Ir al contenido principal

Abecedario de cine (décima entrega): S - T.-

Sex and the Single Girl (La pícara soltera) - Richard Quine, 1964.-



Los años ‘60 en Hollywood constituyen una maravillosa cápsula de tiempo que mira un poco con interés y otro poco con desconfianza los cambios que se estaban produciendo en la sociedad estadounidense por esos tiempos. La manifestación de dichos cambios preferida por los realizadores parece haber sido la liberación sexual que vino de la mano de la píldora anticonceptiva y en ese contexto encontramos muchísimas películas que tratan el tema, a veces en tono serio como es el caso de Two for the Seesaw en la que en su primera cita Robert Mitchum le pregunta a Shirley MacLaine si “es una chica moderna o no”, o sea, si tendrá o no relaciones con él esa noche; pero en tantas otras oportunidades en tono de comedia, siendo la reina de este subgénero la querida Doris Day.- 

Sex and the Single Girl forma parte de este subgénero, presentando a un columnista de una publicación amarillista, Bob Weston (Tony Curtis) en busca de “exponer” a Helen Brown (Natalie Wood), una psicóloga que ha escrito un best seller sobre la vida sexual de la mujer soltera. Para ello Bob asumirá la identidad de su amigo Frank Broderick (Henry Fonda), un fabricante de medias de mujer que está en perpetuo conflicto con su esposa Sylvia (Lauren Bacall).-

A partir de estos elementos queda servida una comedia de enredos que aplica una fórmula bien conocida, pero aún así efectiva: el chico conoce a la chica, el chico engaña a la chica, el chico pierde a la chica justo cuando se da cuenta de que se ha enamorado verdaderamente de ella. Los condimentos particulares de este tipo de trama van cobrando mayor o menos interés depediendo exclusivamente del carisma de los actores y aquí es donde Sex and the Single Girl gana porque Tony Curtis es un encanto y juega, como siempre, el juego a fondo. Ya sea como un columnista despiadado, como un amante que ha encontrado la horma de su zapato con la liberal Gretchen (Fran Jeffries) pero que no logra concretar una noche de amor por las continuas interrupciones de Frank, como el trastornado esposo que desarrolló impotencia a causa de los celos de su esposa que finge ser ante Helen, como el enamorado en salto de cama de mujer que espera que sus ropas se sequen tras caer al río, en fin… en todas sus facetas Curtis pisa el acelerador y no se guarda nada. En un pie de igualdad una Natalie Wood bellísima que pasa de la dignidad al ridículo en el transcurso de un mismo parlamento y que recupera la tradición de las grandes comediantes a lo Carole Lombard que combinan el aspecto de una modelo de portada de revista con la plasticidad que requiere el humor.-

En segundos y terceros planos encontramos un elenco de lujo en roles tal vez inesperados. Lauren Bacall y Henry Fonda no son los primeros nombres que sugeriría como secundarios de una comedia, pero allí están y con mucha solvencia, en especial Fonda a quien amé (la escena en la que hace observaciones a sus modelos, reconociéndolas pese a que sólo ve sus piernas, me mató). En pequeños roles aparecen además dos caras conocidas de los años ‘30, Otto Kruger y el queridísimo Edward Everett Horton en el rol del dueño de la revista en la que trabaja Bob, un lugar en donde uno no puede siquiera mirarse al espejo en el baño sin depositar un cospel. Aparece también en un rol pequeño Mel Ferrer como el colega de Helen que pretende seducirla, completando el sexteto que se formará hacia el final. De esta forma en esta película confluyen tres generaciones de actores bajo la batuta de un director que comenzó él mismo su carrera en Hollywood como actor en los años ‘30 (Quine siempre será para mí el hermano menor de Judy Garland en For Me and My Gal).-

Vista con ojos de hoy Sex and the Single Girl no arranca tal vez la carcajada, pero es tremendamente disfrutable (además de tener esos decorados fantásticos de este tipo de películas y un vestuario de lujo de Edith Head). Tal vez se haga un pelito larga, en especial cuando todos suben a distintos autos y comienzan una persecución interminable (las escenas de persecución nunca están entre mis preferidas). Pero aún esta escena se las ingenia para transformarse en algo delicioso cuando los personajes empiezan a jugar al juego de las sillas, cambiándose de autos en plena carrera y, para coronar lo ridículo de la situación, comienzan a comer pretzels que ¿robaron? (no creo que los hayan pagado) de un puesto callejero. Justamente la clave de esta película, y que creo que es la mayor diferencia con los clásicos protagonizados por Doris Day a los que hacía referencia al comienzo, está en el tono sarcástico con el que se toma a sí misma y por extensión al género al que pertenece. Quine sabe que está filmando una tontería, maravillosa pero tontería al fin y al cabo, y nos propone reirnos de ella tanto como con ella.-


That Certain Thing (Cómo se corta el jamón) - Frank Capra, 1928.-




Desde que reseñé The Power of the Press el año pasado quiero descubrir más sobre el período silente de Frank Capra y este abecedario de cine me dio la oportunidad perfecta con That Certain Thing.-

Esta película cuenta la historia de Molly Kelly (Viola Dana), una joven de una familia de clase trabajadora que tiene un solo anhelo: casarse con un millonario. Fortuitamente conoce a Andy B. Charles Jr. (Ralph Graves), el hijo del dueño de una cadena de restaurantes (Burr McIntosh) que hace fortunas a fuerza de servir raciones de jamón cortado súper delgado. Molly y Andy viven un romance fulminante y se casan intempestivamente, sólo para descubrir que el padre de Andy lo desheredó a causa del desaire.-

That Certain Thing es una comedia deliciosa llena de esos detalles naturalistas típicos de Capra. Varias escenas de la primera parte transcurren en el edificio de departamentos en el que vive Molly, un edificio de gente trabajadora e inmigrante que opera casi como una extensión de la propia familia. Cuando Molly debe prepararse para su cita con Andy toma algo prestado de cada uno y luego todos salen a observar su partida como si el auto del millonario fuera la carroza de Cenicienta. Ahora bien, con una facilidad pasmosa, la misma comunidad se vuelve en contra de Molly cuando la joven es difamada como “cazafortunas” en los periódicos. Este viraje es bastante inquietante pero no alcanza mucho desarrollo en la película porque pronto Andy queda sin un centavo y se instala en la casa de la familia de Molly.-

Un aspecto muy interesante de la forma en la que Capra cuenta su historia es que Molly es técnicamente una “cazafortunas” pero el director se encarga de dejarnos bien en claro desde el comiento que sus sentimientos son buenos. Además, vemos que antes de conocer a Molly, el estilo de vida de Andy era disipado y en ese sentido la llegada de la joven funciona como un salvavidas para él. Pero además hay un momento en la primera mañana de los recién casados en el que Molly se despierta y está sola en la habitación. Su angustia ante la idea de que Andy haya desaparecido va más allá del temor a que su burbuja de ambición se haya roto y es genuina, como lo es también su empeño por salir adelante junto a su marido durante la segunda parte de la historia.-

Todo esto puede hacer pensar que That Certain Thing tiene un tono solemne o dramático, pero todo lo contrario. Con ese “toque Capra” tan maravilloso, esta película logra introducir temas serios bajo la aparente ligereza de una comedia romántica. Y aquí hay mucho romance y mucha comedia. Viola Dana y Ralph Graves, dos figuras nuevas para mí (aunque Dana aparece en la genial serie Hollywood de Kevin Brownlow y David Gill nunca había visto alguna de sus películas) tienen una química maravillosa. Son graciosos, sensibles y muy naturales en el desarrollo del rápido romance que viven. En particular, la escena en el restaurante al que van en su primera y única cita tiene un momento bellísimo en el que Andy utiliza el bloqueo del mozo que toma un pedido en otra mesa para disimular el beso de la pareja.-

Otro aspecto interesante de la película y que no es producto del arte de Capra sino de las casualidades históricas es que esta película es anterior a la caída de la Bolsa en 1929 y trata ni más ni menos que de una joven pareja que habiendo aspirado a tenerlo todo de pronto se queda sin nada y tiene que empezar de cero. Se me dio entonces por pensar que si los protagonistas fueran personas reales en lugar de ficticias (a veces uno juega esos juegos cuando se enamora de los personajes de una historia), sobrevivirían perfectamente a la Gran Depresión sin escatimar a la hora de cortar el jamón.-

Comentarios

  1. No he visto apenas comedias mudas de Frank Capra, solo "Sus primeros pantalones" (una joya, por otra parte), así que te puedes imaginar lo que me ha interesado leer tu reseña sobre Cómo se corta el jamón.
    Por otra parte, adoro La pícara soltera, otra de las películas con las que me lo he pasado en grande. Además mencionas un largometraje melancólico que a mi parecer es una maravilla y no entiendo que esté un poco en el olvido: Two for the Seesaw.
    En La pícara yo me quedé con la pareja madura (Fonda y Bacall), igual me pasó en Descalzos por el parque (Boyer y Natwick). Me gusta cómo explicas ese ciclo de películas durante los sesenta que trataba la liberación sexual.

    Beso
    Hildy

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. "Sus primeros pantalones" es un título tan genial como "Cómo se corta el jamón" jaja, ya me pongo a ver de qué se trata. Me encanta este Capra menos conocido, sus películas pre-code son una maravilla y ya voy descubriendo que su etapa silente también lo es. Estoy feliz de que vaya llegando octubre porque siempre es buena la excusa para volver a ver "Arsénico por compasión". Necesito más Capra en mi vida.-
      "Sex and the Single Girl" me gustó mucho aunque siempre me dejan un poco perpleja las películas de esta época. Es una cápsula maravillosa. No he visto "Descalzos en el parque", pero estuve haciendo un pequeño inventario mental de películas que quiero descubrir, entre ellas "Love with the proper stranger" y "Strangers when we met". Se vienen más descubrimientos para mí, la única ventaja de tener tantos huecos es que hay mucho para aprender, jaja.-
      Te mando un beso enorme, Bet.-

      Borrar
  2. La primera me encanta!!! Están todos genial pero reconozco que mi debilidad es Tony Curtis .respecto a las pelis que mencionas en el mensaje de respuesta a Bet te recomiendo que las veas(son las tres buenísimas)

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Jaja, estoy desarrollando una debilidad por Tony Curtis yo también. Me anoto las recomendaciones para intentar verlas lo antes posible.-
      ¡Gracias por tu mensaje!
      Bet.-

      Borrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

El hijo de la novia - Juan José Campanella, 2001.-

Confieso desde el comienzo que me encanta la obra cinematográfica de Campanella, de modo que no soy muy objetiva al decir que esta película está llena de “momentos”, casi todas las escenas son oro en polvo y con mucho esfuerzo seleccioné estas cinco. Aquí van... Momento N° 1: el sueño de Rafael.- Para el comienzo del segundo acto, Rafael (Ricardo Darín) está internado en un sanatorio luego de haber sufrido un infarto. A su lado, inclinada sobre un ejemplar de la revista “Cosas” (un guiño a la primera película del director, cuyos protagonistas trabajaban para una publicación del mismo nombre), duerme su novia Natalia (Natalia Verbeke). De pronto Rafael se despierta, llama a Natalia y comienza a contarle el sueño de su vida: lisa y llanamente, quiere irse a la mierda. Mientras Rafael se explaya sobre la idea hablando casi para sí mismo, Campanella se concentra en Natalia, quien rápidamente advierte que en el sueño de Rafael no hay ningún lugar para ella. En toda esta escena Verb

Life Itself (Como la vida misma) - Dan Fogelman, 2018.-

Aviso: tomaré unos días de licencia mientras me preparo para un proyecto algo grande que ideé para el mes próximo. Si todo sale como lo planeo, el 1ero. de septiembre estaré de regreso y muy bien acompañada. ¡Hasta entonces! ✻✻✻✻ Hoy he llevado mi máquina del tiempo al taller mecánico y mientras espero que la reparen, decidí darme una vuelta por esta década. O más precisamente, por este último año. Así desembarqué en esta película que ya voy viendo en Internet, genera opiniones encontradas entre quienes la aman y quienes la detestan.- Life Itself es una de esas películas que te desarma para volverte a armar. La historia se desarrolla en una serie de “capítulos”, de historias que ya veremos están íntimamente conectadas aunque por momentos no lo parezca. La primera de ellas es la que sirve de hilo conductor y nos presenta a una joven pareja, Will (Oscar Isaac) y Abby (Olivia Wilde) a la que conocemos a través del relato que Will hace a su terapista (Annnette Bening) s

Left luggage (Por amor) - Jeroen Krabbé, 1997.-

“Por amor” cuenta la historia de Chaja Silberschmidt (Laura Fraser), una joven estudiante de Filosofía en el Amberes de los años ‘70 y su relación con sus padres (Maximilian Schell y Marianne Sägebrecht) - ambos sobrevivientes de los campos de exterminio nazis - y con una familia jasídica (encabezada por el propio director y por Isabella Rossellini) para la cual trabaja como niñera. El nexo entre ambos mundos es el Sr. Apfelschnitt (Chaim Topol), un vecino de los padres de Chaja con el cual la joven mantiene una amistad.- Momento N° 1: el “meetcute”.- En el comienzo de la película Chaja parece no encajar demasiado en ninguna parte: su espíritu independiente y apasionado la diferencia de sus compañeros de Universidad que pasan su tiempo en interminables discusiones políticas, de sus padres que se debaten entre la persistencia del pasado y un presente amnésico y de sus orígenes religiosos y culturales. Sin embargo, sus aprietos económicos la llevan a dejar de lado este último