Neptune’s Daughter (La hija de Neptuno) - Edward Bussell, 1949.-
No podían faltar las fantasías acuáticas de Esther Williams en este abecedario de cine. En este caso la sirena de Hollywood es Eve Barrett, una nadadora amateur que es captada por el empresario de trajes de baño Joe Backett (Keenan Wynn) para que diseñe piezas para él. Tiempo después, Eve se ve involucrada en una intriga amorosa con el polista sudamericano José O’Rourke (Ricardo Montalbán) a quien cree separar de su hermana menor Betty (Betty Garrett), aunque ésta está enamorada de un masajista llamado Jack Spratt (Red Skelton) que usurpó inocentemente la identidad del polista.-
Por complicada que parezca la trama de la película (y se complica aún más con la intervención de un mafioso que secuestra a ambos José, al falso y al verdadero, para asegurar una apuesta deportiva, y con un improvisado poliedro amoroso cuando Joe se revela enamorado de Eve), no hay mucho allí. Neptune’s Daughter es una pequeña película que recuerda a aquellas protagonizadas por Eleanor Powell en los años ‘30, en donde los números musicales son vehículos para que los diferentes actores hagan una demostración de su talento particular pero no tienen ninguna conexión con la historia; son intercambiables y si no estuvieran en la película, la trama sería perfectamente comprensible. En este caso, Garrett y Skelton hacen las veces de comic relief con sus personalidades habituales: Garrett persigue ferozmente al objeto de su amor (al igual que en sus otras películas de ese año, Take Me Out to the Ball Game y On the Town) y Skelton es el ingenuo con corazón de oro. Paralelamente, Williams y Montalbán aparecen como la pareja romántica “seria”, llenando todos los lugares comunes de la mujer profesional que es seducida por un latin lover de intenciones honorables.-
Curiosamente, esta película sólo tiene tres escenas acuáticas, las primeras dos bastante estándares (en una Eve está participando de una competición amateur y en la segunda, está ensayando para una presentación publicitaria) y la última tiene mayores pretensiones de espectacularidad sin llegar a lo más alto de lo que la sirena de Hollywood mostró en la pantalla. Tal vez el hecho de que Williams estuviera embarazada durante el rodaje tuviera algo que ver con ello, pero aún así resulta un tanto decepcionante en el resultado final.-
Hola Bet
ResponderBorrar¡Ah, las pelís de la Williams! Tan iguales -por muchas vueltas que dé el argumento-, tan "blancas", con problemillas del primer mundo -que siempre se solucionaban- y con Esther tan bella, estilizada y buenapersona. Si el mundo Hollywood, para nosotros, era como si fuesen marcianos, el mundo acuático-Hollywood era la guinda del pastel.
Supongo que parte del "hechizo" era ver chicas en bañador pero eran pelis taaan limpias que hasta asexuales parecían.
No he vuelto a disfrutar ninguna de estas pelis desde hace... toda una vida, pero ¡Qué linda es la infancia! (la de cada uno y la de cartón-piedra-agua de aquél Hollywood).
Un saludo... y un chapuzón de ilusión, Manuel.
Querida Manuel, a mí las películas de Williams la verdad que me dejan bastante seca jeje. Nunca me han gustado demasiado, pero alguna tuve que ver (creo que era Escuela de Sirenas) cuando mi papá descubrió que en estos tiempos casi todo lo que quieras está en Internet y quiso revisitar un clásico de su infancia. Sentó a toda la familia a ver la peli.-
BorrarEn cualquier caso, a mí que no sé nadar, lo que más me maravilla es la sincronización de las rutinas y la dificultad técnica que deben haber representado tanto para las cámaras como para las propias nadadoras, que encima de nadar ¡tenían que tener los ojos abiertos y sonreir!
Es verdad que pensar un Hollywood bajo agua es el colmo de la fábrica de sueños. Más imposible que eso no se consigue.-
Le mando un abrazo, Bet.-
*Querido, perdón, fue un error de tipeo con el celular.
Borrar¡¡¡Esther Williams, reina de un género solo para ella!!! Las películas de piscina sincronizada con ella de prota... Nadie la sustituyó nunca más. Me resultó encantador el homenaje que hicieron los Coen en Ave, César (2016).
ResponderBorrarHace siglos que no revisitó estas películas, se quedaron en la memoria de mi infancia. Alguna me la pusieron en el cole. Gusten o no, no dejan de ser una rareza, ¿verdad? ¡Algo que no ha vuelto a repetirse, jajajaja!
Oye, leyéndote he hecho un repaso de la filmografía de la Williams... ¡y he descubierto una película sin piscina y de cine negro... que tiene una pinta fabulosa y que no he visto! Quizá hayamos hecho un descubrimiento especial: Sombras en la noche (The Unguarded Moment, 1956) de Harry Keller.
Beso
Hildy
Queridísima Hildy, es así como decís, las pelis de Williams podrán gustar o no pero son imprescindibles. En el documental That's Entertainment! le dedican toda una sección y muestran (si mal no recuerdo) los tanques que la MGM construyó especialmente para ella. Algo similar intentó hacerse con una patinadora sobre hielo, se me escapa el nombre ahora, pero no tuvo tanto éxito. Y es que Williams además era buena actriz, a mí me sorprende cada vez que intento alguna de sus películas.-
Borrar¡Yo también estuve repasando su filmografía y encontré ese film noir! Ya di con una versión perdida allí por Internet, pero aún no la he visto. Me hizo pensar en otra peli inesperada en una filmografía mayormente luminosa (y esta creo que sí la has visto): Midnight Lace, con Doris Day. No vi ninguna de las dos, pero ¿serán una buena sesión doble?
¡Ay, no recuerdo Ave César! Lo que más me quedó grabado fue el número de marineros de Channing Tatum y la imagen de George Clooney vestido de romano con cara de confundido jaja.-
Te mando un abrazo enorme, Bet.-