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Nuevo abecedario de cine (Edición musicales): A - B.-

All That Jazz (Empieza el espectáculo) - Bob Fosse, 1979.-



Empezamos este abecedario con una nota fuerte. Durante años intenté reseñar esta película (de acuerdo a los comentarios que dejé en su momento en el blog de mi querida Hildy Johnson, vi por primera vez esta película en 2015) pero nunca encontré la manera. No sé si esta vez saldrá, pero aquí vamos…

Joe Gideon (un Roy Scheider inmenso) es un director y coreógrafo consumiéndose la vida en un frenesí de ensayos, cigarrillos y anfetaminas, largos días de trabajo y noches de sexo casual. El único reposo le viene de un diálogo continuo con Angelique, el Ángel de la Muerte al que imagina como una mujer hermosa y distante con el rostro de una joven Jessica Lange.-

El comentario inevitable al aproximarse a esta película es que es sumamente autorreferencial. Gideon es el alter ego de Fosse y he escuchado críticas negativas que señalan la auto indulgencia en la que habría caído el director; pero yo no veo eso en All That Jazz sino todo lo contrario: es el autorretrato descarnado de un tipo que sabe que se está yendo al tacho pero no sabe (o no quiere, que en este caso son la misma cosa) vivir de otra manera. Y la conciencia de esta conexión entre ficción y realidad le da un sabor extraño a la película, causa un dolor suplementario.-

Pero más allá de esta referencia la película vale, y mucho, por sí misma. Uno de sus mayores aciertos está dado por el montaje apretado que nos traslada a ese frenesí en el que vive Gideon pero que también busca emular el ritmo de ese corazón que está fallando. El montaje nos presenta, además, una estructura basada en la rutina matutina de Gideon que se repite desde distintos ángulos de cámara al ritmo del Concerto alla Rustica de Vivaldi (la música que el protagonista escucha cada mañana) y que muestra su deterioro progresivo.- 

Entre mañana y mañana, el propio Gideon trabaja en el montaje de su última película, buscando incansablemente el ritmo perfecto en la misma forma en la que busca la coreografía perfecta para la obra que está preparando. All That Jazz es la antítesis del musical clásico de Hollywood en el que un grupo de amigos se juntan y de la nada montan una obra en el granero. Aquí todo es sórdido y cuesta mucho trabajo y mucho dinero (los productores de la obra son un puñado de despreciables que solo aprecian el genio creativo de Gideon en cuanto les reporta ganancias, sin comprender su proceso).-

La otra constante en la vida de Gideon son sus mujeres. Su ex esposa (Leland Palmer), su hija (Erzsebet Foldi) y su novia (Ann Reinking). Y las mujeres que se han acostado o que aspiran a acostarse con él. Y yo agregaría también a su asistente, un personaje que no tiene nombre hasta donde pude registrar, pero que es su mano derecha en su labor de coreógrafo y que es la única que se permite mostrar su pena cuando Gideon es hospitalizado.-

En el medio y a los lados y de fondo y de frente, los números musicales. La selección del elenco del comienzo, el número de claqué que interpreta de adolescente en un club de streaptise (Keith Gordon hace del joven Gideon), el número en gestación durante los ensayos y lo que termina siendo el resultado final (desconcertante, pinta a Gideon de cuerpo entero), los números de “entrecasa” que montan sus mujeres para él, los números que se inventa en su cabeza mientras se le escapa la vida. All That Jazz es puro Fosse. En sus coreografías tan distintivas. En el puñetazo en el estómago que representa la toma final. Y en el cálido abrazo que nos da justo antes de ese puñetazo porque si bien Fosse perdió la fe en el Hombre, siempre cree en el Arte.-


Babes in Arms (Los hijos de la farándula) - Busby Berkeley, 1939.-




Esta película vale como exponente de la seguidilla que Judy Garland y Mickey Rooney protagonizaron entre 1937 y 1943 (ocho en total, más algunas participaciones especiales que compartieron en películas corales). Es una tontería de punta a punta, pero curiosamente fue la película más taquillera que el estudio MGM produjo en el año de oro del cine clásico.-

Mickey Moran (Rooney) es el hijo adolescente de una pareja de artistas de vodevil (Charles Winninger y Grace Hayes) en crisis por el cambio de modas en el mundo del espectáculo. Mickey tiene sus propias ambiciones artísticas y sueña con triunfar junto a Patsy (Garland), su novia quien también es una “hija de la farándula”. Cuando los padres de Mickey deciden reunir a sus antiguos compañeros para un espectáculo de regreso en el cual los niños no son incluidos, la segunda generación hace lo propio y resuelve montar un show al estilo Broadway para demostrar su valía.-

¿Recuerdan que en el comentario anterior hablé de los musicales clásicos en los que un grupo de amigos se reúne y de la nada monta un musical en un granero? Bueno… aquí no hay granero sino un patio trasero, pero básicamente de eso se trata Babes in Arms. La trama tiene tantos agujeros e improbabilidades que termina resultando casi simpática. Que una pareja de artistas tenga hijos talentosos (Mickey tiene una hermana con dotes para el canto lírico interpretada por Betty Jaynes y los otros artistas tienen un millón de hijos en total, todos con buena mano para el teatro musical) no es nada extraño pero que los mayores decidan partir de gira dejando a sus hijos librados a su suerte, ya empieza a hacer un poco de ruido. Una vecina del barrio (Margaret Hamilton haciendo básicamente de nuevo de Miss Gulch) opina lo mismo que yo y decide interponer una acción para que todos sean enviados a un colegio con internado pero el Juez Black (Guy Kibbee) restaura el delirio al desestimar la petición y fomentar que los niños sigan con lo suyo.-

Para complicar las cosas, no falta la ex-estrella infantil (June Preisser) que buscar hacer su propio “regreso” y que financia el show y coquetea con Mickey destronando a Patsy en su doble rol de estrella y pareja del joven productor teatral, la tormenta que arruina el estreno, los actores que no saben hacer bien sus papeles, los músicos que desafinan y cuanto contratiempo pueda imaginarse. Como trasfondo, hay un verdadero drama familiar en el que ni Mickey ni la película piensan demasiado en estos padres que han perdido su medio de vida y que para ganarse el pan deben buscar trabajos mal remunerados. Solo el padre de Mickey tiene dos escenas en las que elabora el dolor de haber dedicado su vida a una industria que lo rechaza.-

En líneas generales la película no está tan mal dentro de su categoría. Compararla con las obras maestras que Busby Berkeley dirigió para Warner Bros en el período pre-code (aunque aquí no faltan los números multitudinarios, no hay cuadros caleidoscópicos) o con los musicales de primera línea que produjo MGM en los años ‘40 y ‘50 (The Wizard of Oz siendo la excepción en los años ‘30) sería un error. Incluso cuando esta película cuenta con la firma del gran Arthur Freed como productor, está cortada con el mismo molde que la serie de Broadway Melody en donde una trama casi inexistente rellena el hueco que queda entre un número y otro hasta que llega el gran final a toda orquesta. Poniendo un manto de piedad (y de contexto histórico) sobre el número en el que Rooney, Garland y gran coro montan un espectáculo de minstrel, en general los números corales tienen un sentido propagandístico y publicitario en donde la exaltación patriótica se mezcla con la enumeración de las estrellas que poblaban MGM en esa época (incluyendo tres de los cuatro Hermanos Marx). Este recurso da pie a lo mejor que tiene la película, las imitaciones de Mickey Rooney de varios colegas actores.-

Por lo demás, no sabría decir dónde se ubica esta película entre las protagonizadas por la dupla porque creo que aquí me planto. Garland me gusta más en otras películas y Rooney no es de mis favoritos.-

Comentarios

  1. Hola Bet
    Recuerdo ver "All That Jazz" cuando tocaba y recuerdo la experiencia como si, más que en una sala de cine, estuvieses en una pista de coches de choque; escenas "reales", soñadas (o imaginadas), bailes, chicas, música, drogas... nunca sabías por dónde llegaría el siguiente golpe. Al final, embriagado, sólo alcanzabas a decir: ¡Qué buena la interpretación de Scheider! (pero pensabas ¡Qué listo el tío que puso a Jessica de ángel!)
    No recuerdo especialmente "Babes in Arms" (otro listo fue el que bailó el titulo de "Nenas en brazos" a "hijos de la farándula") pero las pelis con Rooney envejecieron igual que él: mal.
    Curioso que "A" sea hija de su tiempo -y, la vez, avanzada- y "B" sea hija de su tiempo -y, a la vez, acartonada-. A ver quién es el listo que le pone música a esto.
    Un saludo, Manuel.

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    Respuestas
    1. Qué interesante, querido Manuel, no lo había pensado pero ciertamente ambas películas son muy de su tiempo. Y si me adelanto un poquito, diría que al menos las próximas cuatro (o tal vez cinco) letras también responden a ese mismo parámetro.-
      All that Jazz deja esa sensación de haber estado en un accidente de tránsito, sin dudas. Más incluso que Cabaret (mi otra incursión en Fosse y una gran favorita), que ya era bastante patada en el estómago.-
      Rooney decididamente tiene una energía que me saca de quicio. En "That's Entertainment", el muy valioso documental que MGM produjo como lápida, de veras, para sus musicales de la época de oro, Rooney aparece presentando una selección de escenas de sus películas y dice en un momento algo así como "no sé de dónde sacábamos energía para filmar tanto".... bueno... se me viene alguna respuesta a la mente pero dejémoslo ahí. Se nota ciertamente que esos niños actores no estaban durmiendo bien y eso siempre me deja un sabor amargo al ver estas pelis. Otra coincidencia con All that Jazz, quién lo hubiera dicho.-
      Le mando un abrazo, Bet.-

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  2. Cómo amo All that Jazz. Me encanta por muchas cosas que has dicho. Y nunca se ha filmado de una manera tan impactante y musical la muerte... Guauuu, qué peliculón. Tuve oportunidad de verla en pantalla grande y cómo flipé de nuevo.
    "Los hijos de la farándula" es una oportunidad de ver juntos a dos adolescentes que fueron mimados por los estudios, pero también sometidos a unas presiones laborales muy duras, mientras dieron dividendos. Luego de adultos no tuvieron las cosas muy fáciles. Él sufrió el olvido cruel; ella, las adicciones. Así llama la atención estas películas ligeras donde todo al final termina bien... Cuando ellos aprendieron y vivieron lo más difícil de la farándula.
    Beso
    Hildy

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    Respuestas
    1. ¡Hildy, todavía recuerdo el correr a leer tus artículos sobre All That Jazz luego de verla por primera vez, hace tantos años! (se están cumpliendo once años desde que descubrí tu blog, cuántos recuerdos maravillosos). Poder verla en pantalla grande y con público, qué deliciosa experiencia debió haber sido aquello.-
      Es muy triste en definitiva la historia de Rooney y Garland (bueno, de muchos niños actores si vamos al caso) y algo de todo lo que pasaban, aún en sus días de gloria, se refleja en la pantalla en esa energía pasada de rosca que transmiten. Para las fiestas volví a ver Meet me in St Louis y pensé que debe ser una de las pocas películas que he visto de ella en la que Garland está bien anímicamente, no parece asustada o nerviosa o enferma. Curioso que una película musical, género diseñado para "sentirse bien" lleve a todos estos pensamientos, ¿no?
      Te mando un abrazo enorme, Bet.-

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