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Too Many Husbands (Demasiados maridos) - Wesley Ruggles, 1940.-

 


A veces aparece de pronto una película de la que no tenías ni noticias, y se transforma en una nueva favorita. Too Many Husbands apareció como sugerencia en mi perfil de Youtube y con tan sólo ver el elenco (encabezado por Jean Arthur, Fred MacMurray y Melvyn Douglas) me dispuse a descubrirla. La sorpresa fue muy grata, debo decir.-

Comedia de teléfonos blancos, la película cuenta la historia de Vicky (Arthur), una mujer que a poco de que su primer marido, Bill Cardew (MacMurray), fuera declarado muerto tras haber desaparecido en el océano, se casó con el socio y mejor amigo de aquél, Henry Lowndes (Douglas). Todo marcha razonablemente bien hasta que de pronto un día Bill reaparece y revela que pasó un año náufrago en una isla desconocida. Vicky deberá ahora elegir entre sus dos maridos, pero la cuestión no es tan sencilla porque ella está igualmente enamorada de los dos.-

Esta breve película (81 minutos, y ya saben que tengo una obsesión con la duración de las películas) es una bella cápsula de economía y timing cómico-romántico. El guión está basado en una obra de teatro de W. Somerset Maugham y toma el suficiente aire como para que no sintamos el encierro que puede caracterizar este tipo de adaptaciones a la gran pantalla, pero sin perder nunca el sentido de cada escena, de cada línea de diálogo. La concentración en pocos personajes (el triángulo principal está respaldado por el padre de Vicky interpretado por el siempre adorable Harry Davenport, un mayordomo con el rostro de Melville Cooper y dos policías un tanto despistados interpretados por Edgar Buchanan y Tom Dugan) es un acierto y el guionista Claude Binyon resistió muy bien la tentación de agregar personajes que hubieran sido típicos de este tipo de historias (un par de niños, la mejor amiga de la protagonista, un amigo de la familia, etc).-

Me llamó especialmente la atención, además, la forma en la que el director deja hacer a sus actores con tomas largas que les permiten mostrar todo su talento como comediantes (y aquí hay mucha comedia física además) y limitando el montaje dentro de una misma escena sólo a aquellos momentos en los que necesita mostrar una reacción o reposicionar su cámara. Por lo demás, la estética de la película es fluida y elegante como la historia que cuenta.-

En términos temáticos, por supuesto que Too Many Husbands remite inmediatamente a My Favorite Wife, aquella película de Garson Kanin estrenada el mismo año en la que Cary Grant se vuelve a casar pensando que su primera esposa murió en un naufragio, para descubrir (nada menos que en su noche de bodas) que está vivita y coleando. Resulta cuando menos curioso que ambas películas se estrenaran con pocos meses de diferencia (Too Many Husbands en marzo y My Favorite Wife en mayo), la primera como ya mencioné basada en una obra de teatro de W. Somerset Maugham y la segunda, en una historia original de Leo McCarey, y que partan de premisas tan similares. Sin embargo, me permito señalar que Too Many Husbands le da una vuelta de tuerca a la historia, que la hace más interesante que su contemporánea y que la acerca más a la magistral Design for Living de Ernst Lubitsch.-




Y es que Vicky, en el fondo, no quiere elegir. Tira de la cuerda buscando que cada marido demuestre su devoción por ella en la forma más atractiva posible (como dice en una escena, con ambos fue una esposa bastante infeliz, siempre en segundo plano de las prioridades de ellos: en el caso de Bill, su ansias de explorar el mundo; con Henry, su ética laboral), pero la verdad es que si pudiera, se quedaría con los dos. Y ninguno de ellos está dispuesto a dar un paso al costado, por más que parezcan dos niños peleando por un juguete que no pueden (por razones legales, en este caso) compartir. En este sentido, el dilema es bien interesante porque va más allá de preguntarse con cuál se quedará Vicky, y aquí la elección del elenco es fundamental porque en este caso (como también ocurría en la película de Lubitsch) la incógnita es válida. Ambos maridos tienen sus atractivos y sus debilidades y el espectador entra también en el juego de elegir a uno sobre otro. El final de la película deja una resolución del conflicto más que interesante en una escena que entrega humor y vivacidad hasta el último segundo.-

Dejo los enlaces para ver la película en idioma original y con doblaje en español para disfrutar por partida doble.-





Comentarios

  1. Hola Bet
    A mi también me gusto mucho -sólo tengo ojos para Jean por muchos maridos que me entrometan- pero también me fije en que había una cierta pugna entre la "interpretación clásica", ese Melvyn cuyo habitat es el esmoquin, un triunfador que puede perder con elegancia y la "nueva interpretación", Fred, que si lo ves de esmoquin es que está trabajando y si crees que pierde es que te está engañando. Como dices, ella no quiere elegir pero ellos también están dispuestos a que su disputa siga eternamente. Cualquier parecido con la vida real es pura coincidencia pero para eso "vamos al cine" para que Melvyn y Fred discutan por Jean (y soñar que ella me elije a mi).
    Un saludo, Manuel.

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    1. Cuánta razón, querido Manuel. Douglas tiene ese aire sofisticado de la vieja Europa (después de todo, venía de hacer de Conde venido a menos en Ninotchka) y MacMurray es puro empuje estadounidense (además de que ambos actores se llevaban sus buenos años de edad, con lo cual también están representando diferentes generaciones, aunque en la peli sus personajes sean casi coetáneos).
      No es mala su sugerencia, Usted se queda con Jean y me deja los galanes, jaja.-
      Me alegro mucho de que esta película le haya gustado y le mando un saludo, Bet.-

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  2. Con las pertinentes variaciones, en efecto, este tema ha servido de base para media docena de comedias. Detesto la última, APÁRTATE, CARIÑO (1963), de Michael Gordon, por la luctuosa connotación que tiene como estúpida versión de SOMETHING'S GOT TO GIVE, que comenzara a rodar Marilyn Monroe a las órdenes de Cukor y de la que fue despedida (por solidaridad, Cukor, Dean Martin y Cyd Charisse se negaron a seguir).
    La que ahora nos ocupa, falsamente modesta en sus pretensiones, se deja ver con agrado y en su haber hemos de anotar, claro, a Jean Arthur, espléndida actriz de comedia, y un desenlace en el que veladamente se nos sugiere un "ménage à trois".
    Un saludo.

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    1. Disculpe la tardanza en contestar su mensaje, Teo. La vida real se interpuso entre este ciberespacio y yo.-
      Fíjese que a mí me gusta mucho Move Over, Darling. Le tengo mucho cariño porque fue uno de los primeros clásicos que vi de niña y hasta el día de hoy la miro con mucho disfrute (si me apura, tal vez le diga que me gusta más que My Favorite Wife, a la que descubrí mucho después y vi menos veces, aunque tal vez mi juicio esté velado por el cariño y el hábito).-
      Too Many Husbands me encantó, todos los protagonistas (incluyo también a Harry Davenport) están brillantes y el final es simplemente genial.-
      Le mando un saludo, Bet.-

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  3. Eres maravillosa, Bet
    Me descubres un montón de películas.
    Aquí además con tres actores que han protagonizado películas que han sido importantísimas en mi vida (Jean Arthur, Fred MacMurray y Melvyn Douglas).
    Hablas de referentes fascinantes. He disfrutado de Mi esposa favorita, Apártate, cariño y conocer las imágenes inéditas de Cukor y su Something's Got to Give, pero esta película que comentas se me había escapado del redil.
    Pero me interesan más dos cosas que mencionas: que te parece más atrevida porque te remite también a la maravillosa Una mujer para dos de Lubitsch. Y que parte de obra teatral de un autor que adoro: William Somerset Maugham.
    En cuanto la vea, me vuelvo a pasar de nuevo.
    Beso
    Hildy

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    1. Hildy querida, ¿verdad que esta película ha quedado completamente en el olvido? Uno pensaría que con ese elencazo debería ser más conocida pero sin embargo, no se habla nada de ella.-
      A mí me sorprendió que estuviera basada en una obra de William Somerset Maugham. No lo he leído nunca pero en base a las adaptaciones cinematográficas que he visto, me hacía que su obra discurría por otros carriles y sin embargo, aquí me sorprendió con una comedia fantástica.-
      Me encantará saber qué te pareció cuando la veas, a mí me gustó mucho pero mucho y sigo pensando en ella, pese a que pasaron ya varios días desde que la ví por última vez. Realmente se queda en el recuerdo.-
      Te mando un abrazo gigante, Bet.-

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