Ir al contenido principal

Proyecto Cary Grant Nro. 11: Born to be Bad (Nacida para ser mala) - Lowell Sherman, 1934.-

 


Lo más interesante de esta etapa en la filmografía de Cary Grant, ya lo he dicho alguna vez, es rastrear los avances y retrocesos e intentos de probar diferentes registros de una estrella mejor conocida por los roles de su apogeo. En este caso, Grant aparece poco en una película que de por sí es muy corta (61 minutos) y que está dominada por la figura de Loretta Young que por esos años tenía un status de estrella mayor que el de nuestro querido.-

Letty (Young) es una joven prostituta que no pierde oportunidad de tomar revancha contra un mundo que siempre le ha dado la espalda. Cuando su hijo Mickey (Jackie Kelk) es atropellado por un empresario de los lácteos, Malcolm Trevor (Grant), Letty ve la ocasión para iniciar una demanda judicial que le permita salir de la pobreza pero el juego se vuelve en su contra (¿o no?) cuando pierde la custodia del niño.-

Born to be Bad es una película imperfecta que se hubiera visto infinitamente beneficiada por mayor duración. Pese a corresponder al período pre-code aún así tuvo problemas para recibir aprobación para su estreno y sospecho que varias escenas que ayudaban a redondear la historia quedaron, como suele decirse, en el piso de la sala de edición. Como sea, lo que tenemos es lo que vemos en pantalla. El resultado final es una combinación de Loretta Young en modo pre-code, de Cary Grant un tanto replegado frente a una coprotagonista fuerte y de un final moralizador que busca restablecer el orden al estilo del Código Hays.-

El mayor problema que existe en la película es la dificultad para empatizar con Letty. Su recorrido es en parte parecido al de Barbara Stanwyck en Baby Face en la medida en que busca sobrevivir en un mundo que le es hostil en la única forma en la que ese mundo la acepta: a través del sexo. En las escenas en las que muestra su vulnerabilidad o su fortaleza, nos ponemos definitivamente de su lado. El problema a mis ojos es que Letty no tiene límites y en su afán de conquista se sirve incluso de quienes le han sido leales: su hijo y su único amigo, Fuzzy (Henry Travers). Eso la vuelve antipática y ahí, cuando ya no tenemos por quien hinchar, es donde la película decae.-




En el mismo sentido, todas mis simpatías se fueron hacia Malcolm y su esposa (Marion Burns), quienes al no haber podido tener hijos, quieren adoptar a Mickey. No me inspira la parcialidad (bueno, tal vez sí) al decir que Grant compone un personaje de esos que parecen salirse de la pantalla de lo auténticos que suenan y que te hacen gritarle a la pantalla “¡no hagas eso, ten cuidado!”, como hacen los niños en los espectáculos de marionetas… hasta que va nomás y hace exactamente eso que pretendíamos evitar…

Born to be Bad está disponible en toda su breve gloria en Youtube, con subtítulos en español. Dejo el enlace para que puedan descubrirla o en su caso volver a verla, sólo les tomará una hora y de veras vale la pena pese a sus defectos.-




Comentarios

  1. Hola Bet
    El argumento es taaan de la época que me recuerda cuando estás aprendiendo a andar en bici -si dejas de pedalear te caes; si dejan de pasar cosas piensas en el argumento y no te lo crees-. Una madre soltera cuyo hijo es atropellado por un empresario lácteo -muy apropiado quien da "la leche"- que no tiene hijos. Entonces, imagino, viene la escena "cara y cruz" de la ventana: Vemos a dos personajes posando con una ventana al fondo. Se marcha el equipo, se apagan las luces y la ventana es el único punto de luz, adivinamos de frente a dos personas de distinto sexo. Violines, fundido a negro... o a rojo subido.
    Lo que me parece muy moderno es el afiche. Esa espalda interminable sobre la que se ve el titulo parece anunciar las cazadoras que unos años más tarde podrían llevar el "Born to be Wild" de Steppenwolf (o el "Born to be Alive" de P. Hernández).
    Un saludo, Manuel.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Me encanta esa propuesta interpretativa que a la vez contiene esa conclusión maravillosa respecto a estas películas en las que si nos paramos a pensar, perdemos.-
      Born to be bad adolece, en mi opinión, de un pelito de humanidad en la protagonista. Le dan una vuelta de tuerca de más y ni siquiera tiene la picardía de Jean Harlow en Red-Headed Woman. Pero aún así vale la pena aunque más no sea para descubrir qué pasa entre esos dos fotogramas que he compartido, jeje.-
      Un abrazo, Bet.-

      Borrar
    2. Bueno ¡Ya la he visto!
      Hay que reconocer que el argumento es un poco marciano: todos son "demasiado" buenos menos Loretta-Letty que es mala de más (la quieren pintar tan mala que cuando no está fumando está mascando algo).
      Me han encantado dos momentos Young (curiosamente apellidada filmicámente Strong. Loretta Young-Letty Strong) que abandona la escena y hace dos muecas muy de cine mudo. Creo que no le viene bien a su personaje, pero le deberían dar un Oscar retrospectivo al vestuario que luce -me la imagino diciéndole a Darryl: Vale, hago de "inmoral" ¡Pero el vestuario lo escojo yo!-
      Abrazo, Manuel.

      Borrar
    3. ¡Pero qué rapidez, Manuel!
      Ciertamente, sobre todo la esposa de Malcolm es más buena que el pan, ni siquiera cuando la encierran en un vestidor se enoja.-
      Young era excelente y venía de la era del mudo así que la gestualidad se le daba muy bien. Jaja, sus vestidos son geniales, me encanta cómo en esa época aún en la historia más lúgubre aparecía alguna piel o un brillante. ¡Antes muerta que sencilla!
      Más abrazos, Bet.-

      Borrar
  2. Querídisima Bet, vamos voy a tardar un dos tres en verla. Cómo me alegra.
    Y pasaré de nuevo a comentarte mis impresiones.
    ¡¡¡Seguro que me merece la pena verla!!!
    Beso
    Hildy

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. ¡Querida Hildy! No se tarda nada en verla y no es carente de interés. Espero ansiosa tu comentario, un abrazo enorme, Bet.-

      Borrar
  3. Pues fíjate, querida querida Bet, que la he disfrutado bastante. Es verdad que no es perfecta, pero se deja ver con gusto. Sus últimos minutos son lo mejor de la película. El personaje de Loretta, mujer resentida contra el mundo, pero capaz de realizar, ante la posibilidad de la pérdida, un sacrificio final por Mickey, su hijo. Y después de ese sacrificio, vuelta al redil de la única persona que nunca ha abusado de ella: Fuzzy. A mí son los dos personajes que más me llaman la atención Letty y Fuzzy.
    Es una pena porque el personaje de Mickey es fundamental para la trama, pero el actor infantil que lo lleva a cabo, creo que no logra la autenticidad de un, por ejemplo, Jackie Cooper en El campeón. No hay una química especial entre Loretta y el actor infantil Jackie Kelk (aunque luego he leído que tuvo larga carrera como actor radiofónico y humorista).
    Y de nuestro Cary Grant, alucinante porque como Mal no es el Grant que conoceremos, sino un galán bello con una fuerte e interesante presencia. Ya había trabajado con el director en una película de Mae West. Por cierto, esta fue la última película de Lowell Sherman (he estado indagando por la red). Me encanta cómo Grant va encontrando su lugar y su personalidad en cada película.
    El matrimonio perfecto se desequilibra y se rompe con la presencia del niño y la madre. Una tiene ganas de saber más de ese matrimonio, más desarrollo en su historia, así como de la seducción de Letty. Efectivamente, el personaje de la mujer de Mal merecía un mayor desarrollo porque se intuye también un personaje rico en matices.
    Creo que es una película que trabajada y con unos minutos más hubiese sido mucho más redonda e interesante, pero como dices merece mucho la pena verse.
    Beso
    Hildy

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. ¡Qué bueno que hayas podido verla tan pronto!
      A mí me dio la impresión de que Fuzzy está enamorado de Letty, qué querés que te diga. Me partió el alma porque no creo que ella llegue a corresponderle nunca. El matrimonio Trevor me intrigó mucho a mí también, se los veía sólidos y uno imagina cuántas penurias habrán pasado en su fracaso en tener un hijo. En un punto me hizo acordar al matrimonio en Forbidden en donde Adolphe Menjou también se aparece un día con un niño bajo el brazo como ofrenda para su esposa.-
      No lo había chequeado pero Sherman (que también fue actor, filmó muchas películas según parece, a mí no me suena) es también el director de She Done Him Wrong y estuve a punto de escribir que el abordaje de Grant a su rol me recordaba mucho al de esa película. He ahí la conexión.-
      Jaja, a mí no me pareció tan malo el niño-actor, no es brillante pero me resultó pasable. Y bastante parecido a Anthony Perkins, con lo cual por un momento temí por la integridad de Loretta, jaja.-
      Hablando de versatilidad, la próxima película de Grant tiene una muy linda sorpresa, ya me pongo a trabajar en la reseña...
      Te mando un beso grandote, Bet.-

      Borrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

Nuevo abecedario de cine (Edición musicales): P- Q.-

The Pajama Game (Juego de Pijamas) - George Abbott y Stanley Donen, 1957.- Sid Sorokin (John Raitt) acaba de conseguir trabajo como superintendente de la fábrica de pijamas propiedad del Sr. Hasler (Ralph Dunn) cuando un conflicto con uno de los operarios lo pone delante del “comité de agravios” presidido por Babe Williams (Doris Day). El romance nace casi a primera vista, pero hay un problema: por su función, Sid está del lado de la patronal mientras que Babe vive para el sindicato de trabajadores cuando éstos están en plena negociación por un incremento salarial de siete centavos y medio la hora.- Vi por primera vez esta película hace casi diez años y si bien en su momento me gustó mucho, por algún motivo no había vuelto a verla. Redescubrirla fue una delicia absoluta. Empezando por el principio (literalmente), había olvidado que la coreografía es de Bob Fosse y aquí ciertamente se luce creando números multitudinarios que transforman los movimientos típicos de un taller de confección

Body and Soul (Cuerpo y alma) - Robert Rossen, 1947.-

Momento Nº 1: Charley regresa a casa.- Los primeros minutos de Body and Soul son de una economía increíble. Con las primeras tres escenas (que consumen tan solo siete u ocho minutos de película) aprendemos que este boxeador llamado Charley Davis (John Garfield) está atormentado por la muerte de un tal Ben (más tarde descubriremos de quién se trata); que ha recorrido un largo camino desde que era apenas un muchacho en un barrio pobre de Nueva York; que algo ocurrió para que su madre (Anne Revere) y su amada Peg (Lilli Palmer) se distanciasen de él y que ese distanciamiento les duele y todavía los sorprende a todos, no se acostumbran aún a que las cosas estén así entre ellos. Parte del mérito de estas escenas proviene del guión de Abraham Polonsky claro, pero una inmensa parte emana de los intérpretes. Voy a mencionar mucho este punto a lo largo de mi texto porque estoy fascinada con el trabajo de estos actores: la química que existe entre ellos es fantástica y los tres repres

El hijo de la novia - Juan José Campanella, 2001.-

Confieso desde el comienzo que me encanta la obra cinematográfica de Campanella, de modo que no soy muy objetiva al decir que esta película está llena de “momentos”, casi todas las escenas son oro en polvo y con mucho esfuerzo seleccioné estas cinco. Aquí van... Momento N° 1: el sueño de Rafael.- Para el comienzo del segundo acto, Rafael (Ricardo Darín) está internado en un sanatorio luego de haber sufrido un infarto. A su lado, inclinada sobre un ejemplar de la revista “Cosas” (un guiño a la primera película del director, cuyos protagonistas trabajaban para una publicación del mismo nombre), duerme su novia Natalia (Natalia Verbeke). De pronto Rafael se despierta, llama a Natalia y comienza a contarle el sueño de su vida: lisa y llanamente, quiere irse a la mierda. Mientras Rafael se explaya sobre la idea hablando casi para sí mismo, Campanella se concentra en Natalia, quien rápidamente advierte que en el sueño de Rafael no hay ningún lugar para ella. En toda esta escena Verb