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Cuatro décadas de cine.-



Hoy esta chica del parasol blanco está cumpliendo cuarenta años. Y se me dio por pensar en cómo ha cambiado mi relación con el cine a lo largo de estos años. Este es el resultado del balance que he hecho.-


Primera década: 1984 - 1993.-

El recuerdo cinéfilo más antiguo que tengo es de haber ido al cine a los tres años y haber extraviado allí un moño que adornaba unas sandalias muy monas que me habían comprado. Aunque a decir verdad, no sé si esto es un recuerdo o una imagen que construí en mi cabeza de tantas veces que me contaron la anécdota. De hecho, no recuerdo qué película habíamos ido a ver pero sí estoy casi segura de que esa tuvo que haber sido la última vez que pisé la sala de cine por muchos años, porque poco después el cine de mi ciudad cerró y no volvió a reabrir por casi una década.-

El segundo recuerdo más antiguo es de ir con mi familia a un videoclub llamado “El pibe” (el nombre con el que se conoce la película de Chaplin en Argentina), en el que cada uno elegía algo pero luego terminábamos mirando todo en familia. Lo que más me gustaba a mí en esa época eran las películas de dibujos animados de Tom y Jerry y “La historia sin fin”, la cual ví muchas veces en mis primeros años de cine.-

En general, mirábamos muchas comedias, en especial recuerdo “El hombre del zapato rojo”, “Oscar”, “La pistola desnuda”, “¿Dónde está el piloto?”, “Un disparo en la oscuridad”, todos títulos que recuerdo en español porque mirábamos las películas dobladas. Pero también me acuerdo de ver películas de terror con mi hermano (después de los cinco ya no pude verlas porque me daban mucho miedo, pero se ve que antes de esa edad, no tenía conciencia del terror), o de mirar de reojo las películas románticas que les gustaban a mi mamá o a mi hermana (yo soy la menor de los hermanos de modo que el cine “de los grandes” me llegaba por “efecto derrame”).-

Y sé que cerca de los ocho ya sabía leer los subtítulos porque a esa edad me enamoré perdidamente de “Amadeus” y la miraba todos los días. Esa fue la primera película que me obsesionó y la primera también que me abrió las puertas de otros mundos: en este caso puntual, de la Historia, de la música clásica y - aunque los efectos tardarían años en llegar - de la ópera. También en esta década descubrí mi primera película de Hitchcock, “La llamada fatal”, que miraba en VHS con subtítulos bastante seguido sin saber que años después ese director se convertiría en uno de mis favoritos.-


Segunda década: 1994 - 2003.-

Esta década me trajo muchos cambios, en términos cinéfilos. Por un lado, seguía mirando películas de dibujos animados que tenía grabadas en VHS (aquí sí recuerdo más claramente los largometrajes de Disney, más que en la década anterior; mis favoritos eran “Aladín”, “El Rey León” y “El jorobado de Notre Dame”, de la que llegué a tener el CD con la banda musical original).-

Por otro lado en 1997 reabrieron la sala de cine en mi ciudad y mi hermana y yo no nos perdíamos ningún estreno, aunque uno o dos años después de esto empecé a ir también sola, si la película no le interesaba a nadie más e incluso más de una vez fui dos veces, si había quedado encantada con uno de los estrenos.-

Al mismo tiempo, en esa década llegó la televisión por cable a mi casa justo cuando aparecieron las primeras señales que pasaban cine las 24 horas. Recuerdo que una vez por mes, la compañía de cable distribuía una revista con la programación de las señales de cine y lo primero que hacíamos mi hermana y yo cuando llegaba la publicación, era leerla con atención y marcar en ella todas las películas que queríamos ver, así no nos perdíamos de nada. También visitábamos cada mes el video club (no “El Pibe” que ya había cerrado, sino otro) para llevarnos la pila de revistas de esas que daban las distribuidoras de VHS y que el propietario apartaba para nosotras antes de descartarlas. Mi hermana y yo adorábamos recortar fotos de nuestras películas o actores favoritos y con ellas decorábamos las carpetas de la escuela y nuestros cuartos.-

De esa época recuerdo las grandes comedias románticas de los ‘90 como “Hechizo de Luna”, Only You, French Kiss, “Mientras dormías”, pero también el cine de acción (“Máxima velocidad” era una de mis favoritas) o thrillers como “Epidemia” o “Los sospechosos de siempre”. Mi gusto empezó a hacerse más ecléctico y podía mirar tanto “El abogado del Diablo” como “Sensatez y Sentimientos” sin inmutarme. Y también los clásicos. Creo que fue alrededor de 1999 que descubrí Casablanca y más o menos por la misma época leí mis primeras biografía de cine, unos libritos que venían con una película en VHS y que me encantaban porque venían con unas fotografías en blanco y negro bellísimas. Uno de estos libros era sobre Hitchcock y venía con el video de “Atormentada” (el nombre con el que conocí Under Capricorn) y el otro, sobre Cary Grant y la película era “Luna Nueva”. Estos VHS venían con doblaje de España y por ello para mí Walter Burns y Hildy Johnson siempre hablarán en español. “Atormentada” no me gustó para nada y creo que la ví solo una vez pero “Luna Nueva” se convirtió en una gran favorita y me llevó a querer ver cuanta película de Grant tuviera a mi alcance. Así llegué algún tiempo después a Notorious que reunía para mí al actor de “Luna Nueva”, con dos de los actores de Casablanca y el director de “La llamada fatal”, un buen ejemplo de cómo fui construyendo mi amor por el cine clásico así, saltando de una película a otra a través de conexiones de este estilo.-


Tercera década: 2004 - 2013.-

En estos años ocurrió algo importantísimo en mi viaje cinéfilo y que fue la llegada de los DVD a mi vida. Para esa época ya había empezado a trabajar y me había fijado un presupuesto mensual para la compra de películas. Como había bastante oferta de clásicos, pude expandir mis descubrimientos a cualquier película que pudiera encontrar, si conocía al director o a por lo menos uno de los actores, la compraba. Y en algún punto descubrí que por internet uno podía comprar no solamente películas en las tiendas de la capital, sino también (¡descubrimiento glorioso!) que uno podía ordenar la importación de DVD. Fue en este tiempo que compré mis primeros DVD importados sin saber si podría mirarlos en casa (resultó que sí, mi reproductor era multizona) y, claro, estos primeros encargos fueron de películas de Hitchcock. Los DVD me resultaron fascinantes porque no sólo podía ver la película sino que además, si la edición era buena, podía acceder a todo el contenido extra. Los documentales y los audiocomentarios se transformaron en aquello que más buscaba y en mi principal fuente de información para aprender más sobre la técnica y la historia del cine.-

En estos años me mudé de ciudad y perdí acceso a la sala de cine y en parte por esto y en parte porque empecé a volcarme más hacia los clásicos, me alejé un poco de los estrenos aunque todavía seguía mirando películas por la tele y alguna que otra película contemporánea compraba en DVD.-

Otro evento decisivo que ocurrió durante 2013 fue mi descubrimiento de que existían tales cosas como los blogs de cine. Primero los descubrí como lectora (en enero de ese año empecé a leer el blog de mi querida Hildy Johnson, atraída obviamente por el nombre que tanto conocía) y hacia finales de ese año lancé al mundo mis primeras entradas.-


Cuarta década: 2014 - 2023.-

Estos últimos diez años han sido los más decisivos en lo que a cine respecta. Por empezar, en 2014 descubrí mi amor por el cine musical en un evento que (sin ánimo de exagerar) me cambió la vida porque llenó mis momentos de cine de música, color y movimiento en una forma que no había experimentado desde que abandoné los largometrajes animados de Disney por un cine “más serio”. Por otro lado, empecé a leer consistentemente sobre cine. Ahora estoy un poco alejada de los textos de no ficción, pero durante muchos años casi lo único que leí fueron biografías de actores o directores de cine clásico o libros sobre algún género o una película en particular.-

También descubrí… ejem, “otros formatos” (básicamente que uno puede encontrar en Internet casi todo si tiene espíritu aventurero y no se preocupa demasiado por cuestiones de propiedad intelectual; qué se le va a hacer, la pasión por el cine no conoce límites). Esto amplió mis perspectivas enormemente y me permitió descubrir obras a las que nunca hubiera podido acceder de otro modo.-

Otros géneros también fueron llegando, no sólo los musicales. De la mano de los libros que leí llegué al cine de gangsters, al film noir, a las comedias y al cine de terror de los años ‘30. También extendí mi marco temporal: cuando era chica, los años ‘40 era el período en el que me sentía más cómoda y en esta última década me adentré tanto en el cine mudo y el período pre code como en el cine de los años ‘50 e incluso ‘60 (más cercano en el tiempo ya me da un poco de vértigo).-

Y también otros directores y otros actores. Hoy, Hitchcock ya no es mi director favorito y si bien sigo adorando a Cary Grant (y cada día más), tengo muchos otros favoritos. Este blog tuvo mucho que ver en ello. Al abandonar el nido que me significó mi primer blog, pude volcarme a explorar nuevos rumbos y en ese sentido, este blog es un gran testimonio del tipo de cine que me ha interesado en los últimos años. Pero también es testimonio de cuánto me ha costado en el último tiempo sentarme a escribir y, antes de ello, de cuánto me ha costado en el último tiempo sentarme a mirar cine.-


¿Y a partir de ahora?

Entre el año pasado y este tuve una suerte de crisis existencial de la cual también quedó registro en este blog. En ese esfuerzo del que hablaba en el párrafo anterior, en un momento llegué a sentir que ya no me quedaba nada por decir y les conté sobre ello en una entrada. Y a partir de esa crisis, comencé a hacerme de tiempo para los visionados, que el tiempo de lo contrario ya no se hace solo cuando uno llega a estas edades.-

Este año empecé a registrar mis visionados en una aplicación y ello me permitió evaluar que estoy viendo más cine que antes, lo cual me llena de alegría. También volví a hacer planes de entradas para este blog, que es algo que me encanta hacer aunque luego me dé fiaca sentarme a escribir. Y decidí seguir comprando DVD. En estos tiempos es fácil dejarse convencer por una fracción de segundo de que ahora “está todo en streaming”, pero en mi país no es así. Me muero de envidia por las aplicaciones que tienen en otros países pero mientras no lleguen aquí, seguiré comprando películas cuando tenga la oportunidad (la mayoría de los DVD que compro ahora son de segunda mano, lo cual facilita mucho el acceso a los clásicos)... y seguiré explorando esos “otros formatos” de los que les hablé.-

Otra cosa que quiero hacer es retomar mis lecturas, tengo todavía en mis estantes algunas biografías sin leer y algunos libros que quisiera revisitar.-

Pero en general, no sé qué me deparará la siguiente década. Seguiré viendo cine, creo que eso me acompañará toda la vida aunque haya tenido algunos altibajos últimamente, y seguiré escribiendo, que las ganas de compartir y la alegría cada vez que recibo un nuevo comentario no se me pasan. En este momento siento que mis gustos se han estabilizado, mi amor por los clásicos será eterno, lo sé, y no creo que el cine contemporáneo vuelva a interesarme como cuando era chica. Pero todavía queda lugar para descubrir períodos y géneros y directores y actores y guionistas y enamorarme mil veces con amores nuevos.-

Por lo pronto, me voy a ver una película. Me despido hasta la próxima entrada, que llegará espero muy pronto.-


Comentarios

  1. ¡Felicidades! ¡Y que Judy te preste un poco de aire para seguir "soplando" velas y entradas en el blog!
    Está bien la década "cuatrera"; para ti mejor pues la famosa/dichosa "depre de los cuarenta" ya la tienes superada.
    Muy bonitos e ilustrativos tus cuatro apartados. ¡Qué envidia tu poder de síntesis! Es fantástico como has encadenado vida, familia y cine.
    Aunque sé que Jeanne Crain no está entre tus favoritas ahí va mi "regalo"; una peli de los cuarenta, casi un musical y poco vista -al parecer no hay edición en DVD- . Es muy divertida y te gustará ¡Seguro! https://www.youtube.com/watch?v=VlFGsoKLjFc
    Un beso y muchas gracias por los pedazos de tarta que continuamente nos regalas. Manuel

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    1. ¡Gracias por su mensaje, querido Manuel! ¡Y muchas gracias por su regalo, qué linda forma de hacerme llegar un presente a la distancia! Le prometo verla pronto.-
      Jaja, me ha quedado mucho por contar, me costó hacer la síntesis pero es que tengo tantos recuerdos ligados al cine que hubiera podido escribir mucho más. De ahí a que lo que escribiera fuera interesante, es otra historia jeje.-
      Le mando un beso grande, gracias por estar allí, Bet.-

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  2. Mi muy querida Bet, ¡¡¡¡¡FELICIDADESSSSSS!!!!
    ¡Yo este año también cambié de década!... Entré en la del 5... Madre mía, madre mía.
    Para mí cada año que pasa es un regalo más y como digo en broma, sí, nos hacemos más mayores, pero mejoramos como los buenos vinos, jajajajajaja
    Cómo he disfrutado leyendo tu texto. Me encantan esos textos en los que se mezcla el cine y la vida, la vida y el cine...
    Qué bonito es cómo vamos construyendo nuestra pasión por el cine y cómo nos van marcando ciertas películas, ciertos actores, actrices, movimientos, directores, directoras... Lo dicho, que ha sido un placer ir de tu mano en estas líneas por esas cuatro décadas de tu vida.
    A mí me encantaría seguir leyéndote y compartiendo descubrimientos cinéfilos... y a nuestros consentidos, jajaja.

    Beso
    Hildy

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    1. ¡Gracias, Hildy querida de mi corazón! Yo no sé si me pondré como el vino o como el vinagre pero en cualquier caso, aquí sigo jajaja.-
      Cuánto nos han influenciado las historias cinéfilas con nuestras familias, ¿no? En mi casa hasta el día de hoy nos repetimos líneas de parlamento como si fueran refranes populares; hay frases que han pasado a formar parte de nuestro idioma familiar particular.-
      Nos seguiremos leyendo por muchos años, estoy segura, siempre que queden películas por descubrir y revisitar y consentidos a los que mimar. Escribo esto y me acuerdo de aquellos a los que tengo un poco abandonados, espero me disculpen pero ayer festejé mi cumpleaños mirando "The Band Wagon" junto a mi padre (que no la había visto nunca) y para cerrar la sesión de cine, le mostré el número "Cantando bajo la lluvia" y el ballet de esa película. Tuve dos consentidos por el precio de uno, jaja, y dos que sé que compartimos ;)
      Te mando un besote así de grande, nunca dejaré de agradecer cuánto me inspiraste a escrirbir, Bet.-

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