gunny” Saks (Sid Silvers), un joven al que no volvió a ver desde entonces cuando él se enlistó en la Marina; de “Mush” Tracy (Buddy Ebsen), un marino que fracasa eternamente en la tarea de entregar una comunicación a un Almirante apostado en Brooklyn; y de Lucy James (Virginia Bruce), una temperamental estrella de Broadway que busca publicidad para su nuevo espectáculo.-
El año 1936 fue apenas el segundo de James Stewart en Hollywood tras su debut en un largometraje en 1935 con The Murder Man. Un repaso por su filmografía de estos primeros años muestra que alternadamente aparecía como protagonista y como actor de reparto, abriéndose paso en la industria con cada rol asignado. En este caso MGM lo “probó” en un musical, manteniendo a mano un cantante profesional para doblar la voz de Stewart si fuera necesario. Pero, como el propio Stewart dice risueño en el documental That’s Entertainment! su canción Easy to Love tuvo tanto éxito que los ejecutivos pensaron que ni siquiera su voz podría hacerle daño. Por lo demás, Del Ruth reposa más en las habilidades de joven galán romántico en el registro de “boy next door” de su protagonista que en sus dotes musicales y tiene el buen tino de dejarlo hacer pero al mismo tiempo no exigirle más de lo que puede dar. Más adelante Stewart volverá a cantar (inolvidables escenas nocturnas de The Philadelphia Story e It’s a Wonderful Life) pero como recurso cómico. En este caso se desenvuelve en dos canciones con timidez pero con resultados encantadores que vale la pena (literal, porque la película no es extraordinaria) rescatar.-
Qué encantador es escuchar a James Stewart cantar en ese vídeo que compartes (y esos pasos de baile que da). Es una auténtica gozada. Qué ternura me provoca. He visto el vídeo con una sonrisa perenne en mi boca.
ResponderBorrarComo siempre una serie atractiva, con apuntes muy interesantes en el texto. Que me hace pensar en el estereotipo de galán romántico en el registro de “boy next door”.
Beso con sonrisa
Hildy
¿Viste que hay escenas que tienen el poder de ponernos una sonrisa en el rostro? A mí Stewart me gusta cada vez más, voy alternando de favorito según vea películas de uno u otro de mis queridos, jaja. En este caso, si bien se lo ve bailar y cantar un poco en otras películas aquí está en pleno modo musical y resulta encantador.-
BorrarAy, que por un momento ví peligrar esta serie por esos caminos intrincados del streaming, pero ya he encontrado la solución para seguir adelante...
Hablando de "boys next door" me vino a la cabeza nuestro querido John Garfield que encaja también en ese estereotipo... ¿y tal vez Lew Ayres? ¿O Richard Dreyfuss en su juventud?
Yo me voy del bracete dando pasitos de tap, un beso enorme, Bet.-