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American Film Institute, 100 años… 100 películas (#86 y #85).-

Puesto Nº 86: Mutiny on the Bounty (1935).-


Mi paseo por el cine clásico nunca me había llevado hacia esta película (el género no es precisamente mi favorito), así que hoy estoy de estreno.-
La película sigue la travesía del buque inglés Bounty desde Gran Bretaña hasta Tahití, bajo las órdenes del Capitán Bligh (Charles Laughton). El segundo al mando es Fletcher Christian (Clark Gable) y uno de los aspirantes a marinos más destacados es Byam (Franchot Tone). Bligh es un hombre implacable, siempre dispuesto a condenar la menor falta de su tripulación con castigos físicos que pueden cobrar la vida del pobre diablo que se cruce en su camino. Luego del arribo a Tahití, cuando las manías del Capitán se vuelven más y más desatinadas, un grupo de sus marinos comandados por Christian lleva a cabo un motín y se arriesga a una condena a la pena capital.-
Intentaré ser cuidadosa con mis palabras, porque me doy cuenta de que muy pronto podría dar la sensación de que esta película no me ha gustado, cuando fue lo contrario. Es un impresionante logro técnico para 1935 (supongo que esa es la principal razón para figurar en esta lista, de la que fue eliminada en 2007) y en varios aspectos es arriesgada en la manera de contar, especialmente cuando durante la sección media de la película tiene lugar un apasionado romance interracial entre Christian y Tehani, una mujer nativa interpretada por Movita, quien curiosamente fue esposa de Marlon Brando, el cual interpretó el rol de Christian en la remake de Mutiny on the Bounty. Además, hay mucho humor bien distribuido sobre todo en la primera parte de la película (luego del motín no queda mucho espacio para ello y la película se cuida mucho de intentar “aligerar” el tono cuando no corresponde).-
Mis objeciones hacia esta película tienen que ver con esos aspectos que uno nota cuando la peli ya ha terminado. En primer lugar, la estructura de la película es terrible. La historia se demora por siempre hasta que llega el esperado motín del título. Y luego de tanta espera, el director Frank Lloyd se apura en un motín que en sí mismo no dura más que unos minutos (en mi expectativa imaginaba escenas del estilo de The Desperate Hours, pero no hay demasiada tensión en el resultado final) y - luego de unas cuantas peripecias insulares - en un final que deja más de un cabo suelto.-
Al mismo tiempo el Capitán Bligh, que en la piel de Laughton hubiera dado para mucho, no tiene demasiado relieve. Es cruel, pero al mismo tiempo desapasionado como un oficinista. Y ni siquiera lo inspira la idiosincracia de un oficinista (eso ya hubiera sido algo, el apego al deber cumplido como fin en sí mismo), sólo es una cáscara sin motivaciones. Christian, por su parte, soporta las mil y unas en nombre propio y ajeno pero sólo da el paso hacia el motín cuando sus propios intereses se ven afectados, lo cual no resulta muy heroico ni simpático. La película en general se cuida mucho de no tomar partido por ninguna posición, no hay demasiado sentimiento por ninguno de los hechos que relata, excepción hecha de la majestuosidad del Bounty, la camaradería a bordo y el amor romántico.- 
Y hablando del amor romántico y volviendo a los puntos positivos de la película, me sorprende grandemente que el romance de Christian con Tehani haya pasado el filtro del Código Hays. El director se demora largamente en las distintas instancias de su amor, con una secuencia en el segundo acto cargada de una sensualidad pocas veces vista a este lado del Código Hays (y que por momentos me recordó, cosas del destino, a una escena similar en Easy Rider con dos parejas que chapotean alegremente en el agua).-
En definitiva, creo que la lista de grandes películas de la historia de Hollywood podría haber sobrevivido sin esta película (de hecho lo hace en la actualidad) pero al mismo tiempo me alegro mucho de que esté allí, aún dentro de los últimos quince puestos. Es una peli imperfecta pero que merece ser descubierta.-

Puesto Nº 85: Duck Soup (1933).-


Tampoco había visto esta película y, sin pretender ser una experta en la filmografía de los Hermanos Marx (porque no lo soy), debo decir que discrepo con todos aquellos que piensan que es la mejor del equipo.-
El estilo de los Hermanos Marx funciona en base a la reiteración de un puñado de fórmulas sobre las cuales se construye una historia disparatada. En este caso, el ascenso al poder de Freedonia de Rufus T. Firefly (Groucho) gracias al impulso de su benefactora Gloria Teasdale (Margaret Dumont) y la guerra declarada contra la vecina Sylvania mientras su embajador, Trentino (Louis Calhern) se vale de los espías Chicolini (Chico) y Pinky (Harpo) para destituirlo.-
En términos argumentales, la película no tiene demasiado sustento y presenta (en comparación con otras) deficiencias tales como líneas argumentales que no se concretan (como la que involucra a una seductora bailarina interpretada por Raquel Torres) y una estructura desbalanceada que desemboca en varias viñetas bélicas sin cohesión alguna.-
En medio de ello, se desarrollan algunos running gags con suerte dispar (Chicolini atendiendo una y otra vez el teléfono de Firefly y negando su presencia es una delicia, en cambio no puedo decir que me haya encantado la rivalidad entre Pinky y un vendedor de limonada antipático), algunos momentos maravillosos (la alternancia de los tres hermanos, todos caracterizados como Groucho, en el dormitorio de Margaret Dumont o la famosa escena del falso espejo) y omisiones pasmosas (no hay ningún solo instrumental de Chico o de Harpo, lo cual es una pena enorme, y Zeppo - el cuarto hermano que aquí hace su última aparición en una película de los Hermanos Marx - tiene muy poco que hacer).-
Indudablemente, no creo que esta película pertenezca a la lista. El legado de los Hermanos Marx creo que se ve mucho mejor representado en otras películas, y especialmente me hubiera gustado ver aquí a mi favorita, A Night in the Opera, que sí representa con más pureza (a mi modesto de ver) su peculiar estilo. Curiosamente, en la lista de 2007 A Night in the Opera ocupa el mismo puesto Nº 85 mientras que Duck Soup aparece ¡en el número 60! Inexplicable…

Bonus track: Feliz cumpleaños Wild Bill.-


En honor a la verdad, pensaba dedicar este segmento especial a A Night in the Opera, pero quiso el azar que este comentario estuviera listo para hoy, 29 de febrero, en que se cumple un nuevo aniversario del maravilloso (y tristemente olvidado) director William A. Wellman, apodado “Wild Bill” desde sus tiempos de osadas misiones en la I Guerra Mundial. En su homenaje ví un bello documental sobre su vida y su carrera, Wild Bill: Hollywood Maverick dirigido en 1995 por Todd Robinson.-
Este documental es una pieza extraordinaria no sólo por el material que recoge sobre el propio Wellman sino además por los testimonios que rescata, muchos de los cuales vienen de antiguas glorias del cine clásico que ya no están con nosotros, tales como Gregory Peck, Robert Mitchum, Charles “Buddy” Rogers, Robert Wise, entre otros. Además, resulta una delicia reencontrarse con escenas de películas de esas que ya no se ven por ninguna parte, como The Ox-Bow Incident o Wild Boys of the Road, o encontrarse por primera vez (en mi caso al menos) con películas sobre las que he escuchado hablar muchísimo como Nothing Sacred o Westward the Women.- 
Y digo que ya no se ven por ninguna parte porque, como decía al principio, Wellman ha caído trsitemente en el olvido. Como dice Robert Wise en el documental, con Wellman sucede algo que lamentablemente también ocurre con otros directores que lejos de enfocarse en un género definitivo (como Alfred Hitchcock o John Ford), exploraron diversos formatos adaptándose magistralmente a todos ellos. Pienso por ejemplo en Michael Curtiz o en Mervyn LeRoy, directores artesanos que, como Wellman, no buscaron patentar un estilo sino explorar las mil y unas complejidades de sus personajes. Y lo que me sucede con Wellman es que de pronto cuando repaso su filmografía recuerdo que muchas de las películas que me interesan son de él, pero yo lo había olvidado. Allí están no sólo las ya mencionadas The Ox-Bow Incident y Wild Boys of the Road sino también las bien dispares Midnight Mary, The Public Enemy, The Purchase Price, Lily Turner, Safe in Hell, Heroes for Sale, A Star is Born y Roxie Hart. Y tantas que me faltan descubrir…
En honor al hombre que sólo cumple años cuando hay año bisiesto, espero que de aquí a cuatro años pueda decir que me he hecho amiga de su filmografía como un todo. Wild Bill… bien me ha servido como punto de partida.-

Comentarios

  1. Mi querida Bet, he visto más veces la versión de Marlon Brando. Que además también se casó con la actriz que hacía el papel de Movita en la de Gable, Tarita. Hubo una época que me vi todo Marlon Brando un montón de veces. La que comentas la vi una vez y la disfruté sobre todo, pq no sé si te he comentado alguna vez, el Clark Gable anterior a Lo que el viento se llevó (bueno, su Rhett está incluido) me parece hermosísimo y brutalmente sensual.
    Respecto los hermanos Marx están unidos a mi infancia. Antes de la MGM, parece disfrutaron ser que de más libertad creativa y un humor más absurdo. Y efectivamente no había una trama "lógica". Además solía estar Zeppo y en alguna actuó el quinto hermano Gummo. Cuando entraron a MGM (ya solo Chico, Harpo y Groucho) era obligatorio que metiesen la historia de amor de una pareja jovencita y los números musicales no cómicos de piano y arpa de Chico y Harpo. Así hay personas más amantes de la anarquía de sus primeros films y otros de su segundo periodo que mezclaban su locura y anarquía con fórmulas en sus tramas. A partir de ahí hay amantes de la primera parte de su carrera u otras de la segunda. Yo me parto con los dos periodos. Es que veo sobre todo a Groucho o a la Dumont...
    Y qué te voy a decir de Wellman, como a ti solo me da sorpresas maravillosas. ¡Más lo que me queda por conocer!
    ¡Disfruto tus entradas!
    Beso
    Hildy

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    Respuestas
    1. ¡Sí, comprendo tu entusiasmo por Gable! Yo creo (sin ser una experta en su carrera) que la muerte de Carole Lombard fue el golpe del que no se recuperó, que en todo lo anterior era realmente el Rey. En todo caso, en esta película aún sin su bigotito característico está imperdible, sobre todo entre Laughton, Tone (que me resulta un poco soso) y el resto de los marineros.-
      Yo creo que prefiero la etapa de MGM de los hermanos Marx, aunque sé que debería gustarme más la anterior, que era más "pura". En todo caso, nunca había visto sus películas hasta hace un par de años atrás (¿podés creerlo?) y siento que todavía no terminé de abrazar su estilo. Eso sí, hice los deberes y mi biblioteca está bien provista de sus pelis así que es cuestión de sentarme y aprenderme las reglas de su Universo. Dumont era especial, realmente (aquí en Duck Soup está más que en forma en su vestido de noche ajustado) y de los hermanos, mi favorito es Harpo. He escuchado que sus memorias ("Harpo habla" creo que se llama el libro) son deliciosas. En efecto, en mi peli favorita, Una Noche en la Ópera, están todos esos elementos de plantilla que mencionás y me encantan, jaja.-
      Wellman necesita ser reivindicado, podríamos encabezar el comité hispanoparlante pro-Wellman, ¿qué te parece? Te cedo la presidencia 😁.-
      Muchas gracias por tu apoyo invaluable, te mando un beso enorme, Bet.-

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