Hace un par de años atrás hice una serie de entradas llamada “Abecedario de cine” en la que reseñé veintiséis películas en orden alfabético (dispensando la letra Ñ, porque ya saben lo complicada que es y la peli "Ñandúes al ataque" todavía no se filmó, aunque estoy segura de que sería un éxito) a lo largo de trece entradas que aparecían cada tres o cuatro días. En aquella oportunidad no me propuse seguir un criterio en particular, simplemente elegí películas al azar que cumplieran con las letras del alfabeto que necesitaba para cada entrada.-
Desde aquel entonces que sueño con repetir el desafío pero con un extra: ¿qué tal elegir un género y explorar otras veintiséis películas bajo esa limitación? A renglón seguido me vinieron a la mente mis queridos musicales, a los que tengo bastante olvidados últimamente y puse manos a la obra en la creación de una lista de títulos.-
Seguramente ya he hablado de esto antes, pero no me canso de recordar que durante la primera parte de mi viaje cinéfilo viví convencida de que no me gustaban los musicales. La convención fundamental de lo que luego aprendí se llaman “musicales integrados”, esto es que los números de baile y las canciones estén completamente ensamblados con la trama haciendo que los personajes pasen de hablar y caminar normalmente a cantar y bailar a lo loco, me resultaba intolerable. No así los musicales de backstage ni los largometrajes de animación con canciones, que siempre me gustaron aunque sin considerarlos conscientemente como parte del género.-
Todo esto cambió en un segundo gracias a esa maravilla de la Creación que fue Gene Kelly. La primera vez que vi Singin’ in the Rain se me vino el alma al suelo (o al cielo, porque me sentía como flotando en una nube) y ya no pude parar por unos dos años, durante los cuales casi no miré otra cosa que no fueran musicales.-
Me pareció interesante, entonces, volver a zambullirme en el género y mientras estaba construyendo mi lista (y asegurándome de que hubiera una película para cada letra, aún para las difíciles) recurrí a un tremendo ladrillo de libro que conseguí en una librería de usados hace muchos años, The Hollywood Musical de Clive Hirschhorn. Hirschhorn recorre en sus páginas cincuenta años de historia de los musicales, reseñando e ilustrando más de mil películas y muchísimas más estrellas, directores, coreógrafos y compositores, desde las más conocidas hasta aquellas olvidadas. El trabajo minucioso del autor avanza año por año de cada una de esas cinco décadas y termina con varios índices preciosísimos que permiten seguir las carreras, las canciones y los títulos (¡en orden alfabético!) de este género que cuando no gusta, genera desprecio, pero que cuando sí gusta, te llena el alma de ritmo, fantasía y emoción. He echado mano entonces a este precioso libro (del que les dejo algunas fotos) cuando tenía dificultad para llenar alguna letra y así logré completar un rompecabezas que espero les resulte interesante. ¿Me acompañan?
Hola Bet
ResponderBorrarEs curioso pero mi trayectoria con los "bemoles" es bastante parecida; siempre recordaré cuando, aún no era adolescente, en la pantalla subía la tensión romántica y... ¡a cantar! (un clamoroso ooohhhh de decepción recorría todas las butacas).
A mi "Ñandúes al ataque" me decepcionó un poco sinembargo "el Ñago de Ñoz" me gustó casi tanto como "Ñrease" (la de Ñon Travolta y Olivia-Ñewton Ñon).
Un saludo y ¡¡Feliiiiz añññiiiiooo!! (léase cantando como JulieAndrews en "Ñonrisas y Ñágrimas). Manuel.
Jaja, mi favorita siempre será "Ñantando bajo la ñuvia" aunque "Ñombrero de ñopa" no está nada mal. Los musicales siempre me parecieron lo más ñoño (je) del mundo hasta que don Gene decidió cerrar el paraguas y ponerle la cara a la lluvia.-
BorrarHay un libro excelente que me guió en esos primeros pasos en ritmo de baile que se llama "Dangerous Rhythm" de Richard Barrios, lamentablemente creo que no está traducido al español (fue mi primer lectura en inglés y no se imagina cuánto transpiré para terminarlo, otra que seguirle el paso a Fred Astaire) pero fue muy importante para entender el código de este género. Cuando uno se acostumbra terminan dando ganas de que la vida funcione como los musicales. La próxima vez que esté contenta o estresada o que la vecina con cara de bruja del Oeste venga a quejarse de mi perra, voy a estallar en una canción y divertirme con el desconcierto de los demás.-
¡Le mando un beso eñorme y feliz aÑo! Bet.-
Mi querida Bet, ¡yo por supuesto que te acompaño! Qué ilusión me hace. Y voy a disfrutar este diccionario un montón.
ResponderBorrar¡Musicales forever!
Beso
Hildy
¡Hildy querida! Yo estoy disfrutando mucho de hacerlo y me da mucha ilusión reemcontrarme con algunos favoritos pero también descubrir muchísimas películas a las que les debía un visionado o bien que en la vida había escuchado nombrar.-
BorrarBesos con música de fondo, Bet.-