Ir al contenido principal

Mi autorregalo de cumpleaños.-


Hoy es mi cumpleaños y me hice un autorregalo: dos colecciones de películas del gran y único Cary Grant. El regalo llegó con un par de semanas de antelación con lo que pude ir adelantando algunos visionados. Aún no he visto ninguna película de la segunda colección en términos cronológicos, que se compone por My Favorite Wife (la única del grupo que conozco), Night and Day, The Bachelor and the Bobby-Soxer y Mr. Blandings Builds his Dream House (no tengo grandes esperanzas respecto de Night and Day pero escuché que las otras dos son muy divertidas); pero sí ví un puñado de películas de la otra colección dedicada a películas de los primeros años de Grant en Hollywood, incluyendo su debút cinematográfico This is the Night.-
Ya desde comienzos de mes había decidido hacer un maratón paralelo al que estoy llevando adelante con motivo de mi serie “Damas del pre-code”, mirando todas las películas que tengo de Cary Grant en DVD en orden cronológico. Sólo para mí, por mi propio gusto y el de mi madre que de tanto en tanto pega un ojo a la pantalla cuando aparece el héroe en cuestión (es que si bien ella no es amante del cine clásico, sí disfruta viendo un galán aunque venga en pantalla cuadrada y blanco y negro). Cuando llegaron mis preciados regalitos yo ya iba por 1933 e incorporé las nuevas películas al maratón pero sin volver el tiempo atrás, de modo que películas como la mencionada This is the Night, Blonde Venus o She Done him Wrong quedaron afuera. No importa, ya habrá oportunidad de descubrirlas.-
Ver estas primeras películas (ahora voy por 1935, ¡tres años de carrera, nada menos!) vino a completar el retrato de Cary Grant que tenía en mi mente. En entradas anteriores he hablado un poco del Grant de fines de los años ‘30 (en especial lo mencioné al reseñar Holiday), aquel ya consagrado que aún exploraba diferentes estilos y tonos. Pues bien, este Grant del pre-code me habla del camino a esa consagración; de los roles cada vez más importantes, del tiempo en pantalla cada vez mayor, de los tiempos en los que un actor filmaba cinco o más películas por año. Y de la presentación de Cary Grant como tal desde el primer día, no hay en estos roles tempranos ni trazos de Archie Leach. O dicho en otras palabras, Cary Grant no fue una creación progresiva ni el producto de ningún jefe de estudio o publicista, su único creador fue Archibald Leach y existió desde siempre.-
He encontrado además una diversidad de temas que no esperaba: desde comedias románticas como The Thirty Day Princess hasta historias cargadas de drama como Devil and the Deep o The Eagle and the Hawk, pasando por las películas en las que sólo tiene una breve intervención como Merrily we Go to Hell o aquellas en las que su rol es secundario pero desencadenante para la trama como Hot Saturday. Encontré incluso una peli de gangsters, la genial Gambling Ship, o una de aviadores en la que el pobre Cary queda ciego (Wings in the Dark) ¡u otra en la que lleva bigote (The Last Outpost)! Y películas imperfectas, con guiones defectuosos pero en los que Grant brilla como Ladies Should Listen, Kiss and Make Up o Enter, Madame.-
En el otro extremo, por fin he decidido leer las memorias que la única hija de Grant, Jennifer, escribió sobre su relación con su padre, Good Stuff. Compré el libro hace más de un año y medio y comencé a leerlo dos veces pero nunca logré avanzar. Ahora resolví recomenzar y terminarlo para tener ambos extremos: el Grant público de la pantalla desde sus primeros años y el otro íntimo, ya mayor y retirado del cine, abocado a la vida familiar. Creo que al cerrar el círculo habré terminado por abarcar a este hombre bello, que podía hacer en la pantalla lo que se propusiera y del que he decidido enamorarme una vez más hoy en mi cumpleaños. ¿Por qué no?

Comentarios

  1. Mi querídisima Bet, muchísimas, muchísimas, muchísimas felicidades.
    ¡Un año más para disfrutar de buenas películas, buenos libros, buenas reuniones familiares y con amigos...! ¡Un año más para seguir compartiendo nuestra ciberamistad, nuestras miradas y descubrimientos en nuestros respectivos blogs-hogares!
    Qué buen regalo te has hecho. Cary Grant es uno de los grandes, y como dicen que soltó Hitchcock, está bien hasta con un huevo podrido en la cara.
    Recuerdo que coleccioné su filmografía ¡en vhs!, pero obviamente los primeros títulos de su carrera más desconocidos no estaban disponibles en ese formato. Pero me sirvió para enamorarme de él sin remedio. También te digo que hubo películas que solo vi una vez como Noche y día o El solterón y la menor (The Bachelor and the Bobby-Soxer) y las tengo muy lejanas en mi memoria.
    ¡Auguro entonces maravillosas entradas con sus películas!

    Beso
    Hildy

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. ¡Millón de gracias, queridísima Hildy! He pasado un día hermoso en el que obviamente no faltó una sesión doble con mi enamorado del momento.-
      En su momento, si bien en casa había una cantidad de VHS importante, era más que nada de cine contemporáneo. Había sólo un puñado de clásicos entre los cuales estaba la primera peli de Grant que vi en mi vida (y primera screwball comedy también), "Luna Nueva". El video, que estaba doblado en España, venía con un librito que leí bastante en mi adolescencia, una breve biografía de Cary Grant que reseñaba sus películas y creo que parte de mi amor por el cine clásico viene de las fotografías que veía en ese y en otros libros de cine y de esta comedia maravillosa que miraba una y otra vez (y en mi memoria Walter Burns y Hildy Johnson siempre hablarán con acento español, no hay manera de que me acostumbre a sus voces originales). Pero la expansión de mi colección vino de la mano del DVD y no pierdo el asombro ante las rarezas que se pueden conseguir hoy en día, más en mi caso que tengo la inmensa suerte de no depender del subtitulado, lo cual abre las puertas hasta el infinito (una de las maravillas que ha traído a mi vida mi amor por el cine es que aprendí inglés a fuerza de ver pelis en su idioma original, de modo que ahora puedo verlas sin subtítulos). Inevitablemente me volcaré hacia estas películas (y tal vez hacia las memorias de Jennifer Grant, aunque nunca me animé a reseñar libros aquí) en este espacio; especialmente hace poco vi "Arsénico por compasión" por primera vez (fuera de cronograma, porque aún no llegué a la década del '40 en mi maratón) y morí por ella, así que tengo muchas ganas de escribir al respecto.-
      Ayer recordé que hace un año publiqué un texto por mi cumpleaños en el que contaba sobre mi falta de inspiración y ahora estoy desbordando cine por las orejas. Lo único constante tanto en mis momentos más fértiles como en los yermos es tu amistad y apoyo y no sabés cuán preciados me resultan. Te quiero, Hildy, aunque (o tal vez a causa de) ambas amemos a los mismos hombres, jaja.-
      Eh, que estoy más vieja y se me dio por parlotear.-
      Ya me despido con un beso, Bet.-

      Borrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

The Roaring Twenties (Los violentos años veinte) - Raoul Walsh, 1939.-

Esta película bien podría formar una interesante sesión doble con The Public Enemy . Ambas son protagonizadas por James Cagney (con ocho años de distancia entre una y la otra) pero además ambas presentan dos modelos diferentes de películas de gangsters : el anterior y el posterior a la aplicación del Código Hays.- Durante el período pre - code , en el cual el género floreció, los realizadores pudieron colocar en el rol del héroe a criminales atractivos pero muchas veces despiadados, mientras que el lugar del villano quedaba reservado para otros delincuentes (con una fuerza de policía ausente), cuando no para la propia policía y otras figuras de autoridad. Esta inversión en los roles tradicionales, característica de este período, debió ajustarse con la aplicación del Código, surgiendo así una nueva figura: el gangster con el “corazón de oro”, es decir el delincuente simpático, que pese a sus acciones criminales de mayor o menor violencia, se sacrifica hacia el final por un ideal

Proyecto Cary Grant Nro. 28: In Name Only (Dos mujeres y un amor) - John Cromwell, 1939.-

¡Feliz cumpleaños, mi querido Cary! Hoy no podía faltar una nueva entrega de mi Proyecto Cary Grant, aún cuando estemos en medio de otro proyecto como lo es el Abecedario de musicales , y tocó una película a la que tengo ligado un recuerdo especial porque tuve oportunidad de verla por primera vez hace varios años en la pantalla grande, en una sala llena de amantes del cine clásico.- Julie Eden (Carole Lombard) es una joven viuda madre de una niña de cinco años (Peggy Ann Garner brillante en su papel) que está de vacaciones en una casita de campo cuando conoce por casualidad a Alec Walker (Grant), un rico empresario que vive cerca. Julie y Alec improvisan un picnic junto a un estanque, hacen una cita para el día siguiente incorporando a la niña de ella, se sienten atraídos el uno por el otro, todo va de maravillas… hasta que acompañamos a Alec a su casa y descubrimos que ¡está casado! Y nada menos que con una mala malísima que responde al nombre de Maida pero tiene el rostro de Kay Fran

West Side Story (Amor sin barreras) - Robert Wise, Jerome Robbins, 1961.-

Aquí va otra crítica absolutamente parcial de una película que adoro ;) Momento Nº 1: Jets y Sharks.- ¡Hablando de comienzos inusuales! Los musicales clásicos suelen acompañar los títulos iniciales con una breve compilación (no una verdadera obertura) de las melodías que escucharemos a lo largo de la película. En West Side Story Wise y Robbins prescinden de los títulos iniciales y en su lugar optan por dejar correr la obertura de Leonard Bernstein sobre un  intrigante dibujo abstracto de colores vibrantes que cambian. Esta presentación nos permite enfocarnos verdaderamente en la música, esta no es una pieza que podamos escuchar distraídamente mientras leemos quién escribió el guión o diseñó el vestuario sino que somos llamados a poner toda nuestr atención allí. Tras el título de la película, el dibujo se funde con la imagen de la zona sur de Manhattan a la que le sucede una serie de tomas aéreas que nos llevan lentamente hacia el noroeste de la isla, siguiendo el llamado de