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Agosto de cine mudo (última parte).-


Me han quedado muchas “joyas del período silente” fuera de esta serie (qué mejor incentivo para renovar esta serie en algún otro momento), pero si tenía que elegir a una película para despedirme no podía dejar afuera una de Lillian Gish, una actriz a quien conozco mejor por su rol en la inolvidable Night of the Hunter pero que me encantó también en The Wind y en La Bohème y que es sin dudas una de las grandes figuras del período mudo. No lo pensé en un comienzo, pero ahora que lo recuerdo debería agregar además que Gish pudo haber sido la primera actriz de cine mudo a quien vi en la pantalla porque estoy casi, casi segura de que The Wind fue la primera película muda que intenté ver en mi infancia (digo intenté porque, sin ningún tipo de preparación previa para lo que iba a ver, encontré incomprensible y extenuante el formato y abandoné). Pero siempre recordé a Gish en esas escenas. Vamos entonces con ella en The White Sister.-


The White Sister (La hermana blanca) - Henry King, 1923.-




Esta película cuenta la historia de Angela (Lillian Gish), la hija del segundo matrimonio de un conde italiano (Charles Lane), que está enamorada del joven Capitán Giovanni Severini (Ronald Colman). La muerte del padre de Angela y la asignación de Giovanni a una misión militar en África cambiarán la vida de la protagonista quien, tras creer muerto a su amante, se convertirá en monja.-

Esta película está basada en la novela homónima escrita por Francis Marion Crawford y publicada en 1909. No pude encontrar mayores datos sobre esta novela ni tampoco vi la otra versión producida en Hollywood que subsiste (es de 1933; la primera versión, de 1915, es una película perdida) pero me da la impresión de que esta versión debe ser una de esas adaptaciones que pretenden ser fieles hasta lo imposible y que se quedan a medio camino. Porque inevitablemente por algún lado hay que cortar si uno no quiere (o no puede) hacer un largometraje de seis horas. En ese proceso hay algunas subtramas que se quedaron en la mera enunciación y que en beneficio de la adaptación podrían haberse suprimido. Una de estas subtramas nos presenta a un pintor que está enamorado de Angela y que en el segundo acto tendrá alguna participación que podría haberse reemplazado por otro recurso; y al hermano de Giovanni (Gustavo Serena), que pobrecito sirve más de excusa para que los protagonistas se reencuentren al comienzo del tercer acto que para otra cosa.-

Lo que sí me resultó muy interesante es la subtrama que gira en torno a la medio hermana mayor de Angela, la Marquesa di Mola (Gail Kane). La Marquesa es una mala malísima que no reconoce límites a la hora de perjudicar a Angela, de quien está celosa por partida doble: porque no es la favorita de su padre y porque está igualmente enamorada de Giovanni. Y que tiene un final inolvidable muy bien interpretado por Kane.-

En cuanto a la estética de la película, durante el visionado me sorprendió la calidad y variedad de los escenarios. Mayor fue mi sorpresa cuando investigando sobre la película descubrí que fue filmada en locaciones reales en Italia, lo cual era inusual en aquellos tiempos aunque no tanto como lo sería en los años ‘30 y ‘40. El resultado es que la película es una delicia para los ojos, los exteriores tienen una calidad etérea que coincide con la pureza de Angela y los escenarios interiores (que ahí sí diría que son construidos en estudio) son fastuosos. Muchas de las escenas además tienen los tintes característicos del período silente aunque también hay planos que se ven fatal, lo cual me hace pensar que algunas partes de la película se conservaron mejor que otras. Y también falta parte de una escena hacia el final. Esta película así como podemos verla dura dos horas catorce minutos y por momentos se hace un pelín larga, así que me pregunto cuánto metraje se perdió y cuánto duraría en total en su versión original…

Lo que me pareció un poco extenuante es el exceso de montaje paralelo del cual King hace gala. Cada escena está montada en conjunción con lo que sea que esté pasando al mismo tiempo. Este recurso, cuando es utilizado con fines dramáticos, puede hacernos sentir el peligro o la excitación ante un cierto acontecimiento que puede cambiar el curso de la historia contada en la escena principal. Ahora bien, se supone que todas las partes de la historia gravitan unas sobre otras, no necesitamos que el director “nos hable” todo el tiempo de dos temas a la vez porque el recurso termina perdiendo impacto para transformarse en la normalidad en la forma de contar y llega a fatigar. Al menos esa fue mi experiencia durante el visionado de esta película.-

The White Sister me trajo a la memoria una película que reseñé hace bastante tiempo, The Temptress, en la cual Greta Garbo (otra “reina” del período mudo) y Antonio Moreno se veían mezclados en un drama amoroso con tintes de cine catástrofe. En efecto, esta película tiene una interesante combinación de géneros que incluye el romance, el drama, un poco de aventuras en la sección que transcurre en África, mucho simbolismo religioso y un final a toda orquesta con desastre geológico incluido que me dejó con la boca abierta porque no lo esperaba y porque en cierta medida me pareció injusto. Angela y Giovanni merecían otra cosa, en mi opinión. No quiero arruinar el final para quien no haya visto la película pero creo que se le dio una vuelta de tuerca de más al concepto de Justicia Divina... 





Sé que estoy dando la impresión de que la película me hubiera dejado un poco fría y sin embargo, eso no fue así. A veces ocurre que una reseña sale con los números en rojo, pero The White Sister me gustó bastante y diría que el motivo es bien concreto y se resume en la vieja fórmula hollywoodense del poder de las estrellas. Gish y Colman (cómo me está gustando este actor últimamente, otro héroe de cabellos revueltos para mi colección, jeje) se sacan chispas, tienen mucha química y, en especial en una escena de despedida que transcurre dentro de un carruaje, “venden” a la perfección la idea de los enamorados a los que ni la muerte podrá separar.-

Esta película, con una hermosa banda musical que le va muy bien, está disponible en Youtube de modo que dejo aquí el enlace. Con ella termina mi serie de cine mudo, me ha gustado mucho traer estas películas centenarias y ya tengo varias ideas para renovar la iniciativa en el futuro. Pero por lo pronto me despido de la pantomima y me preparo para pegar un salto temporal considerable. Ya revelaré de qué se trata, digo yo haciéndome la misteriosa...




Comentarios

  1. Jajajaja, me gustan los misterios.
    Te confesaré que siempre me ha llamado la atención una sesión doble de The White Sister de 1923 y la de Fleming en 1933. Así que me has animado de nuevo a realizarla.
    Qué buena es Lillian Gish y que rostro más peculiar tiene. Creo que alguna vez te he dicho que me encanta una película muda que tiene a Gish como protagonista: Los lirios rotos.
    Luego en el cine sonoro tiene apariciones estelares. Además de la que has recordado en "La noche del cazador", yo no puedo olvidar su imagen tocando el piano en medio de la naturaleza salvaje del oeste en Los que no perdonan de John Huston o la mamá extravagante del personaje de Alan Alda en Dulce libertad...

    Beso
    Hildy

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    Respuestas
    1. ¡Ay, no he visto más películas sonoras de Lillian Gish, sólo La Noche del Cazador! Tomo nota de las recomendaciones. Los Lirios Rotos la vi una sola vez y me impactó mucho en su descripción de la violencia intrafamiliar, pero debería conseguir otra versión porque la que vi no tiene banda musical. Es completamente muda y vaya que la música juega un rol fundamental en las películas silentes.-
      Estaré atenta a si comentás las dos Hermanas Blancas, Hildy querida. Yo no he visto la de 1933 pero seguro que tras leerte me darán unas ganas tremendas de comparar ambas.-
      Te mando un abrazo enorme, Bet.-

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  2. Hola Bet
    Lillian es fantástica, a mi me gustan especialmente sus últimas apariciones. En el cine mudo siempre espero que salga su hermana Dorothy.
    No es extraño que hubiese tanto "cine religioso" en aquellas épocas: en cuanto tenías un "problemilla" con el novio ¡Zas! a vestir de blanco. También tiene su punto que la "hermana negra" sea, precisamente, la mayor.
    Cuidado con ese "salto temporal" no te acostumbres y tengamos que llamarte Bet McFly "la de regreso al fut-mudo".
    Un saludo, Manuel.

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    Respuestas
    1. Jajaja, usted es vidente, querido Manuel. No abarcaré Volver al Futuro pero por ahí andaremos.-
      De Dorothy Gish no recuerdo haber visto nada, pero Lillian me gustó mucho en cada película que vi.-
      El personaje de la hermana está genial, siempre parece que estuviera llegando de algún sitio.-
      Un abrazo, Bet.-

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